Al no recibir respuesta, decidí volver a ocuparme de mis asuntos.
Teniendo en cuenta la propuesta de de volver a cenar, fui al mercado a comprar los ingredientes de su comida favorita. Al volver a casa, consulté de manera habitual mi teléfono, pero no había notificaciones de mensaje.
"¿Porque estoy esperando un mensaje de Cristian?" Este pensamiento me hizo sentir frustrada y decepcionada conmigo misma. Y así, aventé mi teléfono al sofá.
El teléfono sonó mientras estaba ocupada la cocina. Por alguna razón el corazón me dio un vuelco.
Salí corriendo de la cocina para contestar el teléfono, Pero toda la emoción desapareció al instante cuando vi que era Erick quien llamaba.
- ¿Hola?.
- Hola, querida. Tengo una reunión esta noche, Así que no tienes que esperarme despierta. Acuérdate de dormir temprano después de la cena, ¿De acuerdo? Qué buena niña. - Y así, colgó la llamada sin siquiera darme la oportunidad de responder.
Mi rei. " ¿Una reunión? ¿Una reunión privada en una habitación de hotel en algún lugar? Sus empleados tienen mucha suerte de tener un jefe tan atento".
Para mi sorpresa, no me sentí molesta por esta noticia. Volví a comprobar mi teléfono, pero aún no había mensajes nuevos.
No pude evitar empezar a preguntarme si había con demasiada dureza con Cristian esta mañana y le había hecho enfadar.
"¿Mi mensaje de texto habrá causado algún tipo de malentendido?".
Justo cuando estaba debatiendo si debía llamarlo para aclarar las cosas, sonó el timbre de la puerta.
Mi mente se quedó en blanco. " ¿No dijo Erick que estaría ocupado esta noche? ¿Por qué regresó de repente a casa?". Cuando abrí la puerta, un invitado inesperado se apoyó en el umbral. Los rayos dorados del atardecer resaltaba sus apuestos rasgos, haciéndolo parecer un príncipe azul salido de un cuento de hadas.
Me llamaron la atención las múltiples marca rojas de su cuello.
- Lo siento. Parece que me volví adicto al olor de tu jabón floral y no podía soportar dejarte ir. - Bromeó.
"¿Son esos... Chupetones que le dejé?". - Sentí que se me calentaba la cara.
Intentó pasar por delante de mí para entrar a la casa, pero mi brazo salió disparado para impedirle el paso.
- No está en casa. - Le dije en tono de advertencia, pero lo que en realidad quería decir " por favor, vete".
Tu novia captado mi intención, insistió.
- Está bien. Lo esperaré.
- Entonces espéralo afuera. - Lo empuje hacia atrás, Pero él aprovechó para agarrarme de la muñeca y acercarme a él. Me encontré casi cara a cara con él con apenas el cabello de distancia entre nosotros. Sobresaltada retrocedí hacia la casa.
Sin embargo, él aprovechó la oportunidad y entro corriendo en la casa, atrapándome antes de que pudiera perder el equilibrio y cerrando la puerta principal tras de él.
Mientras una sensación de incomodidad se instalaba en mis entrañas, intenté abrirla. Entonces procedió a acorralarme contra la puerta con su frente presionada contra mi espalda.
- ¿Te gusta esta posición?. - Pregunté, sin moverme ni un centímetro.
Se inclinó hacia abajo y su cálido aliento me hizo cosquillas en el cuello mientras murmuraba.
- No, este tipo de posición está reservada a las chicas inmaduras y tontas. Tú no eres eso.
- ¿Entonces qué soy?. - Mi interés despertó, y me giré para mirarlo.
- Besame y te digo. - Dijo con una sonrisa de satisfacción. Extendió su mejilla y la tocó con un dedo.
Intenté apartarlo, pero no era rival para su fuerza. Sentí como si estuviera empujando contra una pared hecha de acero.
- Tienes que irte. Va a volver pronto.
Eso era mentira. No había forma de que él regresara a casa tan temprano esta noche. Solo quería evitar que esta chispa entre nosotros se convirtiera en algo mucho más peligroso.
Sin embargo, Cristian parecía no inmutarse, inclinándose para besarme. Cuando aparté la cara, Se movió con naturalidad para besar mis mejillas, bajando poco a poco hasta mi cuello.
- Ni siquiera ha empezado su 'cena'. Es imposible que regrese a casa tan temprano.
"Así que lo sabe".
Editado: 16.08.2024