Escucho tu voz

La semana estaba tan ajetreada, a penas y tenía el tiempo justo para descansar un poco, entre clases y horas de estudio, no sabía que era más cansado, a veces solo quería dejar todo y hacerles caso a mis padres y renunciar a esto e intentarlo después cuando todo estuviese en orden o seguir aquí tratando de comprender cosas que no se quedan grabadas en mi memoria, no sabía que tan difícil iba a ser todo esto.

Liam, quien había ido a verme al hospital acompañado de su novia se encargaba de ayudarme a comprender lo que veíamos en clases, mientras uno de los profesores me ayudaba a estudiar para los exámenes que cada vez estaban más cerca. A este paso sentía que los días duraban menos, miraba el reloj y cada vez era más tarde, conforme el tiempo pasaba solo me estresaba haciendo mi cabeza doler.

—Deberías descansar un rato, no es bueno que estes con lo mismo tanto tiempo, solo te estas cansando y no estas reteniendo la información —Yoon Gi se sentó en el sofá frente a mí.

—Quería estudiar, se me había olvidado como hacerlo también. Eso me lo habían dicho antes, pero no recuerdo quien —levante la vista dejando de lado el cuaderno y el libro a un lado, estaba bastante cansada, ya habían pasado varias horas desde que había dejado la universidad y había continuado estudiando aquí —¿y por qué hoy estas aquí tan temprano? —cuestione al verlo antes de la cena en el apartamento, desde que estaba aquí llegaba bastante tarde y se iba muy temprano por la mañana.

—Mañana salgo para Canadá, he terminado de revisar unas cosas aquí, así que venía a despedirme, saldré temprano así que no nos veremos en un tiempo.

—¿Como es eso de que ya te vas? —Chiara salió de la habitación sentándose frente a él.

—He terminado aquí con los pendientes, tengo que ver unos asuntos de personal en la sede de Canadá y tengo que estar en la empresa el viernes a primera hora.

—Te vamos a extrañar, no verte por aquí será extraño —dijo Chiara viendo a su alrededor —¿verdad T/N?

—Sí, pero entendemos que tienes asuntos que resolver. ¿No tenías que hacer algo Chiara? Dijiste que debías ir a comprar unas cosas.

—Oh sí, tengo que hacer las compras, hace falta algo de la despensa.

—¿Te acompaño? — se ofreció Yoon Gi viendo a Chiara.

—Sí, acompáñala, así no va sola —dije antes de que ella se negara.

—Y por qué no me acompañas tú —dijo tratando de ocultar su nerviosismo al verse a solas con Yoon Gi.

—Tengo que estudiar y descansar un poco, no tiene nada de malo con que él te acompañe.

—No, no hay ningún problema.

—Entonces vamos, solo déjame ir por las llaves del auto —Chiara asintió y él fue a su habitación.

Cuando los dos salieron del departamento, yo me dirigí a la habitación para acomodar mis cosas y darme un baño para después descansar un rato antes de retomar los libros para estudiar. Después de cambiarme y peinarme, me recosté en la cama con la intención de descansar unos minutos más, pero me quedé dormida. Era casi fin de semana, todo había sido muy demandante que el cansancio me venció esa tarde.

¿Imposible? No me importa, desvaneceré los límites, pero cariño, no puedo evitar enamorarme de ti— escuché sus palabras, los dos estábamos frente al mar, las olas y el viento suave hacían una escena perfecta. Estábamos ese chico y yo, se veía tan lindo. Esa propuesta vino a mis sueños haciéndome sentir un vuelco en el corazón, sus palabras traspasaron el umbral de mi memoria.

Al despertar mi corazón latía con fuerza y el teléfono a mi lado comenzó a sonar, pensé que había dormido más pero no había pasado más que media hora, contesté la llamada, era mi padre —. Hola, hija, ¿cómo están?

—Bien papá, Chiara salió al super y yo me quedé descansando un poco, ¿ustedes cómo están?

—Tu madre está durmiendo, aquí son casi las 2 de la mañana.

—¿Por qué estas tan tarde aún despierto? ¿ha pasado algo?

—No hija, no te preocupes, no podía dormir así que decidí llamar. ¿Cómo va todo, aún quieres quedarte allá? ¿no es muy difícil?

Suspire —no voy a mentirte, a veces siento ganas de rendirme, hay muchas cosas que no entiendo, aunque me han estado asesorando no se le quita lo difícil a esta situación.

—Sabes que puedes dejarlo cuando quieras, no tienes por que esforzarte tanto, aún no te has recuperado por completo, esto no estaba en tus planes hija, así que no debes preocuparte si al final no puedes hacerlo, aunque sé que lo harás muy bien de todas formas.

—Gracias papá. Hablar contigo siempre me hace recuperar la confianza.

—Me alegra mucho saberlo hija, creo que ya me iré a dormir, salúdame a Chiara, dile que hace falta mucho por acá al igual que tú.

—Si papá yo le digo, descansa, hablamos luego.

 Me levante y volví a centrarme en los apuntes que tenía a mi lado, aunque había descansado un poco, se sentía como si hubiese estado ahí por horas. Después de un rato, Chiara entro a la habitación, dejando a mi lado un vaso con agua y un par de pastillas —tómalas, ¿quieres cenar? Yoon Gi hoy ha preparado la cena.

—Sí, en un momento voy, por cierto, papá hablo dijo que te extrañan.