El oscuro secreto de los cazadores parte 2
Perspectiva Mikaeya:
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El tiempo comenzó a correr todos se adentraron en el bosque con sus respectivas parejas. Así que en resumen usaría mi magia para atraer animalitos salvajes y luego ver como mueren frente a mis ojos. Que mierda, esto era una mierda.
-Mika... -llamó Kyle a medio metro de mí, había olvidado que siempre acortaba mi nombre porque no podía pronunciarlo bien cuando éramos pequeños-, necesito que estés totalmente concentrada te necesito de verdad. Thomas se esforzó mucho para hacerme entrar en la Academia y no quiero defraudarlo.
-Es solo que... me siento mal viendo como sufren los animales o cualquier otra especie. -le reproché.
-Lo sé mejor que nadie, cuando éramos niños cuidaste esa ardilla con la pata rota por días. Cuando la ví, ella parecía esperar su muerte inminente pero tu la salvaste y desde ahí vivió en el roble de tu casa. Pero estas cosas son diferentes, no cazaremos a los Domovois que pueden ser amaestrados, sino a aquellos con la sed de energía mágica capaces de devastar pueblo enteros si se les permite reproducirse. Son una plaga se comen a los de su propia especie si no se les controla y puedes cerrar tus ojos cuando los cace.
Aun así quería negarme, pero también una parte de mi entendía la situación de Kyle además era mi amigo de la infancia aparte de él y Thomas fue difícil relacionarme con otras personas.
-Está bien... Mm... entonces por donde comenzamos.
-Imagino que los demás cazadores están guiándose por la esencia para encontrar sus madrigueras -afirmo Kyle-, por supuesto estudie todo de los Domovois y sé que construyen su madriguera debajo de un árbol de wisteria.
-Supongo que eso facilitara el trabajo...
-No tienes idea que tipo de árbol es ¿Verdad Mika? -me dijo Kyle con una mueca burlona. Yo le respondí con un puchero avergonzada.
Seguimos el plan de Kyle y encontramos dicho árbol, era un árbol común pero del que crecían plantas trepadoras de color violeta que se enrollaban en las ramas del árbol. Entonces aun dubitativa comencé a emitir energía mágica en forma de pulsos como había indicado la vieja Rumiko y durante 5 minutos nada paso. Le dije que fuéramos a buscar otra madriguera cuando escuche un rugido y de reojo vi una pequeña criatura que parecía una rata semihumana.
-¡Cierra tus ojos! -obedecí, lo único que escuche fue un leve sonido de algo atravesándose y luego un olor amargo.
-¿Ya puedo abrir los ojos? - susurré con un sentimiento de tristeza y miedo.
-Sí, hazlo. Lo hiciste muy bien, ahora vamos por la siguiente.
Y así continuamente fuimos moviéndonos por el bosque y cazando Domovois, Kyle me guiaba a los árboles, después emitía pulsos mágicos, los cazaba y finalmente metía los cadáveres en un gran costal negro que traía cargando de su hombro antes de que yo abriera mis ojos. Debíamos estar de regreso en el campamento antes sé la puesta de sol o estaríamos descalificados, como nos habíamos adentrado bastante en el bosque tuvimos que regresar con el tiempo justo porque los magos no éramos tan veloces para movernos en el denso bosque como los cazadores. Para nuestra sorpresa éramos de los primeros en llegar, cuando se puso el sol ya habían llegado todos muchos de mis compañeros magos venían con raspones y su ropa muy maltratada, pero no se comparaba en nada a como venían la mayoría de cazadores que tenían su ropa completamente sucia y bastante cortada.
-Mikaeya -me llamo por detrás una conocida voz chillona.
-Alice... ¿Qué te paso? Te ves como si hubieras salido de una mina de carbón -le dije fingiendo mueca de preocupación pero con un sentimiento de satisfacción y diversión dentro mi.
-Pues digamos que destruí muchas madrigueras buscando Domovois que resultaron ser madrigueras de Lebrilopes al parecer tienen esencias muy parecidas.
-Te advertí que ahí no era -le reprocho su flacucho compañero mago Rene Grensen-, no hiciste más que confiar en tu instinto de cazadora y no escuchaste mis consejos solo había que buscar árboles de wisteria.
-Ya cállate nerd la culpa la tuviste tú que no los atrajiste con tu magia, todos saben que soy la mejor- le reclamo Alice golpeando el pecho de Rene con su dedo indice.
-¡No es verdad! Si no los atrajimos es porque estábamos muy lejos de sus madrigueras. Decidí hacer grupo contigo porque ambos somos los numero uno, pero evidentemente fue un error. ¡Al carajo yo me voy!- dijo el flacucho nerd sacándole el dedo medio a Alice.
Alice intento seguirlo para discutir pero fue interrumpida por la profesora que exigió atención para comenzar con el conteo de Domovois.
Fui a esconderme hacia la carpa donde me tocaba dormir porque no quería ver todo eso. Después de unos minutos escuche a Kyle gritando mi nombre por todo el campamento, me disponía a salir cuando en la entrada de mi carpa choque con alguien y me agarre de lo que pude pero caí con esa persona sobre mí. Abrí mis ojos y era por suerte era Kyle, habría sido vergonzoso si fuera alguien más como Alice. Sin querer había pasado por mi cabeza una idea que me provoco una serie de fantasías una tras otra. Sentí como me ruborizaba cuando después de un largo rato en mi trance sentí que algo andaba mal.
Ambos hicimos contacto visual pero lo esquive de inmediato, me sentía avergonzada de mis pensamientos y evite mirarlo para poder sacar a Katherine de mi cabeza.
-Kyle... -le dije fingiendo una mueca despreocupada-, ¿Puedes quitarte de encima por favor? -mi amigo de la infancia se movió rápidamente y salió de la carpa.
-Esto, yo, venía a decirte que ganamos el concurso -me lo explico tartamudeando, algo extraño porque siempre hablaba con su voz gruesa y clara. Supongo que todos cambiamos con el tiempo.
-¡Felicitaciones! Si sigues así podrás superar a la pelirroja estresa vidas jaja.
Kyle se echó a reír, mi broma debió ser muy buena porque se mantuvo así mucho tiempo aunque más parecía una risilla nerviosa de las que me salen cuando estoy con Katherine pero cada quien ríe como quiere supongo.