Capítulo XIV
Recuerdos dolorosos
Al día siguiente Kantu se reunió con sus amigas y Ángel y les contó lo sucedido por si vieran a Colin, para que siguieran con la mentira diciendo que ella era la pareja de Adael.
—Y eso fue lo que paso —miró a sus amigos esperando una respuesta por parte de ellos—. Así que por favor si vemos a Colin no digan nada que ponga en duda la mentira.
—¿Y cómo se lo dirás a Derick? —Diana por fin rompió el silencio.
—Se lo diré igual que a ustedes, él tendrá que entender, esto no es algo que yo haya previsto, simplemente se dio y no pude hacer nada para evitarlo, lo único que queda es esperar que Colin se vaya y ayudar a Adael para que recupere sus poderes —dijo esto sin ver a sus amigos, ya que sabía la respuesta que obtendría por parte de ellos.
—¿Estás loca? —Diana reprochó—, sabes que no podemos hacer eso, se supone que debíamos buscar una forma de evitar que Adael recupere sus poderes porque también te pone en peligro.
—Estoy de acuerdo con Diana, todos estos días hemos estado buscando libros y demás información para evitar esto y ¡¿ahora nos dices que debemos ayudar a Adael a recuperar sus poderes?! —dijo Dánae.
—Lo lamento, pero pensando bien las cosas, es la mejor solución, por lo visto ese tal Musoq es muy poderoso, Adael también lo es, pero… si dice que así no puede hacer nada contra él, ¿se imaginan qué haríamos nosotros en caso de que venga a atacarnos…? No quiero que nadie salga lastimado —Kantu mostró una expresión de preocupación y tristeza.
—Yo puedo enfrentar a Musoq, aunque no estoy seguro de poder derrotarlo, ya que no puedo usar del todo mis habilidades aquí en la tierra —por fin Ángel habló—. Además no deberías preocuparte tanto por Adael, ya que él solo recuperará sus poderes y se irá mientras que Musoq vendrá por ti.
—Adael quiere ayudar —se acercó a Ángel—, si no fuera por él, Colin me habría llevado con Musoq… ya sé que él solo quiere ayudar porque le conviene, pero Musoq ahora no solo me quiere a mí sino también a él, así que estamos en las mismas condiciones. Colin se lo dijo… solo piénsenlo.
El silencio se apoderó del lugar, en medio de todo Derick entró a la casa de Kantu para unirse a la charla sin saber la noticia poco agradable que escucharía, todos los dejaron solos. Kantu le explicó lo sucedido, sobre todo… la mentira, hecho que no le gustó para nada hasta que escuchó el nombre de Musoq.
—Otra vez Musoq… pensé que tardaría más en dar señales. —Derick se sentó en el sofá más tranquilo.
—Musoq nos quiere a Adael y a mí… por eso… Derick, lamento tanto esto, de verdad, no entiendo por qué suceden estas cosas. —Derick la abrazó para contenerla al verla preocupada.
—Está bien, dije que confiaría en ti —sonrió—. Además entiendo, si se trata de Musoq es mejor ir con precaución, él es poderoso y por más que quiera decirte que puedo protegerte de él yo solo… no puedo mentir… Musoq podría matarme sin esfuerzo.
—Entre todos buscaremos una solución —dijo Kantu.
—Entonces Derick está de acuerdo —Diana entró junto con Dánae y Ángel.
—Sí, en este caso no queda más que aceptar la mentira de Adael, solo espero que no trate de aprovechar la situación —expresó Derick.
—Hablando de aprovechar la situación, la tía Medea me dijo que vendría mañana para hacer el ritual de limpieza —comentó Diana—. Así que será mejor esperarla con todo listo.
—Sí, no te preocupes… esta vez espero que funcione —Kantu se sintió más animada por la noticia.
—¿Por qué mejor no hablamos de cosas más alegres?, estos días han sido demasiado pesados —comentó Dánae—. Muy pronto alguien que queremos mucho cumplirá años —dijo viendo a Diana.
—Es cierto —animó Kantu—, Diana, falta poco para tu cumpleaños, ¿dónde lo celebraremos?
—La verdad, con tantos problemas que hemos tenido ni siquiera tuve tiempo de pensar, solo espero que sea un día normal y tranquilo, con tenerlos a ustedes que son los más cercanos bastará.
Los chicos trataban de relajarse al cambiar de tema, estuvieron bromeando hasta tarde intentando olvidar o por lo menos evitar pensar en lo que pronto vendría. Al terminar la charla, Kantu le pidió a Derick que acompañara a sus amigas junto con Ángel ya que aún no sabían si alguien más había venido con Colin, así que debían ser precavidas. Ella se sentó a charlar con su abuelo.
—Ya supiste que atacaron a otra muchacha en el bosque el día de hoy, hace unas horas cuando venía para acá me enteré, el padre de Diana estaba ahí —comentó su abuelo.