Dedicatoria

A todas esas personas que aún siguen esperando esa llamada.

A todos esos corazones que aun rotos siguen luchando.

A todas esas lágrimas que nos hacían creer que éramos débiles y en

realidad nos hacían más fuertes.

A esa persona que sin decírnoslos siempre nos recuerdan que

el amor propio debe ser lo primero en nuestras vidas.

A esa persona que esperamos escuchar del otro lado de la bocina.

A todos eso cielos grises que se ocultan detrás de las nubes por miedo

a mostrar sus colores.

A todas esas canciones que se vuelven especiales después

de acompañarnos en nuestro dolor.

A todas esas caídas de las cuales aún nos seguimos levantando

y curándonos las heridas que nos dejaron.

A todas las Flores lilas del planeta.

Y a Alison e Isabel

por siempre demostrarme y motivarme a seguir, a escribir historias que

demuestran que después de la tormenta se puede encontrar un rayo de luz al otro lado.