Capítulo13
-Nina-
Christofer me llevó a cenar a uno de los restaurantes favoritos de mi tío Egmont, y mío también. La decoración inspirada en el palacio de Versailles nos sumía en un lugar de ensueño, antiguas lámparas arañas de bronce y cristales cuelgan robusteciendo el techo bajo nosotros con impresionantes luces que no hacían más que resaltar el decorado con oro, y las pinturas que se expandían por doquier. En el centro una mesa de cristal contenía un frondoso arreglo floral mezclado con frutas y verduras de estación.
No podía articular cómo me sentía, apenas si había probado bocado, porque sus expresiones tan diferentes a las del pasado me tenían embelesada. Christofer había reído, incluso hasta había comentado algo chistoso que le había ocurrido en su trabajo logrando que ría junto a él. ¡Eso era maravilloso! Grabé cada una de sus expresiones, sobre todo cuando sonreía, en el pasado eso era algo que prácticamente no ocurría en cambio ahora incluso hasta se explayaba hablando sobre cosas o situaciones que nunca habría imaginado que saldrían de él. Era verdaderamente un sueño, sí, no podía ser de otra manera, estaba dentro de uno.
—¿No te ha gustado la comida? —me preguntó observando fugazmente mi plato.
—¿eh? A decir verdad… solo me distraje
Y de pronto volvía a ocurrir, su expresión cambiaba su boca apenas si se doblaba alzando levemente sus comisuras entonces el exótico color de ojos que poseía comenzaban a virar como lo haría un caleidoscopio, pequeños tintes amarillos se difuminaban sobre un verde oscuro, sus espesas pestañas negras no hacían más que resaltar su mirada, esa misma en la que todo el mundo caía rendido bajo su encanto.
Se había quitado la chaqueta dejándola en su automóvil, y aquello pues provocaba sobresalir a un más su apariencia, su amplia espalda, sus anchos hombros se amoldaban a la musculatura de sus brazos.
—Quizás debería dejar de hacerte reír, creo que se ha convertido en un problema a este ritmo no vas a acabar tu cena…—comentó de forma tranquila, él apenas había comido.
—Es extraño…—murmuré
Él alzó una ceja suavemente
—¿extraño? ¿porqué? —inquirió dando un sorbo a su copa de vino.
—Tampoco has probado bocado, y a decir verdad en el pasado nunca antes te había visto contar una broma, ni mucho menos sonreír tan seguido.
—En mi defensa admito que no tengo mucho apetito, además me entretengo viendo que mi charla te resulta agradable, has sonreído mucho y eso no deja que me concentre en otra cosa que no seas tú…—cuando dijo aquello último su rostro se puso serio y su mirada me observó con ¿amor?
Una vez más sonreí, parte de mi cabello se había deslizado sobre uno de mis costados, de forma inconsciente llevé una de mis manos para quitarlo cuando su mano se topó con la mía, bajé mis dedos despacio cuando los suyos se deslizaron por mi cabello separándolo con suavidad hacia uno de mis lados.
—¿En el pasado era así? —indagó con cierta curiosidad.
Esta vez lo observé con innegable reserva
—eras un poco más serio —confirmé
—al parecer el cambio me vino bien —comentó a la ligera intentando distender su pregunta, ya que sin lugar a dudas rompía con la armonía que se había formado.
—se podría decir que sí —sonreí suavemente para luego beber un poco de mi copa.
—¿Te amé? —cuando dijo aquello mi rostro subió hacia él atrapado bajo su cuestionamiento.
Dejé la copa.
—En realidad, todo estaba listo para que eso no pasara, al principio te detestaba—admití con tranquilidad
—No es tu culpa ¿quién podría entender a alguien como yo?
—Eso es verdad, era difícil, pero al fin y al cabo tus motivos eran demasiado complejos como para que alguien los comprendiese de buenas a primeras, tuviste que hacer cosas que no desearía verte hacer de nuevo…—un resabio de dolor tiñó mis palabras.
—Siento que todo haya sido así, lo que sea que haya hecho, lo siento…—confesó con un ápice de amargura que eclipsó su rostro.
Meneé mi cabeza intentando no darle importancia a mis palabras.
—Es un asco no poder recordar nada, usualmente según mi médico, logro rememorar alguna que otra secuencia del pasado cuando duermo, al parecer a mi inconsciente le gusta resurgir en mis sueños…—movió su rostro como si desease acortar nuestra distancia. —¿qué fue lo último que te dije? —murmuró con cierto sigilo.
—¿Estás seguro de que quieres saberlo? —inquirí, él asintió de buen agrado.
—Mientras no haya dicho alguna idiotez o bien algo que merezca ser olvidado—sonrió divertido, moví me cabeza en forma negativa riendo suevamente.
Cuando recordé sus últimas palabras, mi sonrisa se apaciguó intenté sostenerla, pero era un poco difícil, después de todo las circunstancias de aquellas palabras fueron una brutal despedida.
—Te adoro Nina, si dijese que quiero vivir solo porque te amo, me quedaría corto. Quiero ser eterno; porque solo así siento que mi amor por ti es levemente compensado por el tiempo…—dije respondiendo a su pregunta.
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Editado: 28.10.2022