Capítulo 20

La monja tenía razón, estos niños no son comunes, podía observar a través de la ventana del segundo piso donde nos encontrábamos, como jugaban los niños. Pero tenían algo curioso, los niños no se movían, pero había cosas flotando a su alrededor.

Al principio pensé que era normal, que era producto de mi imaginación pero no fue así.

-Buenos días, jóvenes.

-Buenos dias dijimos Lucía y yo.

-Lucía como te sientes? le preguntaba la monja.

-Estoy bien, solo algo cansada.

-Volveré mañana a revisar te. 

-Finnick podemos hablar en privado, me dijo la monja.

-Si claro!

-Estoy segura que escuchaste los aullidos anoche.

-Si, de echo no pude dormir en toda la noche.

-Algo no anda bien decía la monja.

-Porque lo dice?

-Desde hace días, los cultivos se secaron, la tierra se ha vuelto infertil y nuestros niños se despiertan y gritan por las pesadillas.

-Usted cree que esto sea producto de behemoth?

-Niño behemoth no es el único ser maligno de este mundo.

De repente un silbido hizo que me doliera la cabeza y que tambaleara, de repente vi todo borroso y me desmaye.

Pero carajos! dije

-Sebastian, como llegué aquí?

-Amigo, sebastian se tiro a mis brazos y me abrazaba fuerte mientras lloraba.

-Que ocurre?

-Pensé que habías muerto, intenté contactarte pero no podía, además se escucharon rumores de que tu nos habías traicionado.

-Como es posible, yo nunca los traicionaria, ustedes son mi familia.

-Los del alto mando, decían que querían matarte.

-Pero porque? Yo no he hecho nada malo.

-No lo se amigo, como pude intente contactarte por medio de los sueños, pero se nos agota el tiempo. Cuídate finnick.

De golpe abrí los ojos, me encontraba en la habitación acostado, Lucía tenía esa mirada de terror.

-Estas bien, dijo ella.

-Si tranquila, solo me desmaye por cansancio.

-Lo siento mucho, decía ella en medio de balbuceo, no quería involucrarte en esto, no tengo idea de porqué ese demonio me persigue yo nunca lastimaria a nadie.

 De echo cuando mi familia fue brutalmente asesinada, estuvieron a punto de internarme en un hospital para personas que no están bien de la cabeza. 

Yo como pude me escape y  por eso vivo sola. Me cuesta mucho confiar la gente, pero finnick te agradezco que no me hayas dejado sola en esto.

-Tranquila, ahora somos compañeros. Le dije en forma de burla.

Ella sonrió!