Capitulo 7

—Oh claro—después de ese incomodo saludo, nos mirados, miramos y miramos. No decimos palabras, pero nuestro silencio habla por si solo. Comienzo mi exposición, le explico los paquetes de conferencias y así por casi una hora.

—Eso seria todo lo que los paquetes incluyen, y los temas serian delimitados por secciones de edad o carreras, depende de usted—pero que nervios

—Perfecto, el contrato ¿Cuándo lo firmaríamos? —pregunta sin dejarme de ver con sus hermosos ojos.

—En este momento—llamo a mi secretaria y le pido el contrato, firmamos en silencio y una vez que ya todo queda coordinado. Él mira la jodida foto con mi exesposo, en la cual estoy en la playa y el abrazándome por la espalda, ¿porque alguien no la boto? 

¡Carajo!

¡Diablos!

¡Me quiero morir!

—¿Cómo te va en tu matrimonio? —me pregunta y acomoda su chaqueta 

Y ahora le dijo la verdad o le dijo me va de maravilla

No serás tonta Madison Martínez

Si la primera opción es la mejor.

—Estoy divorciada Tyler—él me mira, eso lo a tomado por sorpresa, mira la foto y luego recorre mi mano, ya no tengo el anillo, bueno nunca tuve uno real. Él sonríe, se toca la barbilla y vuelve a enfocar sus ojos en mi.

—Y bueno como te va a ti—pregunto 

—Bien—me responde sin más, ¡Joder! ¿bien? Solo eso, solo me dijo bien, lo quiero matar, ¿pero soy profesional y no soy una psicópata?

—¿Tienes hijos? —pregunta después de unos segundos en silencio.

¡Tengo ganas de llorar!

¡Tengo ganas de abrazarlo, pero…! ¡No! no soy tan débil!

—No Tyler ¿y tu? —donde me diga que, si me muero, juro que me muero.

—Si, tengo a una pequeña rubia de dos años—paso saliva, saber que el esta tan bien me hace tener ganas de llorar.

Dijo que sí

¡Maldición!

—Supongo te cásate—me paro y él hace lo mismo, me dirijo a la salida, ya no quiero tenerlo cerca

—Felicitaciones, supongo eres muy feliz—expreso con sinceridad, pero mucho dolor, después de la versión que escuche de Mar todo se hizo más difícil, pero ya era tarde.

—No me case Madi, no tengo esposa, ni mujer, ni novia—me lo dice como aclarándome algo obvio.

¡Esta soltero!

—¿Y tu hija? —pregunto, si no está casado, seguro se divorcio como yo o su mujer murió.

 ¡Ay no!

—Ella es la hija de mi hermana, pero ella falleció hace un año, ahora Sofía es mi niña, mi hija, la niña de mis ojos—lo dice con orgullo y sus ojos se iluminan. Lo se. Lo conozco y se cuando amaba tener hijos, era su sueño. Formar un hogar conmigo y no…no vayas por ahí o vas a terminar llorando.

—Lo siento por tu hermana Ty—lo quiero abrazar, pero no 

¡Soy profesional!

—No te preocupes Madi, no te quito mas tiempo creo que debo irme—abro la puerta y con la voz ronca y entrecortada susurro: 

—Adiós Tyler—joder suena como una despedida triste. Pero es todo lo que tenemos.

—Adiós Madison—sale y yo me dispongo a cerrar la puerta y echarme a llorar en el diván de mi consulta, cuando la puerta esta a punto de cerrarse alguien la empuja con fuerza, me tambaleo ¡de bruces al suelo! 

—¡No!!Espera! —grita Tyler y me sostiene de la cintura, lo miro y el acariciándome me lleva hasta el sillón--no puedo Madison, ya te perdí una vez, te perdí por estúpido, te perdí porque no supe ver las malas amistades que tenia a mi alrededor no lo pienso hacer de nuevo—frunzo el ceño sin comprender.

—Estas perdonado Tyler ve tranquilo—digo entre risas, como si se tratara de una confesión a un cura.

—No—me frena y toma mi rostro entre sus manos—eres el amor de mi vida, la única mujer con la que quiero compartir el resto de mi vida, a la única a la que quiero besar y abrazar todos los días, a la única a la que le quiero entregar mi corazón y que ella me entregue el suyo, te quiero y te quiero para siempre—me quede en blanco no se que hacer ni que decir—¿Me aceptas una copa? —murmura después de unos segundos con una sonrisa de lado —le aceptas una copa al amor de tu vida pequeña—porque lo dice tan bonito, lo miro y solo es una copa, claro que aceptamos.

—Una sola Ty—sonrió y el me abraza y yo a él, no lo puedo soltar no quiero y no puedo. Es el amor de mi vida, es mi vida.