A solo un recuerdo de ti (en EdiciÓn)

11. Desatando cabos

"Como si se pudiera elegir el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en mitad del patio."


 

Julio Cortázar.


 


 

— ¡No puede ser! — exclamó con asombro total y las manos aún en su cara.


 

— Y eso no es todo... — prosiguió Juli — Él está viviendo actualmente en el departamento conmigo... por lo que prácticamente son vecinos ahora.


 

Bella observó a sus amigas que ya tenían su vista fija en ella. Juli y Lucy, que estaban a cada costado suyo le tomaron una mano dándole su apoyo al ver la mezcla de confusión y asombro que transmitía en su rostro. Prosiguieron a contar todo, como lo había conocido, absolutamente todo tal como ella les había contado en su momento. Bella las escuchaba atenta sin perder detalle.


 

— Wow.. es que no me lo creo — las miró fijamente— Osea si les creo pero... oh vaya... Es tan extraño para mí no recordar nada de esto...  — suspiró— Así que Matías... Matías, Matías... — repetía el nombre casi  como un mantra que le fuera de ayuda para recordarlo.


 

— ¿No lo recuerdas verdad? — Magda tomó la palabra.


 

— No amiga, trato, intento, pero no logro recordar mucho que digamos — se encogió de hombros sacudiendo su rubia cabellera — Es decir....


 

Guardó silencio unos segundos buscando las palabras adecuadas para expresarse.


 

— Como explicarles... Es tan extraño — sonrió tímidamente— He tenido vagos recuerdos en mi memoria con respecto a un chico pero no logro encajar las piezas del todo de este rompecabezas que tengo en mi mente, solo tengo la teoría que se puede tratar de Matías — cerró los ojos unos segundos y tomé aire profundo para proseguir, volviéndose a Juli.


 

— Te escuchamos amiga — señaló Juli.


 

— Juli cuando te vi con el chi... Tu hermano — rectificó— El tenía una venda en sus ojos ¿Verdad?


 

Todas asintieron.


 

— Pues... posterior a la crisis he pensado algunas veces en un par de ojos verdes intensos y profundos.. hoy no vi los ojos de Matías, pero... Tengo la corazonada que es el dueño de los ojos que se vienen a mi mente constantemente.


 

Juli la observaba infartada, sin pestañear. Reaccionó a los segundos y ansiosa aferró su teléfono entre sus manos para revisarlo. Dio una mirada triunfante cuando encontró lo que buscaba.


 

— ¿Ojos cómo estos? — le extendió su teléfono a Bella, mostrándole una imagen agrandada donde se apreciaban un par de ojos idénticos a los que había descrito hace unos segundos.


 

—¡Son estos ojos! Pero como... - la miró confundida mientras detalló como la imagen volvía a su tamaño original. En ella se apreciaba al chico de la mañana, Matías, quien posaba sonriente.


 

— ¡Entonces el dueño de los ojos que constantemente recuerdo sí era Matías! - indicó Bella llevando sus manos a su rostro, impactada— Pero qué extraño que recordara nada más sus ojos.... — meditó en voz alta.


 

— ¡Pero claro! — exclamó de repente Magda levantándose de su asiento y sobresaltándolas a todas — Pero claro, ¡Cómo no lo pensamos antes!


 

Todas la observaron con ojos inmensos.


 

— Bella respóndeme lo siguiente — prosiguió tomando su asiento lentamente — ¿Cómo es que recordaste a mi novio tras la primera crisis?


 

— Mmm pues... — reflexionó un momento — Creo que cuando choqué prácticamente con él en una tienda... Lo iba a insultar por hacer que lanzara al suelo lo que llevaba en las manos, cuando lo miré a los ojos y pues... lo reconocí.


 

— ¿Y como reconociste a Daniela, una ex compañera de colegio cuando nos la topamos en una calle? — prosiguió.


 

— Pues esos ojos pardos que tiene son inconfundibles.


 

— ¡Ajá! — exclamó triunfante Magda — ¡Eso es! ¿Lo ven?


 

Todas la observaban sin pestañear ni respirar, tratando de comprender.


 

— No lo ven... — suspiró — Bien miren, todo el mundo incluso cada una de nosotras tenemos tendencia a recordar a una persona por algún rasgo específico, en algunos casos por la altura, color de piel, color de cabello, tono de voz o por los...


 

— ¡Ojos! — exclamó Lucy levantándose ella ahora de su asiento y provocando un mini infarto a todas — ¡Claro ya comprendo! Qué tontas fuimos, pero claro que sí — sonreía triunfante tomando nuevamente su asiento.


 

— ¡Pues sí! Entonces... — Magda destilaba emoción en sus gesto.


 

— Entonces en el caso de Bella, tiende a recordar con mayor facilidad a las personas por sus ojos — Juli interrumpió a Magda.


 

Bella las observaba a todas atentamente.


 

— Si bueno, pero puede no ser certero todas las veces... — señaló tratando de poner racionalidad ante tanta emoción —Hoy lo vi y no lo pude reconocer en ese momento, además según el doctor perdí el último mes de memoria ¿no? Quizás hay muy pocas probabilidades que lo pueda recor...


 

— Te equivocas querida — la interrumpió Magda con una sonrisa triunfal — Esta mañana lo viste, sí, pero tenía vendado el rasgo más característico que te permite recordar.


 

— Claro, ¡Claro! — concordó Lucy con efusión— Con los ojos vendados de Matías, con justa razón Bella tuvo dificultad para reconocerlo.


 

— Somos malas estrategas — Juli sonreía — Pero me llama la atención algo... — se puso seria — Bella, hace un momento acabas de describir con precisión los ojos de Matías, y a él no lo habías visto desde la crisis, hoy no cuenta mucho ya que no viste sus ojos, entonces... — abrió sus ojos bien grandes — Entonces esto quiere decir que...



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En el texto hay: amor juvenil, romance, amor

Editado: 23.01.2020

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