-Entonces... ¿no me usaste? -La chica parecía entrar en razón-.
-No Shannon, en ningún momento lo hice. Nunca lo planeé, no sería capaz de hacerlo.
-Ya veo, lamento por alterarme de esa forma tan brusca. Lo siento Danny.
-No te preocupes Shannon, las cosas suceden por algo.
Se abrazaron, pero había algo que no concordaba, ¿por qué la chica sentía más calor y un peso de más?. Sentía que abrazaba a alguien mucho más alto. No sé equivocaba, Danny se transformó en Lobo sin previo aviso.
Como el Lobo era superior en fuerza, bastó enfocar su fuerza para encimarse en la chica, dando lugar a la escena de aquella vez, cuando la tenía sometida en la cocina. El Lobo tenía unos ojos espectrales, peor que cuando eran del tono carmesí, ahora desprendían una aurora del mismo tono sin dejar ver una pupila, parecía un Lobo endemoniado, sin alma. Una criatura enviada por el mismísimo Diablo. No había retorno, la chica moriría, sería sacrificada y el Lobo tendría su sangre como lo había estado deseando. El lobo estaba a punto de morderla, de repente una figura misteriosa empujó al Lobo cerca de la puerta del sótano, la criatura quedó incosciente el suficiente tiempo para huir, aquella figura era Matthew Olson, había despertado de su sueño al fin.
-¡Matt!, me siento muy feliz de verte.
-Igual yo Shannon, pero tenemos que salir de aquí ya, ¡antes de que despierte!.
-Entendido, pero... No sé dónde están las llaves -Dijo mientras Matt intentaba abrir la puerta principal para huir-.
-¡Mierda!, ¡¿dónde están?!.
-¡No lo sé!, no vi donde las dejó Danny.
-¡Ah!, esto es genial. Tendré que romper su puerta y con ello nos podrá perseguir por toda la calle. ¡Qué bien!.
La criatura se levantó de nuevo en busca de su presa, se sacudió un poco para entrar en razón.
-Matt, ¿quieres apurarte?, se está levantando.
-¡Joder!, ¿quieres esperar?. La maldita puerta no cede.
La puerta era de madera de roble de 30cm de grosor, los Burnley querían vivir seguros después de todo. Seguía la serie de patadas y con ello la criatura se acercaba, de repente gruñó tan fuerte que llamo la atención de ambos, estaba justo enfrente de ellos. Se pegaron lo más que pudieron a la puerta, rogaban que el Lobo no los matara.
-Matt, esto se acabó, no hay salida.
-No, no, no, ¡no!, Mierda. Tiene que haber otra forma.
-Déjame, solo sálvate, me quiere amo no a ti.
-Claro, ¿y la promesa que le hice a mi amigo?. Eme hizo jurar que te protegiera en esta situación, si mueres a mi me asesina. ¿Entendiste?.
La criatura de aproximaba más.
-¡Olvida la maldita promesa!, ¡Sálvate con un demonio!.
-¡Qué no puedo!, Shannon, maldición, deberías escucharme. Saldremos de ésta.
-Olvídalo, menos saldremos.
-¿A qué te refieres?.
-Las llaves, las tiene en su colmillo.
-¿Cómo puedes de...?, Ay mierda, esto sí que es genial, tantos malditos lugares y él las tiene.
-Vele el lado bueno, sabemos dónde están.
-Si pero preferible luchar por buscarlas que suicidarnos.
-Tengo una idea, yo me acerco y tú le pegas.
-Nos verá ir.
-No, te dije que él me quiere, no a ti.
-Está bien, cederé por esta vez, si mueres, me iré de la ciudad. No quiero ver a mi amigo depresivo.
-No te preocupes, estaré bien, siempre y cuando hagas lo tuyo.
-Entendido, a la cuenta de tres.
-3...
-2...
-1...
-¡Ahora!.
Ambos salieron disparados, Shannon giró un poco a la izquierda para distraerlo de Matt, aquél abrió el hocico sonriendo sádicamente, cuando creía tenerla Matt le propinó un patadón tan fuerte que lo noqueó. Rápidamente tomó las llaves y salieron de la casa a media noche, en medio de una tormenta, se dirigieron a la residencia de Shannon antes de que sus esfuerzos fueran en vano.
-Tenemos que hacer algo, se está saliendo de nuestro control -Manifestó la chica, sentada en un sofá tomando un café sin dejar de mirar al frente-.
-Lo sé, esta fue la mayor de las advertencias, es una desgracia, a punto de convertirse en tragedia -Dijo Matt dando vueltas detrás del sofá, en el pasillo principal donde se encontraba la puerta principal-.
-No sé qué hacer, quiero ayudarlo pero no sé cómo.
-Tranquila, tiene que haber otra alternativa.
Ambos chicos fueron a dormir, había sido una noche larga, demasiado.
Al día siguiente, Shannon fue a la casa de Lobo, Matt ya no estaba, desapareció. Ni siquiera dejo una nota o algo. Absolutamente, nada.
Danny abrió la puerta y la saludó.
-¿Qué haces aquí tan temprano? -Está fin de semana, próximo a las vacaciones-.
-Se acabó Danny, se acabó.
-¿Qué se acabó?.
-Me voy de tu casa, estuviste a punto de matarme, es muy peligroso, peor de lo que me imaginaba.
-Ya te habías tardado.
-¿Qué quieres decir?.
-Maldición Shannon, deja de hacerte la inocente, sabes que te advertí un sinfín de veces que esto podría pasar, sin embargo, tú insististe dejándome sin otro opción. Ahora vienes y dices que se terminó, qué bien, ya estaba preparando un discurso para despedirte sin tener una discusión, me has ahorrado el trabajo, gracias.
-¿Estabas esperando el momento adecuado para sacarme de tu casa?.
-No, dije, para despedirte, ayudarte a llevarte tus cosas. Shannon, estuve en 3 ocasiones a punto de matarte, ¿crees que eso me hace sentir cómodo?. Dejando a un lado lo que pienso, tú, ¿cómo te sientes?, que con quien vives trata de matarte. ¿Qué piensas?.
-No quiero discutir, solo ayúdame...
¿quieres?.
-Claro, permíteme ayudarte.
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Editado: 11.10.2018