Capitulo XVIII

* Antes de comenzar quisiera disculparme, mi laptop tenia problemas y la estaban reparando... Tambien queria anunciarles que se ha creado un grupo en Facebook llamado "La ultima vez que llore" asi que pueden unirse si quieren, en el grupo subo micro historias con sus personajes favoritos.

Al día siguiente mientras la familia se preparaba para el baile, Edith había entrado a la habitación de su sobrina para cerciorarse de que esta se pusiera tan hermosa como le fuera posible, el señor Winchester trataría d acercarse nuevamente a ella, así que tenía sus esperanzas puestas en que Elizabeth lo aceptara y de esta manera hiciera un buen matrimonio, sin embargo, aún le faltaba corregirle a su sobrina ciertas conductas. 

— No puedo creer que me hayas desobedecido y te hayas ido al mercado con el señor Richardson y esa mujer hindú — le reclama Edith a s sobrina mientras ella se cepilla el cabello. 

— Ellos son mis amigos y son como parte de mi familia — le respondió Elizabeth — No están acostumbrados a Londres así que fui con ellos a dar un paseo. 

— Deberías aprender a escoger mejor a tus amigos... 

Elizabeth trataba de fingir que escuchaba a su tía. 

— ¡Aaaah! — grito una chica e interrumpió la incómoda conversación.  

Todas las damas salieron corriendo a ver qué había pasado.  

Una de las mucamas estaba totalmente ruborizada, como si hubiese visto algo que no debía, porque de hecho eso fue lo que paso.  

— ¿Qué paso? — la interrogaban.  

— Es que yo — dijo tímida — … Yo tenía que entrar a limpiar las habitaciones; no sabía que los señores estaban aquí... Entonces los vi en la cama. 

Era evidente que había salido de la habitación de los Richardson. 

— ¿Los interrumpió? — dijo Elizabeth tratando de disimular que le parecía gracioso.  

— Me pregunto ¿Qué clase de padres tenían esos dos? — se quejó Edith indignada — No muestran ningún respeto por nadie ni nada; hacer eso, y a esta hora.  

A medida que pasaban los minutos se unían más personas al chisme. 

Chris salió vestido y se paró detrás de las mujeres y claro la conversación termino abruptamente en ese instante. La mucama que los había interrumpido no podía mirarlo a la cara y cuando desvió la mirada entonces vio a Mishka, ella no podía desear más que ser tragada por la tierra.  

El escándalo se suavizó (por lo menos delante de los protagonistas) y todas se fueron, Elizabeth quería burlarse, pero se la llevo su tía para alejarla de las malas influencias.  

— ¿Ves a lo que me refiero? — le dijo Edith a su dama de compañía — Esa es la clase de gente que rodean a la esposa de Daniel, jamás estuve de acuerdo con que él se casara con esa mujer... y para colmo se une su hermano; ese hombre no es nada respetable, creí que lo seria por como ustedes hablaban de él, y mira lo que hace.  

— Ellos están en su derecho — dijo Elizabeth.  

— ¿¡Sabes de que estamos hablando!?  

—  Mmmm... Tengo una idea de ello.  

Elizabeth ya se había arrepentido de dejar salir sus pensamientos, su tía se había escandalizado... no entendía porque razón su sobrina Elizabeth tenía que saber cosas que solo debería después de estar casada.  

— ¿Qué tanto sabes?  

— Solo algunas cosas; pero ellos están casados, y tienen derecho a su intimidad.  

— Si es que acaso sí están casados de verdad; Haciendo “eso” en mi casa que clase de gente son.   

Daniel paso y la tía Edith muy consternada le conto lo ocurrido, pero Daniel lejos de también indignarse no dijo nada, lo que, es más, hablo con Chris durante el desayuno como si no hubiese ocurrido nada; James y Mary se agregaron para el desayuno, ellos se estaban alojando en casa de una de las hermanas de Mary, pero esa mañana los caballeros debían salir por negocios así que llegaron temprano. 

Las chicas hablaban de temas triviales en lo que traían el desayuno y la tía Edith estaba distraída leyendo una carta. 

— Mary — le dijo Emily — Que bueno que pudiste venir. 

— Logré escaparme — le respondió Mary — lamentablemente mi pequeño James estaba dormido y no pude traerlo. 

— ¿Tu hermana no te dijo nada? — pregunto Elizabeth.  

— Dijo muchas cosas; pero como ya dije “me escapé”. Mi hermana no hace más que sermonearme por como estoy criando a James. 

— Pero si James está perfectamente bien — dijo Emily. 

— Eso le digo yo, en comparación a sus hijos mi bebé ni se enferma. 

— ¿Espera? — Dijo Mishka — Tu hijo se llama como tu esposo, ¿Eso no trae confusión? 

— La verdad, no sé. Supongo que como son diferentes con el tiempo sabrán a quien me refiero.  

— ¿Y tú como le podrás a tu bebé? — le pregunto Mishka a Emily. 

— He estado hablando de eso con Daniel — respondió Emily — me gustaría llamarlo como mi padre y si es niña como mi madre. 

— Se supone que eso era algo que me tocaba hacer a mi — le dijo Chris. 

— Lastima yo ya voy a tener un bebé primero. 

En ese momento trajeron el desayuno ya listo y estaban comiendo pacíficamente, Chris corto algo para Mishka y tratando de ser disimulado saco algo del plato de su esposa. 

— Aún queda uno — dijo Mishka con cara de asco y en voz baja, señalándole algo a Chris — Sácalo. 

— ¿Le dan asco los champiñones? ¿No estará embarazada? 

— No — dijo Mishka — no estoy embarazada. 

— Jamás le han gustado los champiñones — agrego Chris — así que si nos sirven champiñones yo me los como. 

— Me parece una historia increíble la de ustedes — comento Mary a Chris y Mishka — me parece muy romántico que pese a todo hayan decidido estar juntos y es algo increíble de ver como se complementan. 

— La verdad es que en realidad Chris y yo no somos tan diferentes como parecemos conto Mishka. 

— Eso es solo porque son recién casados — les dijo Edith mirándolos de reojo y con desdén— ya verán las realidades de un matrimonio así cuando pase el tiempo. 
 
— ¿Quién dijo que somos recién casados? — preguntó Mishka 
 
— Se les nota, por cómo se comporta es evidente, por sobre todo porque parece que no se pueden quitar las manos de sobre el otro. 
 
— Llevamos casados casi 6 años. — le dijo Chris — supongo que ya hemos visto que tan fuertes son nuestros lazos. 
 
— ¿En serio tienen tantos años de casados? 
 
— Sí. 
 
— ¿Y no tienen hijos? 
 
— No.