Jörgen Laine, el actual monarca de Jör, era un individuo de 42 años al que aquellos que lo conocían, o más bien, los que conocían su escandalosa vida amorosa, habían apodado el Enrique VIII eslavo. Lo anterior obedecía a que Jörgen ya iba por la quinta esposa, y aunque no había decapitado a ninguna, como el histórico monarca inglés, al menos la muerte de tres de las mismas se les antojaba como mínimo, sospechosa. Otra coincidencia con el mencionado monarca, era su aparente incapacidad para engendrar hijos sanos, porque había tenido seis, pero ninguno había sobrevivido a la niñez o a la adolescencia. Sin embargo, hasta allí llegaban las coincidencias, porque a diferencia de su homólogo inglés, Jörgen era un esquizofrénico.
En la actualidad, los consejeros del monarca estaban en una difícil situación, porque todos ellos estaban perfectamente conscientes que su posición era del todo ilegítima, porque por empezar, Jörgen no tenía derecho a la corona y nunca lo había tenido.
En la familia Laine era muy común la condición gemelar, pero era una que no se había dado en las dos generaciones anteriores al nacimiento de Jaris y Jörgen. Cuando esto sucedía en las familias reales y con derecho a sucesión, debía datarse con fidelidad la primogenitura, y naturalmente se hizo, de modo que quedó asentado y jurado por los testigos necesarios, que Jaris había nacido en primer lugar. Ambos niños fueron educados de acuerdo a los usos y costumbres de su pueblo, pero si bien ambos recibieron la misma educación, y les fueron inculcados los conocimientos acerca de sus deberes y responsabilidades para con su pueblo, Jörgen siempre pensó que Jaris tenía muchos más privilegios por ser el mayor y que a él lo hacía a un lado no solo su padre, sino su madre también. Lo que no notaba este curioso individuo, era que él no se dejaba querer amargado como vivía por la supuesta preferencia que todos sentían por Jaris, de manera que sí, Jaris fue un príncipe amado tanto por sus padres como por su pueblo, mientras que su hermano nunca hizo nada para ganarse el afecto de nadie.
Como cabría haber esperado, Jörgen no quería a la mujer a la que su padre le había escogido como esposa, sino a la de Jaris, y aunque a Jaris le habría dado lo mismo una u otra, porque ciertamente no estaba enamorado de ninguna y solo cumplía con su obligación, nunca se comportaría con su esposa como lo hacía su hermano con la pobre criatura con la que se había casado.
Los actos de coronación de Jör, a diferencia de la mayoría conocida, no eran efectuados a puerta casi cerrada en alguna iglesia donde solo podía ingresar un sector muy específico de la población, sino que los monarcas eran coronados ante su pueblo en un lugar semejante a un anfiteatro denominado Vältais. La coronación de Jaris y Aneka se efectuó de la forma habitual, aproximadamente un mes después de su boda, y la razón para ello fue, que Miljove Laine, el monarca y padre de Jaris y Jörgen, sabía que no viviría mucho debido al cáncer que lo estaba consumiendo, de modo que abdicaría a favor de su hijo, lo que solo exacerbó el odio de Jörgen. No obstante, Miljove alcanzaría a ver el nacimiento de su nieto, lo que le proporcionaría tranquilidad al saber que dejaba en el trono a un monarca joven, pero ya con un sucesor legítimo. Aunque Miljove esperaba la muerte muy pronto, fallecería unos días después de la celebración del primer cumpleaños del pequeño príncipe Pekka.
A pesar de que Miljove murió pensando que el futuro de su nación estaba asegurado, no sería así, porque Jaris no lo sobreviviría más que cuatro años cuando él y su esposa murieron en un accidente aéreo que sumió al pueblo de Jör en el más profundo pesar. En cuanto se tuvo noticia del accidente, y antes incluso de darle la noticia a la reina madre y a Jörgen, Danko Karenski, el hermano de Aneka, fue literalmente sacado de la cama y trasladado a Linnoi [1] directo a la sala del consejo en Kallinen [2], donde ya estaban reunidos los miembros del parlamento y donde le fue participado sin mucho trámite y poca consideración, que debido a la súbita muerte de Jaris y Aneka, se constituía de forma inmediata un consejo de regencia, y que él, Danko, como tío del príncipe, sería su tutor. Después de superado el shock que le causó enterarse de aquella forma de la muerte de su hermana, Danko preguntaría por qué él, pues siendo que el príncipe Jörgen era también tío del niño, él pensaba que era a quien correspondía la regencia durante la minoría de edad del futuro monarca. Sin embargo, le dijeron que no hiciera preguntas y que saldría de inmediato hacia Darreilld [3] con el príncipe y hasta el momento en el que el presidente del parlamento hiciese los anuncios correspondientes.
Si aquellos individuos habían actuado de aquella forma y con tanta celeridad, era porque sabían lo peligroso que era poner a Jörgen como regente, pero como aún tenían que vérselas con el Parlamento y sabían que Jörgen tenían simpatizantes en el mismo, era de suma importancia poner a salvo al príncipe.
Por fortuna, el Parlamento aprobaría la medida y diez días después de las exequias de Jaris y Aneka, ascendía al trono bajo la tutoría de su tío Danko y del consejo de regencia, un jovencísimo Pekka, que a la fecha solo tenía cinco años.
Inicialmente todo había marchado bien si no se tenían en cuenta los ataques de ira de Jörgen, sus continuos matrimonios, e intentos por fastidiar las cosas. Pero si bien aquella situación se mantuvo durante los cinco años siguientes, repentinamente Jörgen había terminado de perder la razón ordenando el ataque al parlamento, matando a más de la mitad de sus miembros, y destituyendo al consejo de regencia. La población se enfureció, o al menos la población juvenil, porque los demás estaban preocupados era por la suerte de su pequeño príncipe, pero el creador debía querer mucho a aquel jovencito, porque en medio de su locura, Jörgen escuchó a sus nuevos consejeros, mismos que encontraron desaconsejable matar al niño, pues eso le traería al nuevo monarca la mala voluntad del pueblo. Desde luego aquella era una soberana mentira, porque en principio, la mala voluntad ya se la tenían, y lo que a ellos les interesaba era seguir teniendo un sucesor de sangre real, ya que si bien se habían embarcado en aquella aventura con Jörgen, también sabían que aquel sujeto estaba definitivamente loco y que más pronto que tarde tendrían que salir de él.
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Editado: 01.07.2022