Jungkook es el tipo de persona que tiene una paciencia increíble, aunque pude llegar a frustrarse por no lograr que las cosas se den tal como él quiere, conozco ese sentimiento, mejor de lo que puede llegar a parecer. A pesar de ser una persona muy callada tiene muchos temas de conversación, interesantes para quien sabe apreciar, siento diferente cuando estoy con él, es como si lo conociera de hace bastante tiempo. Puedo hablar abiertamente de casi cualquier cosa.
Después de terminar las clases, salí de la universidad, había dejado el auto así que mi plan era caminar como en la mañana, aunque el sol de primavera es algo fuerte, viéndolo así, sería una larga caminata hacia mi destino.
—¿A dónde vas? —Taehyung detuvo su auto tomándome por sorpresa.
—No hagas eso —me detuve al instante, pues no pretendía encontrarlo, pensaba que se iría por otro lado —voy al centro, ¿tú no vives hacia el lado contrario?
—Pues vi que venias hacia acá, se me hizo raro, además no me esperaste, otra vez, sigues evitándome.
—Pensé que estarías ocupado —seguí mi camino, por mi mente paso lo que vi hace un rato, cuando no contemplaba topármelo, estaba con otra de esas chicas, qué más da, solo debo dejarlo pasar, con el tiempo dejara de doler. En esta etapa de mi vida, siento que estoy viviendo mis experiencias más amargas, y muchos dicen que es la mejor edad de la vida.
—Pues para ti no estoy ocupado, eres mi novia, ¿cómo voy a estar ocupado para ti?
—¿Ustedes son novios? —Jungkook se encontraba unos metros atrás de nosotros, lo suficientemente cerca para escuchar nuestra conversación. Estaba algo desconcertado, pues como no estarlo, nosotros somos completamente diferentes.
—Sí amigo —Taehyung se bajó del auto y se acercó a nosotros, abrazándome por los hombros.
—Claro que no —lo mire con enojo —solo es otra de sus bromas. Taehyung, por favor, deja de decir esas cosas, nos vemos mañana —intente seguir mi camino, pero no me dejo —¿qué?
—¿Te has enojado?
—Sí, no puedes andar por donde quiera diciendo cosas que no son ciertas, déjame ir, no quiero decir nada que no deba.
—Está bien, nos vemos después —se apartó de mí y seguí caminando con Jungkook a un lado —perdón, no debías escuchar eso.
—Llegué en un mal momento.
—No te preocupes, es solo que estoy algo estresada, no suelo reaccionar así, y que dijera eso solo me hizo enojara—trate de sonreír —creo que no debí reaccionar así, esto surgió por mi culpa.
—Bueno, no sé qué lo llevo a decir eso, pero si no es verdad entiendo tu enojo.
—Es que le dije a mi madre que tenía pareja cuando no era así, él solo trato de ayudarme, pero que lo diga así cuando no es verdad no está bien.
—¿Por qué hiciste eso? —seguíamos rumbo a mi departamento, a pesar de haber estudiado un rato entre clases, teníamos que hacer un trabajo en parejas, para nuestra suerte nos había tocado juntos, habíamos quedado de vernos a la salida, pero él tuvo que regresar por unas cosas que había olvidado.
—En una conversación con mi madre salió el tema de que no tenía pareja, en palabras de mi madre, por mi apariencia física —Jungkook me miro algo confundido.
—¿Por tu físico? Eres una chica muy linda, eso no tiene nada que ver —sus palabras me tomaron por sorpresa, haciendo que en mis mejillas apareciera un leve sonrojo. A parte de Taehyung, nadie más me había dicho eso, Lai o mi padre no cuentan —creo que tu madre se equivoca, no debe hablar así de las personas y menos de su propia hija.
—No lo entenderías, es una persona que solo guía por apariencias es mi martirio, por eso decidí mudarme, por suerte mi padre me apoya.
—Es tonto que las personas sigan catalogando así, desde mi punto de vista hay más que ver.
—Opino lo mismo, pero como hacerles entender.
Después de un rato, nos encontrábamos en la sala rodeados de libros y nuestros cuadernos, trabajar con él era mejor de lo que había imaginado, hacia las cosas con tal rapidez, que había hecho más de la mitad del trabajo.
—¿Cómo le haces para no desconcentrarte? —hable mientras dejaba los libros a un lado de la laptop y me recargaba en el sofá, estaba bastante cansada de estar leyendo y escribiendo.
—Pues es algo difícil, pero después te acostumbras, los consejos que te di debes ser constante en aplicarlos ¿Estas cansada?
—Lo seguiré haciendo. Sí, ya han pasado varias horas desde que estamos aquí, me duele la espalda de estar ahí ¿tú no?
—Hay que dejarlo aquí, tenemos tiempo antes de entregarlo y por lo visto ya casi terminamos —comenzó a guardar sus cosas —¿iras a DILETTO? —miro su teléfono por primera vez desde que habíamos llegado —Los chicos ya están allá.
—Vamos —tome mis llaves y un suéter ligero —¿Dónde queda? —me pare junto a él.
—Es un poco lejos, casi por la universidad.
—Oh, no te preocupes, podemos ir en mi auto, vamos.
Salimos del departamento rumbo al estacionamiento en el sótano del edificio, para luego salir rumbo al bar un lunes por la tarde. Buen inicio de semana.