Adam
Me siento un intruso y un desubicado al estar en un momento tan íntimo para Nicole y su familia.
Han sido muy amables desde que llegué, sobre todo su madre que me atendió como a un rey.
Nunca tuve una buena relación con mis padres, asi que ver a alguien ser tan maternal conmigo me generó ternura.
Maia también fue muy simpática, es muy divertida y graciosa.
Suspiro al ver a lo lejos como Kevin y Nicole se abrazan. No puedo evitar hacer una mueca mientras finjo que le presto atención a Maia que acaba de decirme algo relacionado a la fotografía.
-Asi que siempre debes buscar una buena luz, es lo esencial -parloteaba alegremente.
La miré de reojo. Su cabello rizado castaño le llegaba hasta los hombros y le quedaba perfecto para la forma de su rostro.
Sus ojos marrones claros brillaban casi tanto como su sonrisa. Era realmente preciosa y sin una gota de maquillaje.
-Suenas muy feliz cuando hablas de las fotografías -dije sonriendo ignorando a la rubia y prestándole mi atención a Maia.
-Lo siento si te aburro -se disculpó ruborizandose apenas- No me pongo a pensar que quizás no a todos les interese el tema.
-Entiendo el amor por lo que haces, me pasa lo mismo pero con la pintura. Cuando pinto soy yo en mi mundo -comento con una sonrisa ladina y a ella se le ilumina el rostro.
-Siempre quise aprender a dibujar o pintar -respondió emocionada- ¿Me enseñas?
-Creo que podría si tuvieramos más tiempo -respondo sin dejar de sonreir- Solo si me enseñas a sacar buenas fotos.
-Es un trato -dijo ella extendiendo su mano y yo la tomo divertido.
En eso veo que Nicole y Kevin se acercan junto con un chico moreno, estatura mediana y ojos oscuros.
Su traje luce increiblemente costoso y su cabello está demasiado peinado, parece algún famoso.
-Hola, soy Asher -dice acercandose a mi y a Maia con un atisbo de sonrisa.
Le extiendo mi mano por cortesía.
-Adam Black -murmuro asintiendo.
-Soy Maia Reinares -respondió Maia cuando él le da la mano.
Nicole limpió las lágrimas que caian por su rostro cansado con la manga de su suéter y sentí mi corazón encogerse.
Verla destruida solo me rompía aún más, deseando poder estar yo en su lugar.
Kevin la abrazó de lado y me miró sonriendome educadamente.
Decidí que no podía llevarme mal con él sin razones. Además habia dejado su apretada agenda solo para apoyar a Nicole, debia darle una oportunidad.
-Gracias por venir, viejo -dije sonriendole en agradecimiento. Nicole necesitaba a todos los que pudieran darle afecto.
-No, gracias a ti por cuidarla -murmuró sonriendole cómplice.
Aunque no fue necesario decir más que eso, de cierta forma esa tregua hizo sonreír ampliamente a Nicole.
-Bueno algo bueno ha salido de todo esto. -dijo ella divertida mientras caminaba abrazada a Kevin.
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Al llegar a la casa, Alex se ofreció de hospedar a Asher y Kevin ya que Adam ocupaba la habitación de huéspedes junto a otros primos de Nicole que habian venido de lejos.
-Gracias primo por alojarlos, te debo una -murmuró Nicole agradecida con una sonrisa ladina.
-Tranquila prima, por ti lo que sea -susurró abrazándola con fuerza y alejarse mirandola con una mueca de diversión- Luego hablaremos si lavas mi auto o mi ropa una semana -concluyó ganandose un golpe en el hombro de la rubia mientras soltaba una carcajada.
-Serás menso -susurró ella negando divertida mientras se acercaba a Adam arrastrando los pies con pereza.
La verdad que estaba como en modo neutro, la cabeza no dejaba de dolerle y hasta sentía por momentos como si estuviera en una nube.
Se sostuvo de su hombro cuando tropezó algo débil por no haber comido.
-Nicole, debes comer. Estás muy débil -dijo preocupado sosteniendola.
Sus palabras pesaron en su corazón. Él no tenía idea de cómo era lidiar con la muerte del único ser de su familia que la entendía.
O tal vez lo sabía, pero aún así era duro para ella.
Era como si el apetito y las ganas de vivir se hubieran esfumado con su padre.
Suspiró mirando a su amigo a los ojos.
Sus grandes ojos castaños la inspeccionaban con preocupación.
-Adam, estoy bien. Solo algo mareada, debe ser el azúcar. -mintió mientras le pedía a Maia que le trajera un vaso con agua.
El castaño se sentó a su lado y un hoyuelo apareció en su mejilla izquierda cuando sonrió al tomar su mano.
-Tú me importas Nicole, solo estoy preocupado por ti. Eres la única familia que tengo. -murmuró agachando la cabeza.
Ella quedó helada ante sus palabras, y buscó sus ojos.
Él antes de que ella pudiera formular la pregunta, siguió hablando.
-Mis padres estaban vivos cuando fuimos al campamento, si, pero murieron unos años después en un accidente automovilístico. -su voz sonaba ahogada, como sin vida.
-Adam... yo... Lo siento no lo sabía. -susurró Nicole avergonzada.
-Tranquila, nadie lo sabía. Soy muy reservado sobre el tema. Pero ahora sabes que te comprendo perfectamente- murmuró mirando por la ventana.
Nicole suspiró y apoyó su cabeza en el hombro de su amigo abrazándolo.
-Gracias por ser mi amigo. -soltó de repente.
Adam la miró de reojo con una sonrisa incrédula.
-¿Acabas de ser tierna conmigo?
-Y así se fue el momento soft. -dijo divertida.
-Eres increíble Nicole, no lo dudes nunca. -murmuró correspondiendo al abrazo de su amiga.
A lo lejos Kevin miraba la escena con las manos en los bolsillos alejándose cuando Asher y Alex lo llamaban para irse a preparar todo en casa del rubio.
Nicole al ver que se iban se separó de Adam y se acercó a ellos.
Pero se llevó la sorpresa de que Jane se le había colgado emocionada abrazándolo y chillando.
Jane, era la vecina de los padres de Nicole. Habían crecido juntas pero al llegar a la secundaria ella empezó a molestarla y pasar de ella.