Adela.

Cuatro: Compañero de trabajo.

— ¿Por qué estás cocinando?—Darien preguntó entrando a la cocina.

—Porque necesito comer.

—Tú nunca cocinas—me miró con los ojos entrecerrados y yo alcé los hombros.

Es la verdad, casi siempre me da pereza cocinar, no es algo que haga mal pero si es algo que odio hacer, sobre todo limpiar después de que cocino, pero hoy es un caso especial. Generalmente Darien hace comida y yo termino uniéndome, siempre dice que solo prepara para él pero sé que piensa en mí y siempre hace algo extra.

Aunque nunca me lo demuestre sé que me quiere mucho, no de la manera que yo quisiera pero peor es nada.

—Hoy no quería comprar nada y no tenía ganas de comer tus cosas sin sabor.

No creo que  la visita del día de hoy sea muy fan de la comida vegetariana, así que tuve que sacar a relucir mis dotes culinarias, porque sí, Darien es vegetariano y hay veces en la que su comida es muy rica y hay otras en que te hacen desear una hamburguesa grasosa.

— ¿Entonces porque haces comida para dos?

Me atrapó. Maldito Darien intelectual.

Mejor no contesté, si hago como que no está de seguro se irá lentamente. No le puedo mentir, no me gusta mentirle.

—Adela—creo que no se irá.

—Tengo visitas, además hice un poco de comida para ti—fui a sentarme frente a él, ya había terminado y no quiero limpiar justo ahora, mi adorable Adela del futuro lo hará.

— ¿Quién?

No contesté y agarré un crucigrama del periódico. No creo poder terminar esto, pero cualquier cosa que me sirva para ignorar a Darien, es entretenida.

—Adela.

— ¿Qué moneda usan en Rusia?—leí la pregunta que más difícil me pareciera.

—Rublo. Adela, ¿viene quien creo que viene?

Llené las respuesta con lo que dijo Darien y creo es correcta, llena todas las casillas así que la dejaré. ¿Yo qué voy a saber de monedas del mundo?

— ¿De gran estatura?—leí la siguiente, sé la respuesta pero esta es una buena excusa, creo que de ahora en adelante la usaré.

— ¿Cuántas casillas?

—Cuatro.

—Alto—seguí contestando el crucigrama y Darien no preguntó nada más, de hecho se puso a corregir mis respuestas.

Darien mandón.

Yo quería hacer trampa y poner más casillas pero él no me dejó hacerlo, de hecho me puso a limpiar la cocina mientras él terminaba el crucigrama.

Llamaron a la puerta y fui corriendo al baño.

— ¿Puedes abrir?—dije huyendo.

—Te odio.

Tardé un poco en el baño a propósito, pero cuando no escuché voces decidí salir y vi a mi hermana sentada en la sala.

— ¿Y Darien?

—Se encerró en su cuarto—me sonrió inocentemente.

Y ahí llegó mi oportunidad para que mi hermana, Brenda y Darien se llevaran bien. Mis pequeñas trampas nunca funcionan con ellos.

Desde que se conocen no pueden tolerarse, Brenda dice que es un sabelotodo egocéntrico y él dice que es una chica mimada y aburrida. Cuando Brenda se enteró de mi enamoramiento por Darien inmediatamente me odió.

Y cuando se enteró del favor que le estoy haciendo me dejó de hablar por una semana ya que dijo que eso era rebajarme demasiado. Dice que él obviamente tiene conocimiento de mis sentimientos y que solo se hace el tonto y se aprovecha de que sea un "chiquilla" tonta enamorada. Yo hubiera pensado lo mismo si no conociera a Darien, él no es así y tampoco me haría eso.

— ¿Algún día podrán llevarse bien? ¿Al menos por mí?

—No.

Cambié de tema para no terminar enojándome con ella. Tiene un carácter un tanto especial así que prefiero tener una comida tranquila y ya luego hablaría seriamente con Darien. Planeé hacer de comer para todos ya que no quería que mi hermana juzgara mi manera de vivir.

Es cierto que me cuesta limpiar, cocinar y hacer las compras. Por ello Darien lo hace de vez en cuando y otras veces me obliga a hacerlo, pero cuando viene mi hermana tiene que parecer que lo hago por mi propia cuenta.

—Creo que terminaré con León—dijo mi hermana en cuanto terminamos de comer mientras yo lavaba los platos.

León es su novio desde hace un año, no lo conozco tanto ya que ella no le gusta hablar sobre detalles de su vida, es muy cerrada en ese sentido por lo cual me sorprende que me esté contando esto.

— ¿Por qué?

—Creo que me gusta otra persona—volteé a verla

— ¿Quién?

—Un chico nuevo de mi clase, pero no lo sé. Tal vez solo sea que estoy un poco confundida.

Brenda es muy correcta en todo lo que hace, siempre entra a clases, no consume bebidas alcohólicas y tiene un promedio envidiable; no se me haría muy tonta la idea que algún día quisiera hacer algo "incorrecto" solo para querer vivir un poco. Pero supongo que no está lista para hacer algo así o simplemente no quiere, aunque tampoco está mal, me hubiera gustado salir con un mayor promedio de la universidad en vez de haber asistido a algunas fiestas desastrosas.



#4536 en Novela romántica
#1299 en Chick lit
#1744 en Otros
#472 en Humor

En el texto hay: humor, comediaromantica,

Editado: 24.01.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.