Capítulo 3
{~Anne~}
-Si soy el mismo y me disculpo por eso, iba con prisa y me había extraviado un poco en mi primer día -dice el chico de ojos verdes y puedo ver que ha sido completamente honesto.
-Entonces tu eres el chico nuevo – deduzco - ¿Me conoces de algún lugar? -pregunto de forma cuidadosa y más por la nueva situacion que estoy pasando, pero su mirada me pone un tanto nerviosa.
“Es el mismo chico de la cafetería”
“¡Hoy se come perras!” -exclama mi absurda conciencia.
-Yo a ti si te conozco, pero sé que tu ha mi aun no. -afirma con tranquilidad y seguridad con lo que ha dicho.
Su manera de decirlo me vuelve a tensar, me sorprende y un montón de sensaciones, escalofríos y distintas emociones me recorren el cuerpo al mismo tiempo que trato de controlarlo para que no lo note y pueda utilizarlo en mi contra, si se tratase de algún enemigo.
Lo observo por unos segundos y para sacar un poco de información, le pido que me acompañe al patio trasero de la vivienda porque necesito aire, el asiente y yo emprendo mi camino hacia el patio con sus pasos detrás de mí, me es difícil no sentir su mirada sobre mí.
Por los pasillos se ven y escuchan un montón de adolescentes hormonados gimiendo mientras se meten mano casi por todo el pasillo que lleva al Patio. Cuando llego tomo una respiración profunda para calmar la revuelta de emociones que siento y por la intriga que aumenta de forma muy rápida y me da un subidón de adrenalina corriendo por mis venas.
Me dirijo a un lugar de el patio donde hay dos árboles grandes se ve oscuro y no hay nadie cerca que pueda escuchar o ver lo que va a pasar para poder hablar con el chico e intentar saber lo más que pueda de él y porque me conoce.
Al detenerme cerca de un árbol aprovecho de forma rápida de girarme con agilidad tomándolo por sorpresa, dándome tiempo de sacar el pequeño cuchillo que siempre que puedo lo guardo en el ligero que está cerca de mi entrepierna. Tomo la pequeña arma blanca y se la pongo en su cuello justo en la yugular, con mi mano izquierda le tomo una de sus manos y lo pego al árbol.
-Te lo diré de forma fácil y claro -mi voz sale de un poco más grave y con ese tono característico del pasado: frio y sin mostrar emoción alguna - ¿Quién putas eres? ¿De dónde me conoces? ¿Qué sabes de mí? Y si no respondes lo siento por ti hijo de puta, pero tu yugular está muy expuesta para mí, si eres inteligente sabes muy bien cuanta es la probabilidad de vida que tendrías con un corte limpio en ella cariño -espeto de la forma más oscura que puedo.
Él se retuerce un poco y afirmo más mi agarre, dejándolo inmóvil y a mi merced, en momentos como estos agradezco haber tomado clases por 7 meses sobre defensa personal y uno que otro movimiento de artes marciales, aunque los he perfeccionado pues en el año y medio que tengo aquí he practicado un poco más este tipo de actividad cada que puedo. Me siento orgullosa de que tanto esfuerzo este dando sus frutos y dejando a la niña indefensa que una vez fui muy en el pasado.
Esta vez mis enemigos o cualquiera que pretenda hacerme daño no lo tendrá tan fácil, porque estoy dispuesta a poner en práctica lo que se me enseño y lo que me toco aprender por mi cuenta para poder sobrevivir años atrás.
-Bueno veo que no eres tan indefensa como parecías -dice el chico y puedo notar la sorpresa en su voz -Soy Marcus Stone, te conozco por medio de Evan Brown y se solo lo que él me ha dicho para poder cumplir con mi misión, actualmente trabajo con él y soy el que se encargara de tu seguridad desde hoy.
Así que Evan ya se había estado encargando de el tema desde antes, por acciones como esas valoro y aprecio mucho más su amistad, lealtad, confianza, amor incondicional y su ayuda, todas esas cosas son las cuales estoy agradecida, pues en el no solo encontré un mejor amigo, tambien encontré un hermano y compañero de aventuras que esta siempre a mi lado.
Evan es de los amigos reales, que no te dejan aun así las cosas solo se hagan peores o peligrosas, como tambien está en todo lo bueno y está dispuesto a seguir a mi lado hasta el fin del mundo si es necesario. Él no me había mencionado nada en su oficina me imagino que por precaución y tener más cuidado a la hora de hacer este tipo de acciones hasta que estemos seguros de nuevo o al menos eso espero.
Vuelvo mi atención al chico que tengo inmóvil, él debe ser mi guardaespaldas personal, aunque aún no conozco las ordenes que Evan le dio. Lo suelto de apoco y veo como respira un poco más tranquilo y un poco de tos lo ataca en el momento, sin embargo, no me inmuto o preocupo por ello pues sé que su vida no está en riesgo.
- ¿Qué sabes de mí por medio de tu misión? -inquiero
-Solo… sé que…. Tengo que ser tu… tu guardaespaldas -lo detengo y con un gesto le hago entender que tome un respiro para que me responda de mejor manera.
Pasan unos 10 minutos en los cuales pienso en la información que me dio Evan e intento trazar un plan que nos mantenga ocultos, pero a salvo por el momento, con respecto a mi información personal y la de las chicas y Evan solo podrán saber nuestros nombres, pero más allá de eso no podrán llegar a menos que nos encuentren y vigilen de cerca. Cuando el tal Marcus logra tranquilizar su respiración y esta como nuevo, comienza a soltar todo lo que sabe.
-Solo se lo esencial lo cual incluye tu nombre, edad, donde vives, tipo de sangre, placa de tu coche, en donde estudias y que facultad, como tambien se de tus profesores, tu carrera y el cafetería a la que vas todas las tardes después de la universidad sin falta, incluido los días que vas al gimnasio, conozco un poco sobre tus amigas la rubia, la castaña y la asiática, como tambien de los peligros y a qué tipo de peligro nos enfrentamos – Todo lo ha dicho de forma rápida que me saca de juego por un solo segundo.