Adopcion De Amor

CAPITULO 11

Karen estaba muy feliz, no podía creer que no estaba preocupada por nada, solo por el bienestar de Sean, que estaba jugando con sus juguetes en el jardín. Después de que se fue Dean a trabajar, ella limpió la cocina y volvió a su habitación. Se dio un baño rápido. Sean no tardaba en despertar y quería estar ahí para cuando él despertara. Anoche Dean lo había llevado a su habitación porque ella le rogó que lo hiciera dormir. Abrazarlo a él fue reconfortante. A pesar de que podía despertarlo, podría sobrevivir a no dormir si se despertaba.

El día está muy fresco, pero abriga muy bien a Sean; el niño quería salir a jugar, y ella también quería salir. Aprovechó que Sean estaba entretenido con sus juguetes para llamar a su antiguo trabajo. Quería ir personalmente porque su exjefe siempre fue bueno con ella; pero es imposible ir, está muy lejos y no quiere molestar a Dean o a Jeremy, ya muchas molestias les ha causado.

—Hola —contesta su ex jefe.

—Hola, señor Flavio.

—¿Cómo estás, Karen? —es lo primero que le pregunta.

—Estoy bien, gracias por preguntar. ¿Usted cómo está?

—Estamos bien, con mucho trabajo, pero muy agradecidos por tenerlo.

—Me alegra mucho, señor Flavio; le he llamado para decirle que ya no puedo continuar trabajando en el restaurante; me da mucha pena.

—Pero ¿estás bien? —se interesa.

A Karen le caía tan bien; su exjefe es un hombre muy bueno y paciente; le permitía faltar por la enfermedad de su amiga, y hasta se abrió un día con ella. Le contó cómo perdió a la madre de sus trillizos por un cáncer agresivo; la consolaba en ocasiones cuando tenía que parar para llorar cuando Mara estaba perdiendo la vida poco a poco; se ofreció a pagar el funeral de su amiga y su esposa, y varias veces le mandaba leche y ropa para Sean. Por eso le pesaba mucho tener que despedirse por llamada y no ir personalmente.

—Lo estoy, han encontrado al tío de Sean. Acepto adoptarlo, pero yo me haré cargo de él.

—Me alegra escuchar eso, sé lo preocupada que estabas por perder a Sean. Sabes, he tenido una plática hace días con mi mujer, y si no aparecía el tío de Sean, intentaríamos adoptarlo.

Lo que acaba de decir Flavio hizo llorar a Karen; era un hombre extraordinario, pensó.

—Se lo agradezco mucho, señor Flavio, usted siempre ha sido muy lindo con nosotros.

—No me agradezcas, Karen, lo hago porque sé que no es fácil para ti y te entiendo, pero me alegra que ahora tú y Sean estén juntos y bien; por favor, cuando puedas ven, necesito liquidarte.

—No es necesario que me liquide; yo le agradezco mucho todas las atenciones que ha tenido conmigo; en verdad no es necesario.

—No, Karen, es tu derecho; me voy a molestar mucho contigo si no vienes, y trae a Sean, por favor.

—Iré en cuanto pueda —no le queda de otra que aceptar la liquidación.

En cuanto cuelga la llamada, se echa a llorar; le da mucho sentimiento; piensa en su vida que tenía antes, cuando tenía que ir al restaurante a trabajar ocho horas y después llegar a cuidar a Sean, porque su amiga ya no podía hacerlo. Aunque lo intentaba, Mara se esforzaba todos los días para cuidar de su hijo.

—¿Qué pasa, Karen? —¿Por qué estás llorando? —Dean se preocupa, no sabe por qué está llorando; por su mente pasa de todo, a lo mejor se siente mal, o algo le pasó a Sean, aunque lo miraba muy bien.

—Estoy bien, solo…

—¿Te sientes mal?

—No, no me siento mal, estoy bien, solo estoy asimilando todo esto. Pensé que perdería a Sean y ahora estoy aquí con él.

A Dean le afectó un poco escuchar eso. Está llorando por estar con Sean. No tenía duda alguna que Karen amaba a ese niño.

—Venia por ustedes, llevaremos a Sean a unos juegos, a esta hora no hay tantos niños, porque es horario escolar.

Karen se permitió sonreír; ese gesto a Dean también lo hizo sonreír.

—¿Pero no debes trabajar?

—Trabajaré por la tarde, vamos. —Dean camina hacia Sean, lo carga, toca su lunar.

—Así que tenemos el mismo lunar, chiquitín —le susurra.

—Sean, vamos a cambiarte el pañal. —Karen carga a Sean y lo lleva a la recámara para cambiarlo. Dean aprovecha para ir a su despacho; necesita hacer una llamada. Al final, su doctor tiene razón; sus amigos están para él. Jeremy le dijo que él estaría a la orden para cualquier cosa, al igual que Jackson.

Dean los ha llevado a una plaza muy concurrida, donde están los juegos. Sean ha decidido caminar; aunque han traído la carriola, el niño no quiere saber nada de ella.

Entran al local; Sean al instante se va corriendo a los brincolines. Hay muy pocos niños; la mayoría son niños de su edad. Karen se apresura para alcanzar a Sean; debe quitarse el calzado antes de subirse a los juegos. Mientras Karen estaba con Sean, Dean buscaba una mesa cerca para estar cuidando a Sean. Los guardaespaldas estaban al pendiente.

—¡Mamá! —Sean se abraza de Karen.

—¿Qué pasa, mi amor? —Karen le contesta mientras se lo lleva a los brazos.

Dan estaba un poco sorprendido al escuchar a Sean llamar mamá a Karen. Estaba seguro de que le estaba diciendo a ella; tal vez el otro día llamaba a Karen, no a su mamá como él pensaba.



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En el texto hay: parejas, adopcion, amor

Editado: 20.11.2024

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