Capitulo 29: La marcha de los malditos, parte 2

Ambas chicas se detuvieron con sus alas extendidas justo frente a Ainz'Razius; su simple presencia enloquecía los vientos, levantando densas nubes de polvo, pero al desvanecer estas alas el alboroto cesó. Todos estaban absortos hacia ellas dos, pues sus cuerpos dimanaban luz y gran poder, sus ojos eran totalmente distintos, hasta el punto de infundir miedo. Ainz, con una relajación repentina guardó su mandoble e ignorando de golpe la apariencia de las chicas procedió a preguntarles: —¿Quiénes son ustedes? —Aarón y Lucas a diferencia de todos los demás, parecen ser las únicas personas ahí reunidas que reconocieron quienes eran aquellas mujeres; asombrado por su misterioso resplandor y con una gran confusión, Aarón responde la pregunta: —¡Ellas son estudiantes! —Lucas entonces interviene preguntándoles: —¿Por qué están aquí? —Los demás estudiantes que se encontraban ahí entonces comenzaron a susurrarse cosas; pues también estaban confundidos. Alba y Wind no muestran ninguna expresión, parecían seres sin alma, pero aun asi Alba procedió a responder la pregunta: —Hemos venido a proteger la Academia —Inclina un poco la cabeza al costado para mirar las paredes del castillo y un poco su interior a través de la entrada—. Pero al parecer ya han hecho un buen trabajo con las defensas.

Ainz comenzaba a irritarse, ¿Quiénes son esas mujeres que han venido con gran imponencia a tácitamente proteger la Academia? ¿Cómo es posible que fuesen estudiantes, siendo que estos son extremadamente débiles y no demostraban ni una pizca de poder más allá de lo común? Frunciendo el ceño, volvió a desenvainar su espada; el sonido del corte en el metal de su funda era hermoso y creaba un eco espeluznante.

—¿Cómo van a hacernos salir a todos alarmados creyendo que emisarios del Nether llegaban; siendo solo dos niñas con buenas intenciones?

—Preguntaba con enojo—. ¿Qué clase de estudiantes son ustedes? ¿Quién las envió?

Alba cerró suavemente sus ojos y cruzo sus brazos moviendo su cabeza de un lado a otro en símbolo de decepción, además de que le parecían preguntas absurdas; no necesitaban ser respondidas. Wind dio un suspiro, y respondió: —Realmente nos sorprende que un Profesor que nos dio tantas clases no nos reconozca en estos momentos, nunca destacamos en su clase, pero es impresionante. —Ainz echa su cabeza para atrás y arrugando su cara exclama: —¡¿Qué?! —Aprieta su puño y con inocencia se justifica—. Jamás las he visto, ¿Que estudiante de esta Academia crea tanto alboroto para llegar a un lugar? Más bien tienen apariencia de maestras, pero aun asi jamás las he visto, ¿Por qué no debería considerar que son enviadas del Nether?

Inmediatamente todos los estudiantes se alarman y empuñan sus armas en dirección a las chicas. Aarón y Lucas intervienen en defensa de ellas, Lucas dice: —Profesor Ainz, ellas si son estudiantes, siempre lo han sido, las conocemos desde hace años, al menos a la aquella cuyos ojos son purpuras. Se supone que deberían estar con el ejército del Aether, eso es lo que nos llena de miedo —mira a las chicas, y con una voz quebrada acompañada de una expresión de tragedia les pregunta: —¿Qué ha pasado?

Wind observa a Lucas sin querer darle la respuesta, aprieta sus labios y gira la mirada hacia Alba, dándole a entender que prefiere que ella lo diga, pero antes de que esta responda es interrumpida por Ainz: —¿Cuál es el nombre de su gremio?

—Crimson Stars, somos Crimson Stars —responde Wind—.

Al escuchar tal nombre, una oscura nostalgia llega a la mente de Ainz; pues ese era el gremio que más le había seguido el paso desde el comienzo de su coalición con Thaxrias. Involuntariamente inhala con fuerza por su boca demostrando asombro, el aire se le había escapado por un segundo, aunque jamás había tratado directamente con ellas ni con el resto de su gremio, reconocía la fama que tenían, la fuerza que manejaban y como él tenía algo que ver en todas sus tragedias. La chica skaiamante que el mismo había enviado con Huesonegro pertenecía a Crimson Stars, y la halomante también. —¿Sucede Algo? —Le preguntó Alba sospechando por su extraña reacción. El ceño de Ainz tiembla por un momento, pero recuperando la firmeza, traga un poco de saliva y responde: —Nada. Continuando... ¿Por qué están aquí?

Las chicas y todos los que están alrededor ignoran la actitud de Ainz, Entonces Alba procede a decir: —Bien, es una larga historia, y sin duda difícil de contar. El ejército del Aether, después de una aplastante victoria, tuvo que retirarse del combate; pues la situación se complicó de golpe. Huesonegro es mucho más inteligente y poderoso de lo que todos creíamos. Justo en el momento en el que el Aether daría fin a su vida, invocó tres Monstruos indescriptiblemente poderosos y gigantes que repelaron todas nuestras fuerzas. Huesonegro entonces escapó para abrir el Portal Geosincronico, pero Wind y yo recibimos órdenes de seguirlo y evitar que sucediera. Aunque lo dimos todo para vencerlo, fuimos derrotadas. Escapamos para avisar a las tropas pero la muerte nos pisaba los talones; no pudimos seguir avanzando —Alba deja de hablar, todos se quedan a la expectativa, pero no dice nada—.