Dean le pide a Karen salir de la habitación. Le preocupaba que Sean se despertara; sabía que si eso pasaba, el niño se levantaba irritado y lloraba por todo. Ya lo había comprobado días anteriores. Al estar siempre solo en su casa, se le olvidó que tenía a Sean dormido en su cama, y al estar acomodando sus cosas nuevas en el baño, hizo ruido y el niño se despertó. Dean la pasó tan mal que ahora procura que el sueño de Sean sea en total silencio.
—Los trámites para adoptar a Sean están en proceso, el abogado ha conseguido que se quede conmigo todo el proceso, los servicios sociales han venido a entrevistarme y se querían llevar a Sean a un orfanato.
—Siempre se lo han querido llegar —dice Karen con pena.
—No lo harán, no la tienen fácil conmigo.
—Gracias, sé que no quieres a Sean, pero no te preocupes; yo me encargaré de él. Desde el día de hoy en adelante, no te daremos problemas ni notarás nuestra presencia.
A Dean le incomodaba escuchar que no quiere a Sean. Está consciente de que Karen se quedó con esa impresión cuando se conocieron, pero ahora eso ha cambiado. Sí está confundido porque su vida cambió y todo esto es desconocido para él, pero muy dentro de él sabe que se está encariñando con el niño.
—No es que no lo quiera, pero…
—Dean, me ha llamado Jeremy; te necesita con urgencia.
Fernanda llega donde están para interrumpir lo que le diría Dean a Karen.
—Disculpa, Karen. —Dean se aleja de ellas para llamar a su amigo.
—¿Te sientes bien?
—Si gracias
—¿Seguro? Te ves pálida aún.
—Lo estoy; no te preocupes.
—Deberías bajar al patio si te da el aire un poco; tantos días en el hospital creo que lo necesitas.
—Sí, pero debo cuidar a Sean.
—Dean lo cuidará, no te preocupes, y yo andaré aquí arriba; tengo que limpiar algunas cosas.
—Te ayudaré, solo dime qué debo hacer.
—No, acabas de salir del hospital y de todas maneras no te dejaría hacer nada; ahora vives aquí, y ya tendrás mucho trabajo con Sean.
—Gracias a tu novio que aceptó adoptar a mi niño.
—¿Novio? No tengo novio —Karen se puso roja como tomate.
—Lo siento; yo pensé que tú y Dean eran, ya sabes, novios.
—No, para nada, Dean es como mi hermano; mi padre trabajaba para él, y yo prácticamente crecí viéndolo, y bueno, mis padres murieron y él me ha ayudado mucho, no solo económicamente. Ojalá puedas conocerlo. Es un gran ser humano, un poco frío en ocasiones, pero cuando te ganas su confianza es un amor.
A Karen le sorprendía escuchar eso sobre Dean; a ella se le hacía un hombre muy soberbio; hasta hace un momento pensaba que solo aceptó porque le tuvo lástima por donde vivía, pero no lo había hecho de corazón. ¿Será que se está equivocando con él? A lo mejor, cuando lo conoció, solo estaba todavía en shock por saber que no solo tenía una hermana, sino que también tendría que adoptar a su pequeño sobrino.
—Ve a tomar el aire fresco, anda; yo cuidaré a Sean hasta que Dean regrese.
Karen baja y se dirige directamente al patio, camina hasta donde está la piscina, mira a su alrededor; los árboles y las flores la dejaron deslumbrada: está hermoso. En vez de sentarse en las sillas, decide mejor sentarse en el pasto. Pocas veces tenía la oportunidad de disfrutar el día y lo haría sin duda. Sean estaba siendo cuidado por Fernanda, y no tenía que ir a trabajar, aunque ahora que lo recuerda, no ha llamado a su ahora exjefe para renunciar. No tendría que volver a ir, ya que ahora tenía un nuevo trabajo y era el mejor de todos cuidar a su niño al que tanto amaba. Miró al cielo.
—Lo hemos logrado, amiga Sean. Estará bien cuidado, te lo prometo.
Se permitió cerrar los ojos; el aire fresco le llegó a la cara, llenándola de paz.
—El clima está muy agradable —Dean se sienta a su lado.
—Si lo es.
—Lo siento mucho; si antes dije cosas horribles, solo estaba asustado; no estoy acostumbrado a que las cosas no vayan como yo quiero.
—Te entiendo, y yo también lo siento; solo no quería que a Sean lo adoptaran personas desconocidas; no quería dejar de verlo.
—¿Cómo supo ella de mí?
Dean quería saber cómo Mara supo de su existencia; quería saber si su padre no la abandonó como lo hizo con él. Dean siempre le guardó rencor a su padre; abandonó a su madre en el peor de los momentos y eso le dolerá siempre.