Arturo Pov
El talento que poseen Elise y su equipo es verdaderamente impresionante, emos quedado fascinados con las propuestas para la recepción, la alberca, el jardín y la ampliación de la cocina, la cocina, el restaurante y la entrada.
Salgo de la oficina, mientras ellas se quedan dentro para hacer unas llamadas a sus familiares.
—Son verdaderamente talentosas las chicas— comenta Saúl.
—La verdad si—responde Camilo— hicieron un trabajo excepcional, pero cambiemos de tema, ¿Qué llevo para la cena de noche navidad? — pregunta mi amigo y es la oportunidad perfecta para comentarles.
—Aún no lo sé, además las arquitectas y la ingeniera vendrán a pasar navidad a mi casa— les cuento y ambos me miran extrañados— les acaban de avisar que hay una tormenta muy fuerte en Nueva York así que los vuelos están cancelados por el momento—
—Gracias por esperarnos—responde Elise captando nuestra atención.
—Le comento a mis amigos que pasaran Navidad con nosotros y estamos quedando de acuerdo con que va a llevar cada uno—hablo.
—Si nos permiten, nosotras podemos llevar un postre diferente cada una—comenta Michelle y es una gran idea.
—Si, seria genial eso—le apoya Elise— ¿Alguien es alérgico a la canela o a las nueces? —
—De hecho, yo soy alérgico a las almendras— responde Camilo.
—Anotado, nada de almendras— contesta Michelle.
—Entonces con Camilo compramos las bebidas— opina Saul— ¿Alguna preferencia señoritas? —pregunta hacia las chicas.
—Ninguna—responden.
Comenzamos a caminar hacia el asesor y seguimos hablando de que más pueden llevar para la cena de mañana. Como los chicos siguen hablando entre ellos, toco el brazo de Elise para llamar su atención.
—¿Sigue en pie la salida de hoy? —pregunto, pensando al mismo tiempo donde la puedo llevar.
—Siento que lo mejor sería cancelarlo, tengo que ir de compras con mis amigas para los postres y ver que me pondré para mañana en la noche—responde, me siento algo decepcionado con su respuesta pues me hubiera gustado ir a almorzar con ella, pero saber que pasaremos navidad juntos me emociona. —¿No hay ningún problema verdad? —pregunta.
—Ninguno— respondo para después darle el paso para que ella junto con los demás salga del ascensor.
—¿A partir de qué hora podemos llegar? —pregunta Darcy.
—Después de las 8:00, sería lo ideal—le respondo.
—Ahí estaremos señor Córdova y gracias por la invitación— agradece Elise.
—No hay nada que agradecer— respondo y las acompañamos hacia su auto.
—Como que alguien está muy emocionado por pasar navidad junto a su preciosa arquitecta, ¿no es así? — pregunta Camilo una vez que las chicas se fueron.
—¿De qué me estoy perdiendo? —pregunta Saúl.
—Como te parece que nuestro querido Arturito ha posado sus ojos sobre la preciosa rubia llamada Elise Lombardo— le cuenta Camilo para empezar a contarle con detalle todo lo que paso la vez que la conocí. —Además ya tuvieron una cita, un romántico paseo a caballo—
—Con que esas tenemos señor De Córdova— responde mi amigo.
—No armen alboroto por favor; apenas nos estamos conociendo—les pido.
—Pero aun así pasara navidad juntos y le presentaras a Zuri— señala Saúl.
—En primer lugar, no pasaremos navidad solo nosotros, estarás ustedes revoloteando a mi alrededor y además estoy algo preocupado, si a Zuri no le agrada Elise. No tengo ni la menor idea de lo que hare; no quiero incomodar y mucho menos arruinar la noche para nadie—
—Hermano, Elise es encantadora y no creo que Zuri ponga alguna queja o no se lleve con ella—responde Camilo tratando de tranquilizarme.
—Concuerdo con Camilo— lo apoya Saúl— No conozco a Elise, pero en verdad es muy agradable y eso que apenas la conocí hoy—
—Espero que salga bien —les cuento.
***
Después de despedirme de los chicos, voy entrando al fin en mi casa y camino directamente a la sala donde veo a mi hija ayudando a la señora Rodríguez a decorar la casa. A Zuri le encanta hacer eso, cuando Celia vivía lo hacía desde que iniciaba el mes de diciembre, pero ahora que mi esposa ya no está, decoramos la casa como la última vez; prácticamente la decoración no cambia desde que Celia nos dejó y de cierta manera me agrada porque es como si ella nunca se hubiera ido.
—¡Papá! — dice Zuri sacándome de mis pensamientos—¡Qué bueno que llegaste! —corre hacia a mi para tomar mi brazo y jalarme hasta el árbol de navidad —Así podrás colocar la estrella como todos los años—dice para después dármela, al ser bastante alto; no tengo problema alguno en colocarla en lo alto del árbol. —Con la señora Moni, terminamos de colocar el nacimiento, ¿Qué te parece? —pregunta mientras lo señala. Al ser Celia y yo de ascendencia latina tenemos la tradición de acostar al niño Jesús la noche del 24 de diciembre y levantarlos hasta el 6 de enero, tradición que Zuri no adopto ni conocía hasta que vivió con nosotros.
—¡Quedo verdaderamente genial! —la felicito, ya que poner el árbol y arreglar el nacimiento es de sus actividades favoritas de la época además de las posadas. —Pero hay algo que les tengo que comentar sobre la cena de mañana; como recordaran tenemos un equipo de trabajo encargado de la remodelación del hotel—empiezo a contarle y me estoy poniendo algo nervioso— Como son de Nueva York, el clima está mal ahí ya que hay una terrible nevada y como no la van a poder pasar con su familia; las invite a pasar la noche buena con nosotros. ¿No hay problema verdad? —les pregunto, más a Zuri que a la señora Rodríguez.
—Ninguno papá, ¿Son las arquitectas que menciono el tío Camilo la vez pasada? —pregunta Zuri y por una parte me alegro que se sienta feliz por eso.
—Si, ellas mismas— respondo. —¿No te incomoda verdad? —le pregunto, ya que cuando vino Kriss a la casa si fue bastante incomoda la situación. Para empezar Kriss no paraba de hablar y tratar de entablar una conversación con Zuri y ella solo respondía sí o no, pero al menos era de una manera educada.
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Editado: 11.10.2022