Cap. 18 Se los dije

Apenas pusieron los pies en Londres, los chicos se vieron envueltos en una actividad galopante. Sin embargo, Dàmir tuvo ocasión para poner a prueba una vez más la paciencia de Steven cuando dijo que quería que el jefe de publicidad de su campaña fuese John Wells, quien no solo los había ayudado en grado extremo, sino que acaba de recibirse en Publicidad y Mercadeo, así que después de una larga y estéril discusión, que al menos Josh sabía que no serviría de nada, John fue designado el nuevo jefe de la campaña publicitaria de Zora.

Después de eso se habían reunido con Giuliana que ya se había encargado de escoger al vestuarista oficial de los chicos y con quien debían reunirse para tomar las medidas, del mismo modo que tenía también al estilista que se encargaría de sus cabellos. Esto último causó el desagrado de la mayoría y el franco horror de dos de ellos.

• Escucha muñeca, nadie que no sea yo mismo toca mi cabello  --  dijo Kerim
• Y ciertamente el mío tampoco  --  agregó Ajle que había perdido de súbito su habitual y alegre sonrisa

Aquel par de sujetos era especialmente necio con aquello y habían sido objeto de la burla de sus amigos en innumerables ocasiones, de modo que se enfrascaron en una agria discusión con Giuliana mientras los demás los miraban con supremo fastidio. Kerim tenía un largo y hermoso cabello rubio platino y solía llevarlo en perfecto orden y pulcritud, mientras que Ajle poseía unos hermosos rizos naturales de color caramelo con destellos dorados y lo llevaba siempre en cuidadoso desorden, y aunque Ajle gastaba una fortuna en su apariencia, aquella parte de su persona era la que se llevaba el oro. Imran y Edvin que eran los que lo tenían más largo, si bien no les gustó mucho el asunto, ya que encontraban aquello de los estilistas algo para señoritas, pusieron menos objeciones. Y en el caso de Dàmir que tenía el cabello menos largo que los demás y en su opinión no había nada que hacer con el mismo, aceptó la cita en la creencia de que el fulano estilista diría exactamente lo mismo y quedaría libre del asunto.

Aunque Maggi no tenía una obligación específica, seguía siendo parte integral del grupo y no iban a ninguna parte sin ella, de modo que la chica tomaba apresuradas notas de todo cuanto decían Giuliana, John o Steven y era quien mantenía al día la agenda de los muchachos. A pesar de que Giuliana no parecía especialmente simpática, se llevaba muy bien con Maggi, y cuando se hartaba de las niñerías de ellos, se entendía con Maggi para que los obligara a hacer lo que correspondía y Maggi lo hacía.

Dàmir había quedado tan fascinado con el diseño final del símbolo distintivo de Zora, que sorprendió a sus amigos mandándoselo a tatuar en la espalda.

• ¡Hombre!  --  exclamó Imran  --  Ahora si es verdad que tu padre va a matarte

Sin embargo, siendo que a todos les había gustado, también decidieron mandarse a tatuar el mencionado símbolo, solo que ellos lo hicieron de forma menos ostentosa y se los hicieron en los brazos incluida Maggi, aunque ella se lo mandó a tatuar más pequeño en la espalda y a la altura del hombro.

Poco antes de que los chicos tuviesen que volver a la universidad para dar inicio a su último año, John decidió que había llegado el momento de dar cierto grado de información a los medios, así que prepararon una pequeña biografía de los muchachos para darla a conocer junto con el lanzamiento del álbum. Después de discutir mucho acerca de lo que dirían en las mismas, el asunto quedó resuelto. Algunos de los miembros del equipo que trabajaba con John, se inclinaban por la idea de incluir fotografías, pero al final la novia de John dio una solución que se ajustaba a todo el halo de misterio que los había rodeado, proponiendo fotografiar solo los ojos de cada uno de ellos. La idea contó con la aprobación general y el producto final fueron pequeñas reseñas de sus inicios como grupo y en las que solo se mencionaban sus nombres de pila sin apellido y las mismas aparecían bajo la fotografía de los ojos de cada uno.

El día del lanzamiento del álbum, las filas a las puertas de las disco tiendas eran descomunales, y apenas unas horas después de comenzar las ventas, la casi totalidad del álbum había sido colgada en la web y las descargas casi superaban a las ventas. Aun así el álbum se agotó a la velocidad de la luz y se desató la locura, porque ahora que conocían al menos sus nombres y qué instrumento tocaban, los diarios comenzaron a hacer correr ríos de tinta con las más alocadas especulaciones, y para sorpresa de los chicos, comenzaron a aparecer remeras que llevaban el dibujo de sus ojos y sus nombres.

Una semana después de iniciadas las clases, Edvin recibió una furiosa llamada de su padre anunciándole que salía de inmediato rumbo a Londres, de modo que con rapidez el chico concluyó que había sucedido lo inevitable, pero se estaba preguntando cómo.

• Como de costumbre estás siendo muy necio, Edvin  --  le dijo Ajle  --  nuestra música está sonando en todas partes
• Te aseguro que no es la clase de música que escucharían mis padres, hermano 
• Tus padres no, pero sin duda tus hermanos y los amigos de estos sí  --  le dijo Imran
• Además, te olvidas de esas bonitas remeras que están circulando por allí  --  agregó Maggi  --  seguro tu madre es capaz de reconocer tus ojos, y aunque no fuese así, ese mísero lunar que tienes sobre la ceja asumo que le es inconfundible
• No pueden haber llegado a Varna tan pronto  --  insistió él
• Amigo, te aseguro que la publicidad viaja muy de prisa  --  le dijo John
• Fue pésima idea esa  --  dijo Edvin mirándolo mal
• No es mi culpa, te aseguro que no fue mi idea y Josh ya se encargó de localizar al genio y de apretarle el cuello por eso  --  dijo John
• ¿Cómo?  --  preguntó Dàmir con preocupación
• Tranquilo, tú preocúpate de componer que nosotros hacemos nuestro trabajo  --  intentó tranquilizarlo John, pero eso era inútil y todos lo sabían, porque Dàmir era excelente para preocuparse
• No, explícame ahora mismo de qué hablas  --  insistió
• De acuerdo, en cuanto las remeras comenzaron a circular, Josh me llamó hecho una furia y me preguntó por qué él no sabía nada de eso, así que le dije que yo tampoco y que muchas veces los fans hacían cosas como esa, de modo que  Josh se tranquilizó, pero de algún modo consiguió llegar hasta el individuo que había puesto en marcha esto y bueno, supongo que lo haría firmar algo o qué se yo, pero luego me dijo que ya estaba resuelto, aunque no tengo idea de qué era lo que había que resolver, porque después de todo el abogado es él y no yo. 
• Supongo que tendrá que ver con esas cosas de derechos  -- dijo Maggi sensatamente  --  porque después de todo el grupo es algo así como una marca registrada ¿no? Así que para hacer uso de su nombre o el de ustedes, quizá se necesita un permiso