No te vayas

Después de preparar el espagueti y la ensalada, comenzamos a comer, aunque seguía sin acostúmbrame a la comida, Jungkook se encargaba de que fuera poco a poco, aunque a veces no podía consumir alimento porque me causaba nauseas, trataba de hacerlo por mi bien, la nutricionista me había racionado la comida en menores proporciones —¿Cómo le haces para estar en forma? —pregunte a Jungkook tocando sus brazos.

—No hagas eso, me da cosquillas —dijo en un intento por separarse de mí.

—Sí, pero dime —me acomode en mi sitio mirándolo con atención.

—A eso voy, solo es ser constante en hacer ejercicio, voy seguido al gimnasio, ¿por?

—¿Puedo ir contigo? Ya no quiero estar así —me señale, estaba incomoda con mi apariencia, no me gustaba verme así. Estaba comenzando a cambiar, mis hábitos, estaba mejorando, pero físicamente me seguía sintiendo mal, verme frente al espejo seguía siendo un reto, esto de mejorar mi autoestima y amor propio iban mal.

—Eres hermosa, tal y como eres, no hables así de ti. Y mejor hablemos de ese tema después, ahora hay que comer y después vamos a dar un paseo por el parque.

—Ay, que conste.

Fui a mi habitación después de comer por mi teléfono antes de salir, donde tenía varias llamadas y mensajes de Chiara, contesté a su último mensaje invitándola a venir, para lo cual accedió, tenía tanto que hablar con ella, lo que no podía por teléfono debido al poco tiempo libre que tenía por su trabajo.

Era difícil no ver a Chiara entre las personas, su forma de vestir resaltaba sobre las personas que se encontraban cerca, ella tenía ese efecto, sobresalía ante los demás, me hacía sentir interior el estar cerca de ella, pero su forma de ser conmigo hacían que olvidara el cómo se sentía el contraste entre nosotras.

Chiara se acercó a nosotros, tenía esa radiante sonrisa de siempre, como si nada pudiese borrarla de su rostro, somo si nada la perturbara —Hola T/N —al estar cerca de nosotros me abrazó de nuevo, como si no nos hubiésemos visto ayer.

—Hola Chiara, te presento a Jungkook.

—Hola, mucho gusto, T/N me ha hablado de ti.

—Un gusto —se notaba algo serio, tal vez pensaría que es como mi madre, pero ella no es así.

Caminábamos por el parque, había pasado un rato desde que Kookie nos había dejado para que pudiésemos conversar con tranquilidad, se lo agradecía internamente, no había podido estar ayer con mi hermana como me hubiese gustado. A veces había cosas que no le podía contar a nadie más que no fuese ella.

—¿Por qué no intentas llevarte bien con mamá? —cuestionó Chiara, era difícil que lo entendiera a pesar de que se lo había explicado tantas veces.

—Lo intenté, pero no termino nada bien —nos sentamos en una de las bancas alejadas de las personas — por ese motivo es que me fui de casa, me aleje de ella porque no pasaba un solo día que no me dijera que tan mal me veo.

—Pero ya sabes cómo es ella, solo es ignorar sus palabras.

Ella no sabía que es que una de las personas que esperabas que te apoyara no te trata bien —contigo nunca fue así, por eso piensas que es fácil.

—Ay hermanita, tienes razón, solo vivirlo en carne propia así lo entendería, y encontraría esa manera de ayudarte, pero a pesar de su trato sabes que ella te quiere.

Hablar con ella no cambiaba mucho, pero si aligeraba el peso en mis hombros —mejor háblame de cómo te fue en Italia, no hablemos de las tormentas que causa mi madre.

Cada palabra de cómo le había ido los últimos días antes de su regreso hacían que me emocionara al igual que ella, estar Italia siempre había sido su sueño como el mío ir a Londres, verla logrando sus sueños me inspiraba.

—Estar en Italia ha sido lo mejor, me hubiese arrepentido de no haber ido, pero estoy feliz, porque encontré grandes amigos y una gran oportunidad de trabajo, aprovecha esta oportunidad que tienes de viajar a donde más quieres. Cuando pase el tiempo te darás cuenta de que fue lo mejor que pudiste haber hecho.

—Lo tendré en cuenta Chiara, no sabes cuánto extrañe hablar así contigo, tenerte cerca sin que te tuvieses que ir por tu trabajo cuando más quería hablar contigo.

Estar a solas no era siempre lo mejor, o te llevas bien con la soledad o no lo haces, hay veces en las que esa soledad sobrepasa lo que podemos soportar, no siempre hay conversaciones agradables con tu conciencia, empieza a distorsionarse esa realidad y todo se vuelve un caos, mi caos necesitaba un poco de ayuda para que no fuese terrible, y hablar con alguien era de ayuda.

—Y yo quería hablar contigo pequeña, nunca nos habíamos separado por tanto tiempo, siempre habíamos estado juntas, aunque no entiendo cómo es que conmigo eres una parlanchina y con los demás estas en silencio, bueno a excepción de Lai y un poco con Tae.

—Es entendible, nada es para siempre, tarde o temprano los caminos se separan guiándonos por nuestra vida —me miraba con una sonrisa contagiándome —y con respecto a lo de los chicos, es porque se parecen mucho a ti, no se diga Lai, tienen la misma personalidad, de ser diferente no me agradaría en lo más mínimo, y con Tae no sé, es un misterio, es un coqueto como no tienes idea y cuantas cosas más.