Ael, la profecía de un héroe

Campamento Orco.

Capitulo 5.

 

Punto de vista de Guvash Rompemuros (Rey Orco).

Me encuentro sentado a la cabeza de una gran mesa. La misma como siempre desbordaba de comida y cerveza. Mis generales y soldados más reconocidos devoraban enormes patas de cerdo como si no hubiera mañana. Los barriles de cerveza rodaban por el piso vacíos. Sobre la mesa frente a mí, una esclava humana bailaba completamente desnuda.

"Baila Put*, baila. Si no lo haces aplastarte tu cabeza con mí gran mazo y te sumaré a la fosa para cadáveres". No tengo idea de cuántas horas o dias lleva bailando esa esclava humana y me importa poco. 

Un soldado humano ingresa por la puerta principal. 

– Gran Rey de los Orcos, Guvash Rompemuros, es un honor para mí.. –

" Cierra la boca, y pon tu cul* en la silla".

– Eh, sí señor, con su permiso –.

Todos se quedan callados mirando como el humano se esforzaba por arrimar la pesada silla de tronco a la mesa. Ahora todos masticaban despacio y en silencio. Parecía como si estuvieran imaginando cómo sabría la carne humana asada, o tal vez en un estofado.

El cocinero se acercaba por detrás con una enorme cuchilla bien afilada, algunos se relamian y esperaban con paciencia que el cocinero hiciera su trabajo, todos sabíamos que la carne humana era muy parecida a la carne de cerdo incluso hasta más tierna y sabrosa.

"Sírvele una pieza de cerdo al humano, vamos a ver qué tiene para decir". 

Haciendo un resoplido toma la pata de un cerdo y la corta con fuerza. Coloca la enorme pieza frente al humano y clava a la mesa con la cuchilla.

"Creo que el humano se cag* en los pantalones. Adelante sírvete a gusto humano la carne está sabrosa". 

Era gracioso ver cómo intentaba sin éxito sacar la cuchilla que atravesaba la pieza. Una parte de mí quería ver su cabeza atravesada de la misma forma.

(Con voz temblorosa) – Es interesante, no sabía que a los orcos les gustaban las mujeres humanas.

"No me gustan de esa manera, las mujeres humanas son muy frágiles, no suelen tolerar el afecto de los orcos, sabrás que a veces podemos ser demasiado rudos. (Todos rieron a carcajadas). Además los humanos me dan repugnancia.

(Golpeando la mesa con fuerza) No pares de moverte maldita humana, y traigan otro barril de cerveza, este ya está vacío. Y asegúrense de sacar los de abajo, siempre están más fríos los de abajo.

Cómo te iba diciendo, a los humanos solo me gusta verlos sufrir. Primero los humillamos, luego los torturamos por días y por último hacemos una ceremonia en donde les explotamos las cabezas con mí gran mazo. Luego tiramos sus cadáveres a la gran fosa, junto con los restos de los cerdos".

– Debo recordarles que desde la alianza está prohibido que los Orcos maten humanos, bueno al menos que tengan una buena justificación. –

"Es una esclava, pague por ella. Puedo hacerle lo que yo quiera incluso matarla, la ley me lo permite. Además no creo que estés aquí para rescatar a damiselas en peligro, no serías tan estúpido".

– Me importa muy poco lo que hagas con la esclava, he venido aquí por asuntos oficiales. El consejo pide una reunión con un miembro representante de cada raza. Este año los elfos eviaran a un representante, es la primera vez en 400 años que nombrarán a un rey –

"Por su bien espero que no se les ocurra reclamar las tierras que les robamos, ni las reliquias que les arrebatamos".

– No lo creo, la última vez que lo hicieron la cabeza de su candidato a rey quedó como adorno en su cuartel general. Calculo que esté nuevo candidato no será tan estúpido. –

" Yo espero que si, nos divertimos como nunca ese día".

"Bien si no tienes nada más que decir. COCINERO!!, Prepara al humano para la cena"

–Oh, no. No puedo quedarme a cenar aún tengo mucho trabajo que hacer. – (Todos empezaron a reír). 

– Yo quiero la pierna del humano.

– Dejame un brazo para mí.

– Hoy cumple años mí hembra, quiero su cabeza para hacerle un adorno.

–Quiero sus orejas para completar mí collar.

"Alto, ya lo saben. Está prohibido matar humanos, está firmado con sangre de nuestros ancestros. Al menos por lo que dure la alianza".

– Asi es, ya escucharon, tienen que dejarme ir.–

"De ninguna manera, solo asegúrense de quemar las heridas para que no se desangre".

– Pero yo quería la cabeza para mí hembra, su cráneo iba a quedar genial con una vela arriba.–

"Hazle un collar con las orejas, o llévale los ojos remojados en vinagre, son un manjar".

El soldado humano intentó correr fuera del campamento, dónde una horda lo esperaba. Lo primero que cercenaron fueron sus piernas, para que no pudiera huir, con un hacha caliente quemaron sus heridas. Por los dioses, nunca escuché a un cerdo gritar así.

No tardaron en lanzar sus piernas a una olla de estofado que ya estaba hirviendo en una fogata.

"Por su bien, será mejor que dejen un pedazo enorme de pierna para mí, y una buena porción de papas".



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En el texto hay: fantasia, mundo magico, aventura

Editado: 07.06.2023

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