Acechame Nathan

3. Bill Oxford, mi mejor creación.

En el transcurso de esa semana no la volví a ver, eso me resultó curioso pero decidí concentrarme en Bill Oxford, mi alter ego. ¡Pobre Austin! Comentaba la gente de la escuela, no dejé de publicarle cosas en una semana, todas por supuesto, eran ofensivas. Luego de una semana me bloqueó, era lógico que lo hiciera pero no entendí el por qué lo hizo tan tarde.

Cuando me bloqueó, empecé a acosarlo por mensajes a su teléfono celular, de ahí si no podría bloquearme jamás. Le enviaba un mensaje tras otro sin parar, para que no dejara de sonar su teléfono, le dejé mensajes en la madrugada, en la noche, en el día, le decía cosas como: “Te estoy observando” o “Te amo”, me gustaba sonar contradictorio para enredarlo, además, Bill a veces se comportaba como gay y otras lo insultaba, eso me resultaba genial. Me quería enfocar en cosas así para hallar su estilo. Luego de dejarle ya muchos mensajes por esa semana, le empecé a enviar mensajes de texto a su novia Sara en el que usaba un lenguaje que solo un pedófilo o violador usaría, le mandé tantos mensajes amenazantes, perturbadores y escalofriantes que me empezó a doler la mano y dejé de hacerlo, solo por esa noche. Fui a la casa de mi tío Felipe que vive a unas casas de la mía para que hiciera que mi teléfono fuera invisible o inrrastreable para el mundo. Él era experto en estos temas y me enseñó a usar varios métodos para esto, cuando le dije me miró mal, sabía que tramaba algo malo pero no me preguntó nada, agarró mi teléfono y se lo llevó a un pequeño taller que tiene en su cochera, luego de un par de horas que esperé con mucho aburrimiento, salió y me lo arrojó encima, ahora nadie me podría rastrear.

Luego fui a mi casa y empecé a mandarles mensajes de nuevo, me frustraba que no me respondieran, así que no me detuve hasta que el imbécil de Austin me dejó un mensaje: “¿No tecansas?”, me frustré aún más porque quería que explotara de la rabia, le inventé apodos pervertidos a él y a su novia, les dije que los iba a violar repetidas veces, me autodenominaba como un dios y les decía que debían idolatrarme, que todas sus plegarias debían ser dirigidas al santísimo que era yo. Me reí bastante cuando les dije eso.

El lunes no fui a clases porque papá se cayó en un alcantarillado y me tocó acompañarlo al hospital, al principio me causó mucha gracia verlo metido en esas aguas verdes y espantosas pero luego cuando vi que estaba herido, dejé de burlarme. Se recuperó pocas horas después.

Al día siguiente fui a la escuela, llegué al salón de clases pero no había nadie adentro y tampoco en los pasillos, escuché ruidos y aplausos, los usé para guiarme y estos me llevaron al auditorio. Allí estaban todos reunidos, desde los novatos de primer año hasta las mariposas del último, los llamo así porque hay unos siete que son homosexuales, son demasiados. Entré lentamente para no llamar la atención y luego me detuve porque vi que la gente le gritaba bastante a unas chicas que estaban bailando en coreografía “la música” que comenté anteriormente, todos se veían bastante emocionados al verlas bailar, me senté junto a los de mi clase pero solo porque no encontré a Joel. Estaban celebrando el cumpleaños número 50 de la escuela de ahí todo el alboroto. Me aburrí bastante al ver tanta gente haciendo actos estúpidos, un chico que se llama David (buen candidato para acosar) pasó al frente para hacer un bochornoso acto de magia que acabó bastante mal, eso causó la burla de todos incluyendo la mía, ahí empecé a divertirme, también pasó una chica a cantar la única canción famosa de las Spice girls o la única que conozco, la verdad lo hizo bastante bien y me gustó, pasaron otros chicos en son de comedia que también me gustaron mucho, hicieron bromas ofensivas sobre los profesores y sobretodo del coordinador, sabían que los iban a castigar pero al parecer no les importaba mucho la idea.Fueron bastante graciosos.

Después de ellos pasó Mía, me sorprendí al verla en frente porque no pensé que fuera del tipo de chicas que quiere llamar la atención haciendo un acto público, algo en mí se despertó y quería que me viera pero no lo hizo, pensé muy pocas veces en ella en estos días pero en ese momento, sentí una atracción muy fuerte, no quería dejar de mirarla. Ella llevaba unos tres minutos de pie en frente de todos sin hacer nada, miraba muy seriamente a todos y la gente ya empezaba a irritarse, resonaban. De repente, empezó a desvestirse y entré en pánico, no quería que la gente la viera desnuda, todos gritaban muy emocionados y los profesores estaban corriendo hacia la tarima para que se detuviera, yo estaba boquiabierto cuando de repente se escuchó música clásica, empezó a bailar. Al parecer se estaba quitando la ropa para quedarse en un vestuario más cómodo que traía debajo, no iba a desnudarse y eso me alivio. Fue impresionante lo que hizo, lo que bailó era opera de eso estaba seguro pero estaba tan impresionado que no presté atención a la música si no a sus movimientos, parecía muy profesional en lo que hacía, era bastante flexible e hizo movimientos muy peligrosos que hicieron sobresaltarse a muchos. La gente la aplaudió bastante y yo también lo hice. No podía esperar a buscarla en el descanso para hablar con ella sobre eso o sobre lo que fuera, ahora sí debía conocerla, ella era exactamente lo que yo estaba buscando.



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En el texto hay: acosador, romance, amor

Editado: 28.11.2018

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