Capítulo 1.

Hada's P.O.V

Despertarse con la luz del sol es un poco molesto pero despertarse con la luz del sol y, que tus padres canten y festejen gritando que es tu cumpleaños, ocasionando que te caigas de la cama. Pues eso me paso a mi. Eso es un despertar normal en mi vida.

- ¡Feliz cumpleaños a ti!- terminan de cantar mis padres esa canción típica.- ¡Vamos, Hada! ¡Pide un deseo!- me grita mi mamá, Katerine Colch Daft, acercando el pastel a mi cara.

"Que este año pasen cosas grandiosas."

Soplo la vela.

- ¡Genial! Ahora arréglate y baja a desayunar, tenemos que contarte algo importante.

Asiento con la cabeza y ellos se van, sin antes saludarme otra vez. Para mis padres es importante que cumpla quince años no se la razón pero jamás pregunté.

Hago mis necesidades y me quedo un momento frente al espejo observando mi reflejo. Observo mi cabello castaño con mechas azules, yo no me las hice. Según mis padres Helena, mi hermana mayor, me las hizo cuando era chiquita. Observo mis ojos de color azules, un azul bastante raro, es más claro que el tono normal. Observo mis pecas, mi nariz, toda mi cara y finalmente sonrío. Amo como soy, aunque en la escuela me dicen rara por como soy, me dicen nerd por estudiar y sacar excelentes notas, no tengo amigos pero no los necesito, prefiero estar sola a estar con personas falsas.

Me pongo una blusa de color celeste pastel, con un short blanco más mis zapatillas blancas. Bajo las escaleras y encuentro a mi padre poniendo la mesa.

- Hola, papi.

- Hola, brujita. ¿Emocionada por tu cumpleaños?

- Como alguien me dice, no todos los días cumples quince años.- lo miro fijamente y le sonrío.

- Entonces la persona que te dijo eso es muy inteligente.- me abraza y se lo devuelvo.

- ¿Por qué no hay un abrazo para mi?- nos soltamos y miramos a mamá, vamos hacia ella y nos damos un abrazo entre los tres.

La relación que tengo con mis padres no podría ser mejor, aunque extraño a Helena. Ella se fue a un instituto al cumplir quince años, en estos dos años no hablamos mucho.

Luego de desayunar nos sentamos en la sala. 

- ¿Qué me tienen qué decir?

- Es complicado.

- Solo sean directos.

- ¿Te gustaría ver a Helena?- pregunta mi madre, parece nerviosa.

- Que pregunta tonta, obvio que me gustaría.

- Hay algo que no te contamos.

- ¿Que pasa? Me están asustando.

- Veras... Yo soy un mago, Helena y tu también lo son.

Miro a mi padre, lo que dijo no tiene sentido.

- Que buena broma.

- Hada no es una broma. Hace Miles de años apareció la primera generación de los guardianes.

- ¿Guardianes? ¿De qué estas hablando?- finjo no saber de que están hablando.

- ¿Como te lo explico? Todas las historias, las leyendas son ciertas. Los hombres lobo, vampiros, magos; todo lo sobrenatural existe. Hada... la magia existe.

- Okey creo que voy a perder la cabeza.- me levanto del sofá.- Cuando quieran hablar como personas serias llámenme.

No me gusta hablarles así a mis padres, pero esto es irracional. Como si la magia existiera. Camino hacia las escaleras pero algo me lo impide, ¡no lo puedo creer! ¿Es una pared de agua? Intento tocarla pero al acercarme se mueve para atrás. 

Me giro. Tengo la boca abierta, no lo puedo creer.

- ¿T-tú? ¿Como hiciste eso?

- Ahora me crees.- mi papá suena sarcástico.

- ¡Esto es imposible! ¡Eres un brujo!

- Preferimos el termino mago.

- ¡No lo puedo creer! ¿Controlas el agua? ¿Qué más puedes hacer?

- Mejor siéntate.- me vuelvo a sentar en el sofá.- Si, controlo el agua. El agua es mi elemento. Nosotros, los magos, podemos hacer cualquier hechizo, pero lo que nos identifica es nuestro elemento. Existen cuatro elementos, agua, tie...

- Lo sé, lo sé agua, tierra, fuego y aire. 

- ¿Como lo sabes?

Me rasco la nuca.

- Me gusta leer cualquier libro donde aparezcan criaturas sobrenaturales.- admito. Es la verdad, desde chiquita me encanta leer. Conozco cada criatura sobrenatural, me apasionan esos libros.

- Entonces me tardaré menos en explicaciones.

- ¿Yo también controlo el agua?

- Eso es según, puede ser o tal vez controles el fuego o el aire, o la tierra. Eso lo sabrás en la academia.

- ¿Academia?

- La Academia Elemental. Allí van las personas como tú, para aprender a saber cual es su poder y a poder controlarlo.- se digna a hablar mi madre.

- ¿Cuál es tu elemento mamá?

- Yo no tengo, soy una persona común y corriente.

- ¿Pero, tu lo sabias? Digo, ¿lo de papá?

- Si, cuando me pidió matrimonió me lo contó.

- wow.

- Esperen un momento, ¿Helena está en la academia?- pregunto confundida.

- Si, cada adolescente al cumplir quince años debe ir a la academia.

- ¿Por qué?

- Cuando cumples quince años los poderes empiezan a florecer. Están desde que naces pero aparecen al cumplir quince.

- Interesante.- susurro.

Estuvimos horas hablando del tema. Luego de cenar voy a mi habitación a preparar mis maletas. Mañana me voy. Voy a volver a ver a Helena, estoy tan emocionada.