Capítulo 20: La excavación del Nether.

Las frías nubes que desprendían aquellas diminutas motas de nieve golpean la delicada piel de la joven, mientras que siente un millón de espinas en su estómago y en su pecho. Sus ojos se enrojecen no solo por el impacto del viento en estos durante su vuelo, sino también por la gran cantidad de lágrimas que caen hasta la superficie mientras vuela. Se siente destrozada y vacía por dentro, el cuerpo de su amiga está más helado que el clima, y el rostro de esta se halla humectado por su llanto. Entonces llega hasta la cima de un gélido nevado; realmente había volado toda la noche en busca de un lugar tan lejano y recóndito como ese. Allí, aterriza con mucha delicadeza... siente como el viento frio le quema la piel; pero no le importa. No importa que dolor sienta en ese momento, ninguno es o será mayor que el dolor que siente por haber participado en el asesinato de su tan trascendental amiga de la infancia. Lentamente camina, dejando huellas de sus pies y lágrimas en la nieve. La expresión de su rostro es muy seria, pero el dolor sentimental es indescriptible. Camina muchos metros adelante hasta llegar al centro del nevado, lugar donde planea enterrarla.

—Perdóname Miriam... —Son las únicas palabras que pueden salir de su boca estando sumida en ese sufrimiento. Despacio la recuesta en la nieve, y su espada de luz la coloca entre sus manos; encima de su pecho, como si la estuviera sosteniendo. En el horizonte, más allá de las blancas montañas el Sol comienza a aparecer, la oscuridad de la noche se disipa poco a poco y el crepúsculo se apodera del lugar. La luz de la mañana pega en los ojos, el rostro y el cuerpo de Kris, ahora sus lágrimas parecen ser de oro líquido y polvo de estrellas por el fuerte resplandor del firmamento. Entonces llora con más intensidad, y en un ataque de ira perfora el suelo con su Skaiamancia; lugar donde procede a colocar el cuerpo de su amiga y a enterrarlo con la tierra y la nieve.

—Wind levántate, tenemos que ir a la Academia... los chicos y Samanta ya se han ido —le dice Alba a Wind después de despertarse con el cabello despeinado y con una apariencia decrepita—.

La chica de repente abre los ojos sin mover ni un solo centímetro de su cuerpo, entonces mira a Alba —esta fue la peor noche de mi vida.

Alba comienza a entrecerrar los ojos del sueño y agrega: —Igualmente, pocas veces me ha tocado dormir en el suelo, y solo con una tela como colchón.

Wind procede a levantarse lentamente retorciéndose y acomodándose los huesos de lo mal que durmió —¿dónde crees que esté Kris? —Preguntó—.

—No lo sé, esa misma pregunta me la hago yo, que no haya dormido con nosotras es el colmo... pero no le des importancia, ya reflexionará y volverá con nosotras, por ahora ve a vestirte o llegaremos tarde.

Después de decir eso, la chica se retira. Wind se queda en silencio, ensimismada un pequeño momento. Trataba de dar una explicación lógica a todo lo que había sucedido interconectando todos los hechos anteriores y momentos con Kris, al no lograrlo, va a vestirse con la típica ropa roja que siempre se pone y con su armadura que suena mientras camina. Rápidamente desayunan panecillos con carne y jugo de fruta en la hoguera de un cocinero doow que hace la función de restaurante. Después de eso se van a la clase que les toca a la primera hora (la clase de Biología) como está haciendo toda la multitud de estudiantes. Esta vez tuvieron que ir a pie, ya que el efecto de espíritu de vuelo se les había terminado. Iban con mucho tiempo de sobra y hablando de cosas no muy importantes en el camino, cuando de repente al voltear la mirada hacia un pasillo se cruzan con Kris, quien también va a la clase de Biología vestida con una capa de color rojo, ya que su suéter blanco se rasgó en el combate.

—¡Kris! —Exclama Wind asombrada y acercándose a ella—. Pensé que no vendrías ¡nos preocupamos mucho!

Alba interviniendo inmediatamente le pregunta con enojo: —¡¿Dónde estuviste toda la noche?!

La chica en respuesta, se queda en silencio y baja la cabeza. Ante eso, Wind siente una curiosa empatía, entonces se acerca más a ella y le pregunta con un deje lastimero: —¿Qué ha sucedido Kathlemi?

Ella vuelve a sentir el dolor de cargar con la sangre de su amiga y rompe en llanto... Wind viéndose confundida e impotente la abraza —tranquila... tranquila... estamos aquí contigo.

Kris frente a esas palabras le corresponde el abrazo, pero Alba muy diferente, al ver ese momento no lo soporta, y ella también comienza a llorar dándoles la espalda. Unos segundos después dejan de abrazarse.

—Puedes contarnos lo que sucede sin ningún problema, somos tus amigas y no te juzgaremos por nada... estamos para ti Kris —le dice Wind tratando de animarla. Ella no responde, y mientras se seca las lágrimas sigue su camino hacia la clase de Biología, como un acto despreciativo. Alba voltea y se coloca al lado de Wind —No soporto estas cosas... ella debe estar pasando por algo muy duro, ¿pero qué será?