Capítulo 8: Introducción a la Academia.

Una brisa fría entra por la ventana de la habitación, y el resplandor del sol de la mañana golpea el rostro de Wind haciendo que medio abra los ojos entrecerrándolos sin percatarse de que ya es de día, segundos después; se levanta lentamente dejando caer su sabana; con ojeras en sus ojos y mirando el exterior por un buen tiempo.

—Ah, ¿qué hora es? Chicas, chicas, ¡CHICAS!

Alba se despierta de golpe con lagañas y dice:

—¡Ah! ¿Qué sucede Wind? Aún es temprano.

Kris despierta lentamente y luego de mirar forzosamente el reloj que está en la pared dice:

—No... ¡No es temprano! ¡Ya es tarde! ¡Son las ocho con dieciocho y las clases comienzan a las ocho con treinta! ¡Rápido hay que vestirnos!

Wind las observa como corren de un lado a otro y con una sobrecarga de adrenalina en su cuerpo les dice:

—¡Chicas alto! no tengo más ropa además de esta ¡¿qué hago?!

Alba se frustra mientras busca su suéter y le dice a Kris:

—¡Kris pásale una de mis camisas y un pantalón a Wind!

Kris salta hasta el ropero y le arroja una camiseta rojiza de líneas negras y un pantalón de cuero muy simple, mientras que Alba corre con una toalla y la ropa que se colocara hasta el vestidor.

Que graciosas chicas...

Kris; estando con la toalla puesta después de salir del baño; toca la puerta como una maniática.

—¡Alba sal del baño rápido! ¡Es tarde! ¡Tirare la puerta!

Luego de escuchar eso la chica sale del vestidor rápidamente hacia la habitación, portando solo su pantalón, sus zapatos y un sostén. Al instante Kris con su ropa en los brazos entra y cierra la puerta.

En muy pocos minutos sale hacia la habitación igual que Alba; y Wind luego de bañarse procede a entrar también con una toalla.

Se viste lo más rápido que pudo: colocándose los zapatos, el pantalón y la camiseta ágilmente; pero al salir no encuentra a las chicas, parece que la abandonaron.

—¡Wind baja rápido! ¡Llegaremos tarde!

Wind desciende por las escaleras cargando en su espalda una mochila que encontró, sale de la cabaña y cierra la puerta. —¿Qué clase de tecnología de baño es esa? —Se pregunta en su mente—.

Afuera del jardín la están esperando las chicas; molestas por su tardanza.

—Lo siento chicas; ustedes son muy rápidas.

—No importa; toma esto para que no te de hambre —Kris le pasa una manzana amarilla—.

Wind ve de manera extraña dicha manzana pero no se la come ahi, simplemente la guarda en su bolsa.

Las dos muchachas se agachan lentamente y de sus espaldas emanan un par de grandes y hermosas alas de energía. Las de Kris eran negras y oscuras, de estas salían partículas sombrías; eran como un tipo de alas de oscuridad, naturales de su “Skaiamancia”. Mientras que las de Alba eran de un fuego vivo resplandeciente, y aunque fueran asi; no quemaban su piel, ni a ninguna persona u objeto del ambiente, eran de un fuego inofensivo.

Al salir estas alas, emprenden el vuelo a una velocidad muy violenta dejando una gran onda expansiva infundida en polvo.

Wind se asusta y se confunde mientras las ve irse volando.

—Ellas también vuelan ¡rayos! ¡¿Me dejaran aquí?! —Pensó—.

Alba mientras esta en el aire, siente que falta algo.

—¿Oye y donde esta Wind?

Kris mira abajo en dirección a la cabaña; donde esta ella, saltando y moviendo los brazos tratando de hacerles una señal.

—Ah cierto que no sabe usar sus poderes.

Ambas chicas aterrizan al lado de ella y colocan cada una de las piernas de la chica en sus hombros, cargándola y elevándola hasta una gran altura a la que no puede evitar tambalearse y gritar del susto.

—¡Wind ya deja de gritar por dios! ¡Me vas a dejar sorda! —Dice Alba molesta—.

La pobre chica asustada, meneándose por el fuerte viento y la velocidad que llevan sus compañeras; trata de respirar para tranquilizarse pero cada vez dan más vueltas y se mueven más rápido.

Llegó un momento en el que entraron en un conjunto de chicos y chicas volando hacia la misma dirección, como una bandada de pájaros pero no de pájaros sino de personas aladas. Las chicas saludaron a algunas de las personas que vieron ahi, al parecer las conocían. Estas respondían con su saludo también pero la gran parte de toda esta "bandada de personas" se burlaba de Wind por no saber volar.