A través del coffee

♡*:.。.Capítulo 11 .。.:*♡

           Capítulo once : Alguien que doné semen 
 

 

Me rasqué la cabeza viendo el numero viejo y oxidado que se afirmaba en la agrietada puerta de madera.

Estaba indecisa si tocarla o no, pero como diablos tenía que entregarle los mandados sin que la puerta se volviera a caer por un simple toqué.

Gritar era una opción, si no fuera que la última ves casi me queman viva con una vela, por desorden público. Entonces solo me quedaba tumbar otra ves la puerta.

Agarré la perilla y sin fuerza jalé hacía adentró. En un momento a otro, la mitad de puerta colapso haciendo que gritara del susto.

—¡Mamá! —grite.Ella salió de la cocina con un traje de cake puesto. La miré sin entender.

—¿Qué pasa? —pestañe varias veces.

—¿Qué haces con un trague de un cake gigante? —la miré de arriba a bajo.

—Es porque a los niños les asustaba la hamburguesa gigante —colocó con dificultad sus manos a las caderas —¿Porqué me llamabas?

—Mamá, se acaba de caer la mitad de la puerta —la apunté.

—Sí —la miró —, el condenado de Herculano no la pegó bien.

—Espera, ¿Ya sé había caído?

—Si, esta mañana —resoplé —,cuando un ladrón intento entrar.

— ¿Te hizo algo?

—No, no pudó con super mamá —alzó su brazos —. Sé fue con tres sarténaso, un golpe en la cara con la escoba, cinco jarronasos en su cabeza. Y por último, agua del inodoro.

—De seguro no volverá —aplaudí.

—Tienes que aprender de tú joven madre, hija —me miró de arriba a bajo —¿Y a ti que te paso?

—Me atropellaron.

—Más bien pareces una loca de la callé —él también lo dijo.

—Gracias madre por tú apoyo —ironicé.

—Para eso estoy —sonrió, para luego pestañar varias veces —,por cierto, me encontré con tú galán —guiño un ojo. Me senté en el sofá.

—¿Y qué le dijistes? —trague grueso. Sabia que era capas esta mujer.

—No nada, solo le grité del otro lado de la callé diciendo que estabas enamorada de él y que te embarazara para tener muchos nietos.

La miré boquiabierta, agarré un cojín, y empecé a pegarmelo mientras maldecia una y otras ves.

—¡Ay hija! no es para tanto, él ni siquiera te conoce.

La miré con mi fingida cara dramática.

—Él fue el que me atropello en camino aquí —abrió la boca.

—¡Ay no! —sé sentó a mi lado aplastandome contra el posabrazos. —Pobre de él que te vio como una loca del basurero.

—Era —susure.

—Ahora, tendré que buscar a alguien que doné semen.

—Madre, no nececito eso —resolpé—
.Apenas tengo veinticuatro.

—Si, pero después pasan los veintiséis  y luego los treinta.Después los cincuenta y yo sin nieto —sé mordió las uñas —¿Qué le diré a mis amigas? —mi madre de por sí era dramática ¿cómo la podía tomar en serió vestida a si?

Me levanté como pude mientras le entregaba las bolsas de compras, me dolía todo el tracero por el frío suelo con el que choqué, mi pijama estaba negra sin dejar ver el color verde.

Tenía que pensar un plan para volver a casa a toda velocidad, sin que descubran que no tengo nada debajo.

¡¿Pero como diablos él sabia qué no tenia nada debajo?!. Él ni siquiera se despidió formalmente. Y me obligó a obedecerle en mi propio departamento. Y para los colmos, casi me atropella hoy.

Es qué la vida me quería ver fracasar y andar de idiota en la callé.

—Me iré, tengo que cambiarme, dormir y ver doramas hasta desfallecer —alzó una ceja —, bueno comer y leer mi nuevo libro.

—¿Y tú trabajo? —me dirigí hacia la mitad de la puerta.

—Bueno, me dieron unas minis vacaciones. —sonreí nerviosa— Ya sabes, soy la ejemplar —rompiendo todo.

Salí de su departamento ante la curiosa y atenta mirada de mi madre, miré mi libro que sostenía en mis brazos desde que entre. Tal vez disfrute un tiempo con el.

 



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En el texto hay: primer amor drama

Editado: 17.04.2020

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