Capitulo 12: Sentimientos agridulces

Narra Hikari

Ayer Reiji estuvo todo el día enfermo y como se lo prometí me quedé a su lado todo el tiempo, por más que intente alejarme de él simplemente no puedo, no puedo tomar distancia siempre hay alguien o pasa algo para que vuelva a estar junto él…, entro a su habitación para tomarle la temperatura mientras duerme, ya está bien y eso es bueno así que vuelvo abajo, los Sres. Komoro se fueron al trabajo hace una hora solo faltamos Reiji y yo por desayunar, preparo un poco de café con leche y un par de sándwiches, cuando estoy por sentarme a comer Reiji entra a la cocina- Buenos días Hika

-Hola Rei ¿Cómo sigues?- le pregunto mordiendo mi sándwich

-bien, gracias por todo- dijo tomando un sándwich y sentándose en la islita-… pensé que estabas lista para ir al instituto- arquee una ceja y lo miré con reproche 

-¿piensas ir a estudiar y ayer te estabas muriendo?

-pero hoy ya estoy bien

-pues no iras, tu mamá llamó al director para informarle que hoy faltaremos por problemas de salud

-pero el que está enfermo soy yo

-exacto y por eso mismo no iras, además alguien te tiene que cuidar y como la Sra. Leen trabaja esa seré yo

-¿si sabes que no soy un niño pequeño? ¿Verdad?

-anoche te comportabas como uno- dije con burla- tuve que pasar la mayor parte de la madrugada en tu habitación para que pudieras dormir

-es que tu compañía es agradable- dijo parándose de la silla, se paró atrás de mí y se acercó a mi oído- además anoche te dije que te acostaras a mi lado para que estuvieras mas cómoda pero preferiste quedarte en la silla del escritorio con la computadora

Me paré rápidamente de la silla para alejarme- no creerías tú que iba a dormir en la misma cama contigo

-¿y cuál es el problema? La cama es lo suficientemente grande para los dos, además no sería la primera vez que dormirías en la misma cama conmigo

-pero esa vez Mitsuha estaba de por medio

-si lo se… que decepción- soltó un suspiro

-¿Qué te pasa Reiji? ¿La fiebre te coció el cerebro?

-puede ser- dijo con burla- … pero a pesar de que la enana estuviera de por medio no borra el hecho de que ya hemos compartido cama

-Reiji no digas eso… suena muy… comprometedor- dije esquivando su mirada

-te ves tan adorable-dijo y fue cuando entre en razón de que estaba sonrojada

- imbécil- le di en el brazo- lo hiciste apropósito

-¿yo?... yo no he hecho nada- dijo haciéndose el tonto

-como digas, ya que estas bien me voy a mi cuarto- subí las gradas y me metí a mi cuarto, no sé qué voy a hacer todo el día encerrada

Narra Reiji

Ains se ve tan linda cuando se sonroja quisiera que todo el tiempo estuviera así- como digas, ya que estas bien me voy a mi cuarto- me dejo solo… supongo que las cosas buenas no duran para siempre

-bien… ahora ¿Qué se supone que haga?- susurré para mí mismo, no pienso quedarme todo el día aquí encerrado, en ese momento una idea se formó en mi mente- ¡claro!- ¿Cómo no lo pensé antes?, comienzo a preparar más Sándwiches, jugo y arroz con pollo, me tomó alrededor de una hora… nada mal, meto la comida recién hecha en una canasta excepto por los sándwiches y el jugo antes de salir los guardo, en la misma canasta coloqué un par de platos, vasos, cubiertos y un mantel, agradezco que es una canasta grande, subo las gradas y toco la puerta de la habitación de Hikari

-pasa- dice y yo paso, esta acostada viendo el techo supongo que esta aburrida

-vamos a salir arréglate

-¿para dónde crees que vas?

-dije vamos- señalé con obviedad- pero si estas ocupada… tranquila no importa, iré solo con el riesgo de que me vuelva a dar fiebre alta y me desmaye en medio de la calle sin…

-bien, bien no exageres- paro con mi escena digna de un oscar y sonrío- iré, me baño y salgo

-bien- salí de su habitación a la mía y de ahí al baño de abajo para arreglarme, cuando estoy listo me visto con un jean oscuro, una franela verde y zapatos negros, bajo para terminar de guardar las cosas y espero a que baje, al cabo de unos diez minutos baja Hikari tiene un vestido blanco con diseños florales azules, unas zapatillas azules y su cabello está recogido en una cola alta- te ves… hermosa- y no miento, esta hermosa

-gracias…- observó la canasta que estaba en una mesa atrás de mi- ¿y eso que es?

-tengo que hacer un encargo ¿nos vamos?- asintió y salimos de casa- necesito que lleves la canasta nos vamos en la moto

-está bien- nos montamos en la moto y ella acomodo la canasta para que no se le cayera- ¿Qué llevas ahí?

-unas cosas

-bien…- dijo poco conforme con mi respuesta, primero pasé por una panadería para comprar una torta pequeña de chocolate, me la guardaron en una de esas cajitas decoradas de cartón y salí del local- ¿dulce? ¿Qué clase de mandado es este?

-vamos al arroyo- dije metiendo la torta con cuidado en la canasta

Narra Hikari

-¿Al arroyo? ¿Qué vamos a hacer allá?- estoy confundida se suponía que ese lugar solo lo conocemos él y yo, y hacer un mandado a ese lugar es… un momento yo siempre de lenta, ¡DIOS! ¿Por qué siempre encuentras una forma para mantenerme cerca de él?

-vamos de picnic- dijo y se volvió a subir a la moto

-si… bueno para quedarme encerrada todo el día en la casa prefiero esto, vamos pues ¿Qué esperas? ¡Arranca!- dije emocionada por esa idea, si lo se primero me quejo porque estoy con él, pero vamos… es un picnic y tampoco quería quedarme todo el día encerrada sin hacer nada

Todo el trayecto fue en silencio hasta que llegamos y acomodamos el mantel bajo la sombra de un árbol, todo se ve muy lindo, el mantel en la grama, los platos bien acomodados, la poca comida porque solo somos dos, el jugo y la torta que por cierto es de ¡chocolate! Todo está muy bonito, busco mi teléfono en mi carterita y le tomo una foto al lugar, ciento que esto es algo que voy a querer recordar para siempre, Reiji que estaba terminando de acomodar las cosas se me acerca, cabe señalar que también apareció en la foto, se ve bien y no pareciera que está saliendo de la fiebre