El cielo está gris haciendo saber que el invierno aún continúa, anunciando fuertes lluvias o caída de nieve.
El ventanal empañado por el frío no hace más que volver el momento aún más triste. Max no ha venido desde aquella madrugada de navidad y la verdad ni siquiera sé si June ha hablado con él.
Decidí no darle tanta importancia y darme una ducha relajante para aclarar mis ideas. June ha salido esta mañana y no ha regresado y el estar sola con mis pensamientos me está afectando, aunque no hay mucho en qué pensar.
Duro bastante rato en la bañera tratando de relajarme pero al ver que no funciona salgo de esta. Me visto con algo sencillo antes de salir de mi habitación por un bocadillo pero el ruido de unos pasos me detiene a penas salgo de esta. Supongo que mi mejor ya está en casa, y ha llegado con visitas.
No me encuentro de humor así que cuando decido abortar mi misión una voz se escucha.
—¿Quieres tranquilizarte?—le pidió mi amigo a quien fuese quien estuviera allí—Me estas mareando.
—Seguramente ya le han dicho qué pasó.
Oh...
Esa voz...
—Ya me habría preguntado—le dice mi amigo.
—Te dije que no era buena idea, seguramente ahora ella me odia como toda su familia—reclama.
¿De quien estará hablando?
—No te odia, lo qué pasó ya pasó—qué gran lógica June—, estoy seguro que ahora podrán...
—No—lo corta—. Por un momento creí que todo sería como antes, eso me hiciste pensar pero no. Nada, jamás volverá a ser como antes.
—Cómprale un ramo de rosas y ya está—siguiera mi mejor amigo—, no te compliques mucho la vida.
Max suelta un bufido.
—¿De verdad crees que así se arreglan las cosas? No June, eres mi amigo y te aprecio pero así no se arreglan las cosas.
¿Será que se peleó con su novia?
—Esta con otro, June—su voz se oye afectada—. ¿Por qué no me lo dijiste?
—Creí que ustedes habían lo habían dejado—le explica—. De haberlo sabido ni siquiera hubiera apoyado el que saliera con el, Máx. Tu te fuiste y yo deduje qué su relación había terminado.
—Sabes por que me fui.
—Sí, lo sé. Pero tu me dijiste que hablarías con ella antes de irte, supuse que lo hiciste.
—No lo hice.
—Ya veo que no.
Se quedan en silencio y yo decido que ya es suficiente de escuchar conversaciones ajenas, retrocedo para entrar de nuevo a mi habitación pero vuelven a hablar y la curiosidad es más grande.
—¿Por qué los apoyas?—pregunta Máx.
—¿De qué hablas?
—Sabes muy bien de lo que hablo, June—Máx se escuchaba resentido—. Toda esta mentira que se inventaron... ¡¿Por qué estás de su lado?!
—No lo entiendes, Máx.
—¡Explicámelo, entonces!
Mi mejor amigo suspiro resignado.
—Después de todo lo que pasó con... ellas, vieron una oportunidad en esto para redimirse. La vida les otorgó una segunda oportunidad para hacer las cosas bien.
—Mintiendole.
—Máx...
—No, ni pienses que voy a ser parte de eso. Merece saber la verdad.
Uy. ¿De que verdad hablaran?
—Nadie te está pidiendo eso.
—Ella merece saber la verdad, estoy seguro de que si se entera no te lo perdonará.
—¿Cómo no te perdono a ti lo que le hiciste a su hermana?—espeto sarcástico.
—Eso es diferente... —se calla al escuchar mi móvil que llevo en la mano suena con el estúpido tono qué, una vez que se me perdió mi propio movil había escogido para poder encontrarlo.
Contesto sin ver quien es, avanzo a la sala haciéndome de cuenta que no escuché nada y que acabo de salir de mi habitación.
—Diga—no los veo pero siento sus miradas sobre.
—Delilah, tu madre te ha estado llamando—es papá.
—Lo sé—admito.
Camino a la cocina bajo la mirada de los chicos.
—Si lo sabes ¿Por qué no has respondido?—me sirvo un vaso de leche chocolatada mientras sujeto el móvil entre mi oreja y el hombro.
—Es obvio que la estoy evadiendo ¿no crees?—suspira.
—Vale, quiere hablar contigo y...
—Sinceramente yo no quiero hablar con ella en estos momento. Por eso le rechazo las llamadas.
Tomo el teléfono con la mano cuando se me acalambra la zona.
—No seas tan dura con tu madre ¿si?—pide— Ella quiere que pases con nosotros el último día del año.
—Lo voy a pensar.
—Hija, por favor...
—No prometo nada.
Sin decir más cuelgo la llamada, es cierto que Christina ha estado llamado y la he estado ignorando. Me molesta el hecho que tome decisiones sin consultarme antes a mi.
Apoyo los codos en la barra de la cocina y pongo mi cara entre mis manos.
Que frustración todo este asunto.
—¿Que ha sucedido?—Pregunto.
¡Rayos!
Me ha escuchado. Jume ahora está frente a mi con su cara de curiosidad.
No le respondo, sin embargo fijo mi vista ese quien está detrás de él evadiendo mi mirada, se despide de June dándome la ignorada del siglo yendo hacia la puerta.
—Máx—se detiene más no voltea—¿Podemos hablar?
—No tenemos nada de que hablar—espeta antes de salir y azotar la puerta.
¿Y ahora que rayos le hice?
Solo quería disculparme por la actitud de mi madre en la cena.
Los días pasaron y seguía con esa misma actitud, venía a visitar a June o de vez en cuando llegaba con él y a mi me ignoraba o me respondía de mala manera.
Me rendí en querer disculparme, suficiente tenía con al situación de Jeremy como para darle más importancia.
***
Oficialmente es el último día del año. Han pasado tres meses desde que mi vida dio un giro de 190 grados y comenzó de nuevo, hubo noches donde me cuestione el porqué haber sobrevivido a aquel incidente, en es tiempo han sucedido tantas cosas...
Celeste me arrastra por el centro comercial cargando con bolsas y comprando todo lo necesario para hoy según que leyó en internet.
#12382 en Novela romántica
#2430 en Chick lit
secreto culpa, amigos aventuras fiestas, mentiras gemelos amor romance pasado
Editado: 13.11.2024