Capítulo 1

Mi nombre es Allison Thompson. Podríamos decir que mi vida es normal, aunque... no como yo quisiera.

Cada día es solo uno más para salir de la escuela y buscar un buen empleo y luchar en la vida normal que todos llevan aquí en Londres, Inglaterra.

Asi es, vivo en Londres, aunque no nací aqui. Soy de México, pero nos mudamos cuando yo tenía seis años, por el trabajo de mi papá. Ahora vamos cada dos años a México; admito que cuando llegamos a Londres era genial, conocer gente nueva y nuevas culturas, además de la aventura de tener que hablar inglés. Pero ya me acostumbré tanto, que para mi, todo esto es normal. Supongo que es parte de la experiencia. *

El gran y maravilloso Londres donde está el Big Ben y donde un río cruza la ciudad. Para nosotros, (ya que ahora soy ciudadana oficial de Inglaterra) es de lo mas normal ver el Big Ben de camino a la escuela. Cada mañana veo a los turistas emocionados, tomando fotos al Támesis o al Puente de la Torre, no puedo creer que paguen cientos de euros por venir aquí y nosotros solo vivimos un día más. Es algo realmente curioso cuando lo analizas. Supongo que cualquiera que vive en un destino tan importante como este piensa lo mismo, como los que viven en Amsterdam o algo así. 

Mi padre, Andrew Thompson trabaja en la 30 St Mary Axe mejor conocida como The Gherkin, el centro financiero de Londres y mi madre, Jade Thompson es maestra en una primaria. Mi padre es orignario de Inglaterra, fue a México por trabajo, el mismo trabajo que lo trajo de regreso. Conoció a mi mamá en uno de sus reocrridos turisticos por un museo de la Ciudad de México, se enamoraron, se casaron y aquí estamos. El apellido de mi madre es Vargas, pero en UK se usa el apellido del esposo, entonces...

Mi madre siempre me cuenta historias sobre como todas sus amigas la envidiaban por haber conquistado a un británico y de hecho aun causa sensación cuando visitamos a la familia. 

Yo, por mi parte, recién entré a la BRIT School, que es una escuela artística y todo eso, pero realmente no tomo ninguna clase artística, solo las académicas. ¡Lo sé! que locura ¿no?

En un principio mi objetivo era tomar las clases sin que mis padres lo supieran pero la verdad es que no me animé, en realidad estoy allí por mi amiga Brooke Hamber que planea ser actriz. Ella si es de aquí y nos conocemos desde que llegué, fue la primera niña en hablarme y la verdad es que nuestra relación se volvió más como una hermandad, todo fue tán fácil y rápidamente nos volvimos super cercanas, yo iba a su casa, ella a la mía, teníamos pijamadas, jugabamos, la gran cosa, en realidad.

A veces voy a sus ensayos, pero aunque me llama la atención estar en un escenario y actuar, modelar o incluso cantar, sé que mis padres jamás me apoyarían (ya que no son "fans" de la farándula, razón por la cual iba a tomar las clases a sus espaldas) y además me pondría nerviosa frente a todos, nunca lo he hecho y me considero una persona introvertida. Creo que no estoy hecha para eso, por lo que en realidad es un sueño imposible tener un Oscar en mis manos. Créanme, diario pienso en esto.

Aunque Brooke siempre me anima a tomar una clase con ella, una clase de tipo artístico, siempre le invento algo con tal de no ir. No sé, no me siento cómoda. Soy muy jóven para ser la burla en las redes sociales o en la escuela incluso, 16 años es muy poco para tener un suicidio social. 

En esta escuela hay varios artistas potenciales y algunos ya son famosos, solo están aquí para terminar la preparatoria y ser libres. Porque hasta donde yo sé, todos los contratos para artistas menores de edad, les exigen terminar la preparatoria por lo menos. Bueno, eso dice Brooke.

En fin, esa es básicamente mi historia.

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Eran las seis de la mañana y yo seguía acostada en mi cama, no tenía ganas de ir a la escuela. Como casi todos los días.

- Allison, ya levántate!!! - gritó mi mamá desde la cocina de la casa.

Si no le hacía caso, en cualquier momento podría subir y sacarme de la cama jalándome de los pies. No quería comenzar el día de esa manera, así que me levanté y escogí algo sencillo.

Después de vestirme y peinarme, bajé a desayunar lo mas rápido posible, para poder llegar a tiempo a la escuela.

- Pensé que nunca bajarías - dijo mi padre justo antes de tomar de la taza llena de café.

- Lo siento - dije mientras mordía el pan tostado con mantequilla, evitando que las moronas cayeran en mi bufanda. Lo devoré y corrí a lavarme los dientes, tomé mi mochila y acomodé el goorro tejido en mi cabeza, lista para irme.

- Andrew se hace tarde - dijo mamá. Se acercó a mi y me dio un beso en la frente - Ten un buen día cariño y recuerda divertirte.

- Si mamá - contesté con una media sonrisa. Siempre decía lo mismo... tal vez porque soy la única en una escuela de artes que no toma ninguna materia artística. Pero hasta cierto punto el bullying era casi imperceptible.

En el camino, dentro del auto en el asiento del copiloto, me puse mis audífonos con música de Maroon 5. Miré por la ventana como de costumbre para ver a todo el mundo en su vida normal. Era algo realmente paradójico para mi. 

En Londres viven infinidad de famosos y solo me he topado a uno en la calle. Ese fue un gran día, jamás lo olvidaré y la foto en mi cuarto me ayuda con eso. Pero en la escuela, ni una sola vez me he topado con un famoso, sólo con los artistas potenciales con los que se junta Brooke, pero ellos no son famosos aún, así que no cuentan.

- Papá - dije para llamar su atención.

- Mande Allison - dijo con la mirada en el camino.

- Si yo quisiera ser actriz o modelo o algo parecido, ¿qué dirías? - pregunté tímida

- Vaya - comenzó a reir - Que loca idea, espero que no hables enserio - ante eso solo suspiré, sólo quería corroborar que sigueira en mi realidad.