Llevaba dos años casada con e Erick, qué era también el tiempo que esperaba para tener un hijo. Sin embargo no me había quedado embarazada en absoluto durante los dos últimos años.
" Entonces, ¿Cómo es que me abracé de repente? Además, ocurrió durante el período en que me había acostado con Cristian.
La ansiedad me invadió pues no estaba segura de a quién pertenecía al niño. Además, sin importar si el bebé era de Cristo o de Erick, el resultado no era el que yo esperaba.
Al fin y al cabo, ya tenía pensado divorciarme, Así que tener un hijo solo sería una carga más para mí.
En ese momento, Erick regresó con un vaso de agua. Me ayudó a levantarme con cuidado y me dijo.
- Aquí tienes el agua, amor. bebela despacio. Está un poco caliente.
Después, sopló con suavidad del agua para enfriarla antes de aceptarla despacio a mi boca. Como si le preocupara que me quemara, me observó como un halcón.
"Cálmate, Antonella. Tienes que calmarte".
Aunque estaba tan nerviosa que toda mi espalda estaba empapada de sudor, seguir fingiendo estar tranquila mientras alzaba la taza.
- Puedo hacerlo yo.
En el pasado, un solo saludo suyo me hacía feliz durante dos días. Sin embargo, sus acciones solo me hicieron sentir incómoda en ese momento.
Sin decir una palabra, se sentó junto a la cama y me miró fijo hasta que me sentí un poco incómoda. Me preocupaba que se diera cuenta de que algo iba mal y me empezaron a sudar Las palmas de las manos. Aunque podría haberme terminado el vaso en dos tragos, en lugar de eso los vi durante media hora.
Al principio pensé que perdería la paciencia y se iría pronto. Sin embargo, ese día estaba de buen humor y esperó a que terminara de beber.
Como no tenía otra opción, solo pude terminar el agua y entregarle la taza. Después murmuré.
- Estoy un poco cansada. Me voy a dormir.
Entonces se agarró a mí y dijo.
- Espera un momento. Tengo algo que preguntarte.
"¿Puedes no hacerlo?".
Sin saberlo, estaba agarrando mi teléfono con fuerza en medio de mi pánico, y en la pantalla aparece el contacto de Cristian.
Tiró de mí hasta ponerme en posición vertical, y sus manos se extendieron de repente para sujetar mis hombros. Pensando que iba a golpearme de nuevo, temble e intenté retirarme.
Sin embargo, no había espacio para moverme, ya que la cama y la pared estaban justo detrás de mí.
Para mi sorpresa sí disculpo.
- Lo siento, amor.
- ¿Eh?. - " Estoy oyendo cosas?.
Luego repitió.
- Amor, fue mi culpa. Por favor, perdóname
- Pero, y sabes lo escuché con claridad. " De verdad se está disculpando conmigo".
Sin embargo, No entendí por qué lo hacía. " ¿Es porque entendió mala situación y me golpeó? Aunque, no fue un malentendido. ¿O es que va a admitir su engaño? Mejor que no. De lo contrario, se convertiría en mi culpa si no lo perdono".
Sin embargo, era Claro que había pensado demasiado las cosas. Como explicación de su engaño, dijo
- Hoy tuve una reunión y he bebido demasiado. Tenía miedo de asfixiarte con el olor Si venís a casa, Así que fui a dar un paseo con Diana para que me ayudara a despejarme.
" ¿Diana? Ah, si, su amante. Casi se me olvidaba que se llamaba Diana".
Me limité a responder con un.
- Oh.
Incapaste entender lo que estaba pensando, dijo.
- No lo volveré a hacer en el futuro, amor. Por favor, perdóname.
" Si, claro". Sin embargo, me guardé mis pensamientos, limitándome a tararear como respuesta.
Luego dijo.
- Si hay algún lugar al que quieras ir la próxima vez, recuerda decírmelo. Haré tiempo para acompañarte.
La implicación en sus palabras era que todavía dudaba de Cristian y de mí, Y qué quería que mantuvieron la distancia con Cristian.
Aunque estaba un poco desanimada, sabía que era lo mejor. Después de todo, era hora de poner fin a nuestra ambigua relación.
- La próxima vez no me encontraré con él a solas.
Con mi seguridad, sonría de inmediato.
- Esa es un chica.
Dicho esto, tiro de mí para abrazarme, queriendo intimar conmigo. Sin embargo, esa fe de sus brazos. En realidad, no estaba enfadada con él. Era Solo que me sentía incómoda ya que no quería tener ningún contacto físico con él.
Sin embargo, el padre sea molesto por ello. Albert que estaba a punto de hacer un berrinche, cambié enseguida el tema.
- Todavía me siento un poco mareada, amor. Por favor, ayúdame a preparar una taza de té con azúcar morena.
Editado: 16.08.2024