Adicción del Edén

Capítulo IV

Yui

Al recordar el sol de la mañana, también veo tu rostro, pero ahora está sofocado por una profunda tristeza. 

 

Recién despierto y, al abrir un poco los ojos, veo una rosa roja preciosa, directamente hacia mi, y detrás de ella, unos ojos verdes y un cabello rojo intenso como la rosa, y aunque parece llevar un sombrero, por un momento creí estar viendo a Ayato, y mi corazón se incendió al creer que él podría tener ese detalle conmigo, luego de la discusión del día anterior. 

Al tratar de levantarme, escucho que él me saluda y dice: 

-Hola... Bitchan

 

-¡Laito! ¿Qué.. qué haces tan cerca de mí?- digo un poco asustada. 

Últimamente he estado muy cansada como para ver las cosas con claridad, y no se me hizo complicado confundir a Laito con Ayato, después de todo son hermanos. 

Laito

-¡Ouh! ¿Pensaste que era mi querido hermanito Ayato? Me da un poco de envidia pensar que lo tienes a él primero que a mí, pero no tengo problema con compartirte gatita. 

Yui

-¿Cómo lo sabe? - digo para mí misma. 

Laito

Al ver esa cara de confusión puedo darme cuenta que no sabes lo que decías mientras recuperabas tu conciencia, mmmm, pues déjame decirte que justo al abrir los ojos, pronunciabas el nombre del indeseable de Ayato, y yo que tenía la intención de sorprenderte por la mañana. - digo sarcasticamente. 

Pero no importa, tú y yo aún podemos pasarla bien, si quieres te llevo cargada a tu habitación, para que la pasemos mejor... 

Yui

No, no, así estoy bien, puedes dejarme aquí, no te molestes Laito- digo nerviosa. 

-No te preocupes, estarás bien, yo no muerdo mi querida gatita, o bueno, no tanto como quisiera jajajajaja- dice con una mirada seductora. 

Antes de poder dar una respuesta, Laito me sube en sus brazos, y ahora nos encontramos solos en la habitación y yo me siento muy tensa. 

-Emmm, gracias por traerme Laito-digo un poco temblorosa. 

-¿Y por qué te despides? Yo aún no tengo porque irme, o me estás echando? Eh? dice en forma de broma. 

-No, no no, claro que no es eso, es sólo que.. - tratando de buscar una explicación a mi nerviosismo, Laito se me acerca al cuello, y planta un pequeño beso en el.. 

-Laito, para por favor...

Laito

-Hoy hueles más delicioso que otros días bitchan... 

No soporto las ganas de clavarte mis colmillos ahora mismo, tanto que podría comerte completa. 

No te muevas tanto, puedo sentir que tu también quieres tener unas cuantas punzadas. 

Yui

Mi cuerpo comienza a calentarse, puedo sentir que mis piernas empiezan a quemarse de pasión, en un acto involuntario mi cuerpo comienza a temblar a la vez, y todo esto creyendo aún que no quiero que tome de mi. 

No puedo evitarlo, mientras más cerca siento sus colmillos, esta sensación recorre mi cuerpo sin parar, y trato de reaccionar lo antes posible. 

En un descuido dentro del jugueteo de Laito, logro salir de la habitación, mis piernas no responden como quisiera, y cada vez me cuesta más correr, así que decido entrar al cuarto más lejano al que mis fuerzas me permiten llegar. 

Luego de confirmar que he cerrado la puerta con llave, observo la habitación en donde me encuentro, y me doy cuenta que nunca había estado aquí, creo que es el espacio más lejos del centro de la mansión, ya que al llegar al ventanal, se pueden ver las rosas del jardín, en su máximo esplendor y a su vez se alcanza a ver una torre muy alta entre los árboles, torre que nunca había visto de igual forma. 

A pesar de estar casi un año en esta casa, no he tenido la libertad de explorarla por completo, y aquí aún hay mucho misterio del que no sé su historia.

Me doy vuelta y por lo agitada que estaba, pase por desapercibido el hecho de que estoy en lo que parece un dormitorio, ya que no veo una cama por ningún lado, solamente un sillón frente al ventanal, pero lo delata un buró con una fotografía volteada. 

Y cuando estaba por ver la fotografía, Laito aparece justo frente  a mi y por la impresión suelto el marco, rompiendolo en varios pedazos. 

Laito

-No gatita, te la pasas rompiendo todo lo que ves en esta casa, no creas que no vi el jarrón por el que reiji te dio un sermón el día de ayer... Pero yo no te voy a regañar, hace rato me quedaste debiendo algo, y aquí nada nos va interrumpir...

Yui

En estos momentos no tengo salida, la habitación está completamente a oscuras, y recuerdo que he dejado la puerta con llave, además estoy demasiado débil como para oponerme a la fuerza, y al instante en el que Laito está por meter sus colmillos, alguien entra por la puerta, dejando en evidencia que ese seguro no servía desde hace mucho tiempo... 

 

... 

-Ustedes dos qué hacen aquí?

 

 

 

 

 

 

 



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En el texto hay: amor celos vampiros

Editado: 02.01.2022

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