La calma que antecede al huracán Pt. 4

Era fin de semana, así que teníamos todo el día para terminar las tareas y descansar mientras Jungkook se encontraba en la habitación yo estaba en la sala organizando mis deberes y marcando las tareas que ya había terminado hasta que me di cuenta de que le había olvidado unas cosas en el escritorio por lo que me dirigí a la habitación, al entrar, Jungkook se encontraba con la mirada fija en  la televisión, había dejado de lado de la tarea por estar con los videojuegos que le había regalado desde su cumpleaños. Por molestarlo tome el control a su lado y apague la televisión.

—¿Qué? No T/N eres muy cruel, estaba por ganar —volteo a verme con un puchero luciendo tierno.

—Ay perdón, le iba a bajar el volumen y la apague.

—Me la vas a pagar traviesa —se levantó de la cama.

—Qué nooo —me miro con una sonrisa y se dirigió hacia mí.

—Ya Jungkook no me hagas cosquillas —dije en un vano intento por detenerlo, entre risas ambos terminamos sobre la cama, término sobre mí.

—No, tú te lo buscaste así que te atienes a las consecuencias.

—Nooo ya, hahaha por favor solo estaba bromeando —dije tratando de que olvidara lo que había hecho antes.

—Pues ahora voy a jugar contigo ya que me hiciste perder —empezó a dejar besos por todo mi rostro causando que siguiera riendo.

—Ya no lo volveré a hacer.

Antes de que Jungkook siguiera la voz de mi madre hizo que miráramos en su dirección—¿A esto le llamas estudiar? —En ese momento mi mundo perfecto cayó haciéndose pedazos. Podía imaginarla en el océano teniendo una amena conversación con sus amigas mientras el sol las acompañaba en ese barco, no frente a mí aquí y ahora.

Ambos nos incorporamos, mi madre se dirigió hacia mi quedando frente a frente dando paso a que su mano chocara fuertemente contra mi mejilla, todo fue tan rápido que no dio paso a que reaccionáramos —te lo advertí, mis palabras no fueron en vano T/N.

—Pero mamá.

—Pero nada, hiciste caso omiso a lo que te dije antes, no estaba jugando cuando te lo dije, así que quieras o no, te casaras con Min Yoon Gi, y dejaras a un lado a ese muchacho.

—No, estoy cansada de seguir tus ordenes, de hacer lo que quieres, no entiendo madre, quería hacerte feliz, pero yo no lo era y no podía complacerte —mientras hablaba Jungkook solo observaba la situación, atento para evitar que mi madre volviera a ponerme una mano encima mientras ella solo tensaba la mandíbula —siempre marcaste diferencias entre Chiara y yo, entonces porque no me dejas en paz, y te vas con ella, siempre ha sido tu favorita, así que porque no seguir dándole una buena vida.

—Las dos son mis hijas, y no vas a saltar a mi autoridad, así que en este momento regresas a Corea conmigo.

—Señora Park —intervino Jungkook, pero mi madre lo interrumpió al instante.

—Tú te callas muchacho, esto es entre T/N y yo.

—No tengo por qué obedecer yo a sus órdenes, y no debería tratar así a su hija, debería pensar en lo que a ella la hace feliz —hablo Jungkook, pero antes de que pudiese decir algo más, me tomo de la muñeca y me jalo hacia la salida. —Señora —Jungkook me sujeto impidiendo que siguiera avanzando tras mi madre —T/N ya no tiene 5 años como para que la trate de esta manera, puede tomar sus propias decisiones, solo se está comportando usted de manera irracional.

—¿Crees que me va a importar lo que diga un muchachito como tú? Estas muy equivocado, Min Ho, encárgate de él —Min Ho se dirigió a él haciendo que se separara de mí.

—No hagas nada madre, me iré contigo, pero no le hagas daño —las lágrimas amenazaron con salir hare lo que me pides, pero déjalo en paz, te lo pido por favor.

—Bien, Min Ho, déjalo, pero no antes de que nos vayamos —con lágrimas en los ojos, ambas entramos al elevador, al llegar al primer piso Min Ho nos alcanzó.

A la distancia podía ver el auto estacionado, quería volver y asegurarme de que él estaba bien, pero algo me decía que no, y que yo tampoco lo estaría.

—¡T/N! — el grito desesperado de Jungkook fue lo último que escuché antes de que todo se tornara oscuro.

Todo lo que dias antes habia pasado tan solo era la hemrosa calma antes de que el huracán se hiciera presente.