Lo primero que asombró a los chicos cuando se acercaban al lugar del evento, fue la cantidad de personas congregadas y ondeando banderas de Jör. Sin embargo, el sitio no era de ningún modo uno que pudiesen relacionar con el acto que se disponían a ver. Como ya ellos sabían que no estarían ubicados en el mismo lugar que sus familias, se separaron de éstas y se dispusieron a esperar, pero tuvieron que aguantarse las quejas de Ajle que opinaba, como de costumbre, que no estaban vestidos apropiadamente para un acto de aquella naturaleza. Aun admiraban la arquitectura cuando vieron que un destacamento de la guardia real se acercaba, y una vez que llegaron hasta ellos, el que los comandaba les dijo que los acompañaran. Atravesaron una especie de túnel mientras escuchaban las alocadas conjeturas de Edvin y de Chris con relación a dónde podían estar conduciéndolos. Subieron un tramo de escaleras y al final de éstas los esperaba Viorel.
Aquello sorprendió a los chicos que asumieron, cuando Valko les había dicho que estarían en mejores lugares, que eso sería algo así como en la primera fila, pero siendo que aquello ni siquiera era una iglesia o un teatro, en realidad no había filas. Viorel le hizo señas a un chico que debía tener una edad aproximada a la de ellos y procedió con la presentación.
Algunos de ellos pensaron que eso era ridículo, pues les bastaría hacerlo cuando los demás lo hicieran, pero como no iban a ponerse a discutir las normas y costumbres de aquella gente, guardaron silencio, pero al menos Dàmir quiso acomodarle un puñetazo a Viorel al escucharlo.
Como Loed era efectivamente poco más que un adolescente, fue que Dàmir quiso sacudir al necio aquel, pero se concentró en el chico.
Aunque Loed parecía que no iba a poder hablar nunca más, debió recordar que Viorel seguía allí y logró decirles que lo siguieran, pero como todos habían notado la incomodidad del chico, Kerim decidió decir algo para aliviar la tensión.
Loed intentó no reír, pues el maniquí estaba muy cerca y todavía los miraba, así que cuando se disponía a conducirlos a sus lugares, llegaban sus amigos de Ice. A Dàmir volvió a dolerle el corazón al ver a Heikki como había estado sucediendo durante todos aquellos días, pues sabía que no podría abandonar aquella silla de ruedas en mucho tiempo, pero Heikki no parecía especialmente afectado y venía bromeando con Kalevi.
Una vez que estuvieron todos, incluidos unos incómodos Nick y Andrija, pues Charlie se limitaba a bromear con ellos, Loed les dijo que lo siguieran, y fue cuando los chicos se llevaron la verdadera sorpresa, porque al menos los que habían estado en Roma, pensaron que se encontraban en el coliseo romano tal y como habían estado diciendo Edvin y Chris, aunque sin el añadido de sentirse gladiadores a punto de salir a la arena. Por otra parte, si se habían sorprendido por la cantidad de personas que habían visto en el trayecto de entrada, la cantidad que ya estaba allí debió dormir en aquel lugar, en opinión de algunos.
El palco real era enorme y estaba dividido en dos secciones, la primera era donde se situaba lo que Loed describió como gradería real, que estaba presidida por un enorme sillón de piedra, pero bellamente labrado y con incrustaciones de rubí; a su lado estaba uno más pequeño, aunque muy parecido, y Loed les dijo que normalmente era ocupado por la reina si la había. A ambos lados había dos hileras de asientos para aquellos nobles de alto rango con los que el soberano quisiese hacerse acompañar en oportunidad de algún evento. La segunda sección era más sencilla, pues estaba compuesta por una gradería parecida a las del resto del recinto, donde cabrían fácilmente un centenar de personas, y Loed explicó que era utilizada por los miembros de las cortes antiguas que acompañaban al rey a cualquier lugar. Sin embargo, aquel lugar tenía mucho tiempo en desuso, pues Jörgen ciertamente evitaba las exhibiciones públicas casi desde el inicio de su ilegítimo reinado, pero en aquella ocasión, esas graderías estaban ocupadas por los parientes de los chicos, y de hecho, los niños estaban gritándoles en ese momento. Kerim se preocupó, porque conocía lo suficiente a Liam y temía que intentase llegar hasta él poniendo en peligro su inquieto cuello, pero Johan ya sabía aquello y tenía al pequeño individuo bien sujeto.
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Editado: 01.07.2022