Solo quería escuchar tu voz

Mi personalidad era un enigma, hasta para mí, y es que realmente ¿Quién se conoce por completo a si mismo? A veces nos sorprendemos por cómo podemos llegar a ser, pero la versión de mi con Jungkook que ahora estoy descubriendo me gusta, porque aleja lo malo de mí, él aleja todos mis demonios.

De no ser por que sonó mi teléfono, hubiese seguido ahí pegada a Jungkook —Hola Chiara ¿qué pasa?

—Hola T/N —la voz de Tae se escuchó al otro lado —Hola T/N, estoy aquí con Tae, queremos saber cómo has estado, ya hace días que no nos respondes, te desapareces hermanita.

—Ay, perdón chicos, es que con esto de estar en una ciudad nueva e iniciar clases pues no me doy el tiempo de estar revisando mensajes.

—Imagínate que hubiese sido algo importante —dijo Tae.

—Pues en ese caso hubiesen llamado en lugar de esperar a que responda, los conozco.

—Estas en lo correcto —esta vez hablo Chiara —¿Puedo hablar con ella? —pregunto Tae a Chiara en un tono bajo que logre escuchar —Sí, hablamos luego hermanita, te mando un gran abrazo.

—Adiós Chiara. ¿Qué pasa Taehyung?

—Nada malo, solo quería escuchar tu voz, hace bastante tiempo que no hablamos, te extraño mucho, extraño estar contigo en silencio mientras haces tarea, o caminar a tu lado de regreso a tu casa, aunque no te guste mucho, extraño llegar de improvisto por las mañanas y que tu sigas durmiendo —Me senté en el sofá mientras miraba hacia el piso soltando un largo suspiro —Te extraño y eso que apenas inicia el semestre.

Sus palabras me hicieron sentir algo rara, no sabía que alguien podía llegar a extrañarme, o decirme esas palabras —El tiempo pasa rápido, así que no hay mucho de qué preocuparse, nos veremos cuando menos lo imagines.

—¿Me extrañas?, ¿llevas contigo la cadenita que te regale?

—Claro que sí, eres tan latoso que es imposible no hacerlo, y sí, de hecho, la tengo puesta en este momento —por inercia lleve mi mano hacia la cadenita que había decidido llevar puesta esta mañana.

—A veces eres cruel, pero lo soporto porque sé que no lo dices de verdad pequeña, yo también llevo conmigo mi cadenita y los chicos les mandan saludos.

—Diles que también les mandamos saludos, y tengo que cortar, hablamos luego Tae.

—Hasta luego T/N, te quiero.

—Yo igual —después de eso terminé la llamada y me dirigí a Jungkook quien estaba terminando de servir la comida. Verlo así de feliz, cocinando me hace feliz también —de no ser por ti, no sé cómo sobreviviría aquí.

—Bueno, aprovechemos que estoy aquí y vamos a comer cariño —se sentó a mi lado y comenzamos a comer.

Intentar olvidar a Tae había resultado tan bien, pero sus palabras resultaban inquietantes para mí, un nerviosismo reapareció, ese que no sentía hace tiempo, es imposible que, queriendo a Jungkook, no siga sintiendo una parte de lo que llegue a sentir por Taehyung en el pasado. Sin importar que fue un amor unilateral, donde la única que sintió algo fui yo, porque un amor de tal magnitud no se olvida tan fácil, eso lo comprobé. Solo que el amor que siento ahora va cambiando, mejor dicho, cambio, es más amistad que algo más, porque no hay comparación entre lo que siento por Tae y lo que siento por Jungkook.

—¿En qué piensas? —pregunto Jungkook sacándome de mis pensamientos.

—En ti — respondí con una sonrisa antes de llevar algo de comida a mi boca —y en algo que me dijo Taehyung hace un momento.

—¿Pensabas en Tae? —me miro con los ojos entrecerrados.

—En lo que dijo no en él, así que niño celoso, no lo malinterprete —me levante para llevar los platos al lavatrastos — no sin antes dejar un pequeño beso en su mejilla.

Mientras comencé a lavar los trastes que había usado Jungkook para preparar la comida y lo que habíamos usado para comer, él se quedó observándome —¿Qué?, ¿te gusta lo que ves? —hice la misma pregunta que él me había hecho hace tiempo.

—Sí, y mucho —me abrazó por la espalda recargando su mentón sobre mi hombro —eres hermosa cariño, cómo no apreciar tu belleza —deposito un beso en mi cuello causando un cosquilleo.

—No hagas eso —se me escapo una risilla ya que no me acostumbro a eso de que me toque el cuello, mi punto débil —me pones de nervios.

—¿Qué te pone de nervios?

—Tú, cuando me tocas el cuello, se siente extraño —dije mientras seguía lavando los trastes, al tener a Jungkook al lado, era más tardado, pero no me quejo de eso.

—¿Esto te pone de nervios? —dejo pequeños besos en mi cuello, a lo que yo asentí ya que eso me causo risa —eres única T/N —comenzó a reír al igual que yo.