Después de levantarse para el inicio de semana, la pareja se encontró con un volante de un chico que se perdió del salón y que no había vuelto.
-Maldición, ese tipo es de mi salón.
Da igual, ya sabes lo que dicen, se fue de parranda o yo que sé, no se ha contactado con sus padres. Quién soy yo para juzgarlo, ni siquiera me molesta su desaparición.
-Aquí dice que lo vieron hace una semana.
-Demonios, eso no suena bien.
-Lo sé, ¿podrías buscarlo?.
-¿Cómo pretendes que lo busque?.
-Eres un... -Justo en ese momento iban ingresando al plantel un par de alumnos, estuvo a punto de decir que era un Lobo-.
-Sabes lo que eres, deberías ayudarlos.
-Está bien, lo haré por ti.
Después de clases, Danny intentó buscar a su compañero de clase, en vano, ni siquiera tenía una prenda que lo guiara.
-No puedo hacerlo, no tengo un rastro que seguir.
-Tienes que haber una forma.
Al día siguiente había otro desaparecido más, y así fueron incrementando hasta que todo el salón estaba desaparecido, excepto él.
-¿Ahora la policía actuará? -Preguntó la chica-.
-No lo sé, pero no me quedaré de brazos cruzados, esto significa que alguien los usará para algo, lo desconozco, aunque, estoy seguro.
-Muy bien, debemos ponernos en marcha.
Era fin de semana y ambos fueron a casa de uno de los desaparecidos, mostrando condolencias y que si podrían dar una prenda de su hija, ya que pensaban que un secuestrador en común los tenía a todos. Los padres accedieron, inventaron la historia de que tenían un perro que los ayudaría en el rastro cuando en realidad era Danny.
Una vez en su casa, se transformó en Lobo y buscó el rastro, indicaba en ruta hacia una casa de seguridad, cerrada por completo y las ventanas eran de cristal negro, polarizado. Una casa de muy mal rollo. El Lobo se adentró, no sin antes decirle a Shannon que no se desviara y que agarrara su cola para no perderla.
Obedeció y se dirigieron a donde el rastro lo guiaba, era una casa oscura, extremadamente oscura, sin embargo, el Lobo veía sin problema alguno. De repente se escuchó la voz de una joven pidiendo ayuda, el Lobo se volvió más sigiloso de lo normal, escondió a Shannon y se dirigió al origen del ruido, había una puerta de madera hacia un sótano, ahí estaban las víctimas. Comenzó a rasgar la puerta pero fue inútil un hombre se acercó y lo tomó del cuello, al ver que pesaba demasiado el Lobo lo mordió del cuello, destrozándole la clavícula. Shannon se aproximó gracias a que el Lobo fue por ella, abrieron la puerta y estaban todos dentro, faltando algunos. Pero la mayoría de concentraba ahí, Shannon los desató mientras el Lobo hacia guardia, se alejó un poco para ver una ruta de escape, vio que la puerta principal la podía destruir. Se transformó en humano y se acercó a Shannon.
-Encontré una ruta para largarnos, muévete, creo que viene uno de ellos.
-¡Ya voy!.
Solo faltan uno para terminar las dos docenas.
Danny iba por el frente guiando al grupo, derribó la puerta de varias patadas y salió huyendo, regresó a la casa de seguridad ya que escuchó voces gritando que se escapaban. Volteó y se adentró en la casa, de transformó en Lobo para matar a los secuestradores, en cambio el grupo dirigido ahora por Shannon, fue a la comisaría para que entregaran a los chicos a sus familias. Ella lo esperó en la casa, entonces llegó.
-Fue una batalla revoltosa, pero valió la pena. Hicimos algo bueno, necesito otra prenda para saber el paradero del resto, si es que están ahí. -Dijo, pero la chica no volteó a verlo-.
-Danny, ellos no eran normales.
-¿Quienes?.
-Los secuestradores, ¿por qué crees que la casa estaba oscura?.
-Casa, oscura, cuerpos... Víctimas...
No me jodas, ¿son Vampiros?.
-Así es. Al menos eso pienso, sino, ¿por qué la casa tan oscura?.
-Maldición, tenemos que encontrarlos ya.
En el periódico de esa tarde se anunciaba que un perro los ayudó a escapar, decían los testimonios de las víctimas. Fueron de nuevo con los padres de los que faltaban pidiendo una prenda.
-¿Así que ustedes son los del perro?.
-Si, somos nosotros. Pero no aseguramos que pueda ayudar, pero dará todo.
-Claro, esperaremos.
Los padres estaban desesperados por encontrar a su hija, Danny haría un esfuerzo por ellos.
-¡Tengo el rastro!. Toma mi cola y no te apartes.
El rastro los llevo afuera de la ciudad un bosque no tan amigable. Ramas secas por todos lados, un bosque triste, deprimente y aterrador. El Lobo seguía el rastro hasta una especie de búnker, una instalación subterránea, eso era seguro. De nuevo, estaba totalmente oscura, él veía sin ningún problema, pero ella no lo pasaba muy bien. El Gran Lobo Negro estaba cerca de sus compañeros, estaba encerrados en un cuarto, con un propósito seguramente retorcido de los vampiros. Danny no estaba seguro si alguien los veía o no, pero estaba seguro que alguien sabía que se infiltraron. Llegó al cuarto, Shannon accedió y le Lobo hizo guardia hasta que terminara de desatar a los demás. 26, eran los compañeros que hacían falta.
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Editado: 11.10.2018