Adela.

Treinta y siete: Egoístas.

—Y eso fue lo que pasó.

Terminé de contarle todo a Brenda, desde mi ruptura con Oliver hasta las cosas que había omitido contar de Darien. Estaba harta de no poder desahogarme con alguien, no entendía porque no lo había hecho con mi hermana.

Estábamos en su cuarto de la residencia, sentadas en la alfombra comiendo chatarra, porque ninguna de las dos tenía más dinero para hacer otras cosas.

He tenido que rechazar un par de trabajos en la disquera para no toparme con Oliver y lastimar más a mi pobre corazón que sigue con la esperanza de estar con él. Tampoco es que haya muchas sesiones por ahora ya que casi todos los contratos con artistas han terminado o están en pausa para sus descansos así que entre menos dinero pueda gastar, mejor.

—Insisto en que todo es culpa de Darien.

—Él no puede tener la culpa, en una parte sí, pero la relación era entre Oliver y yo.

—Si él no le hubiera mentido a su madre...

—Él hubiera no existe y es algo que debo de aceptar.

—Vaya, parece que maduraste en el último mes.

—He tenido bastante tiempo libre.

—Ahora si pareces la hermana mayor—me sonrió.

—Algún día teníamos que invertir los papeles.

—Bueno, si las cosas se llegan a tornar complicadas con ese idiota, te puedo aceptar en mi cuartito.

—Gracias, pero creo que con trabajos cabemos sentadas aquí.

Aunque suena tentativa la opción, no puedo hacer eso, las cosas con Darien van de maravilla. Sí, a veces tiene sus momentos de rareza pero en general podemos volver a convivir sin pelear como hace unos meses.

De hecho creo que mi vida se está poniendo en orden hasta ahora. Adoraría estar con Oliver, pero ya aprendí a aceptar que las cosas pasaron así por algo y aunque solo pude disfrutarlo por un par de meses, sé que valieron completamente la pena.

 

(...)

 

— ¿Vemos una película?

Darien entró a mi habitación, yo estaba intentando pintar algo y fue mi salvación ya que nada llegaba a mi mente y solo lograba frustrarme. Hoy era uno de esos días donde me daba un bajón emocional, sobre todo por mi ruptura con Oliver, lo extrañaba mucho pero no había hablado con él, sobre todo porque él no me había buscado.

—Claro.

Recogí mi pequeño desastre y fuimos a la sala. El reprodujo la película pero mi mente iba a otros lados, me estaba estancando en recordar a Oliver hoy y eso no era sano y eso que ni siquiera lo había visto en la disquera ya que no había mucho trabajo para mí. Extraño mucho aunque sea hablar con él.

—Ade, es más que obvio que no estás viendo la película—dijo Darien poniéndole pausa.

—Si la estoy viendo.

—Claro—dejó el control sobre la mesa y volteó a verme—. ¿Qué tanto piensas?

No le quiero decir porque se va a enojar y no quiero más drama innecesario a mi vida.

Siempre que hablo de que extraño a Oliver, él me da un sermón sobre que no debería de hacerlo y debería superarlo o ir a arreglar las cosas, nunca me deja estar a gusto en mi punto medio.

Es muy fácil decirlo pero hacerlo no.

—Nada, solo tengo sueño.

—O debes dejar de intentar mentir, o debes de aprender a hacerlo mejor.

—Lo siento—bajé la cabeza.

—Me agradas más cuando no mientes—acomodó un mechón detrás de mi oreja.

—Últimamente no tengo alternativa.

Volteé a verlo cuando no respondió, pero solamente me estaba mirando fijamente y de la nada comenzó a acercarse por lo que yo como reflejo retrocedí un poco hasta pegar con la orilla del sillón.

— ¿Qué haces?

—Quiero intentar algo.

Como no dije nada él se acercó, así que solo cerré mis ojos cuando nuestras respiraciones se mezclaron. Darien me besó y yo lo permití, entreabrí mis labios para profundizar el beso y enredé mis manos en su cabello.

Había mucha dulzura por parte de Darien y no pude evitar pensar que esto es lo que había querido desde hace mucho tiempo, solo que ahora parecía que ya no lo quería más. No se siente como si hubiera esperado por esto un par de años.

Era un sentimiento bonito, pero no puedo decir que es lo mismo que sentía cuando Oliver me besaba, de hecho no podía parar de sentirme culpable por hacerle esto a pesar de que no seamos nada y no hablemos más.

Pero tampoco quería alejarme de Darien, no cuando me sentía querida, es algo egoísta y me odio por ello pero necesitaba sentirme apreciada, no dejada de lado como algunas semanas atrás Todavía sigo lidiando con todo lo que me ha pasado y no me gusta pensar así pero no puedo evitar que ese tipo de cosas surjan en mi mente. Además solo era un beso, ni uno de los dos estaba subiendo de tono las cosas, de hecho si pudiera entrar en la mente de Darien sentiría que esto solo es para sentirnos menos solitarios.



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En el texto hay: humor, comediaromantica,

Editado: 24.01.2024

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