24/06/2021
Hamburgo, Alemania.
Eithan.
¿Por qué la gente se desespera tanto en buscar pareja? ¿Tan necesitados están?
Eithan, veni. -Me llamó Fran. -Te quiero presentar a alguien.
Estábamos en una fiesta, re divertido. Sarcasmo. No soporto a la gente, me quiero ir de acá.
Llegué a donde estaba Fran. Acompañado por una chica. Es linda, alta, rubia, ojos claros.
Ella es Violet -Me dijo y la salude respetuosamente. - Él es el chico que te hable. -Dijo y lo fulmine con la mirada. Detestaba que haga eso, no me gusta socializar con las personas.
- Perdón, necesito hablar un minuto con él a solas. -Dije mirando a... ¿Emilia? ¿Violeta?
-Si, no hay problema. -Me dijo sonriendo, agarrándome del cuello para poder plantar un beso en mi mejilla. -Después búscame. -Yo le sonreí, claramente no haría eso.
Cuando nos dejó solos, o mejor dicho arrastrar de los pelos a Fran hasta quedar solos.
- ¿Pero que te pasa? - Me dijo agarrándose los pelos, no fui tan bruto, lo juro.
- ¿Qué te pasa a vos? -Le dije enojado. - No empieces de nuevo, sabes que no me gusta socializar. Es más, no se ni siquiera que hago acá, mañana trabajo. - Dije apoyándome en la pared que había atrás cruzándome de brazos. - ¿Dónde están los demás?
- Adam se fue con la novia. -Empezó a enumerar con los dedos. - Dante, borracho rompiéndola en el medio de la pista. -Señaló para el bulto de personas que había y estaba en lo cierto. Dante es una persona bastante particular a la hora de bailar, se sabe todas las letras de las canciones, sabe bailar y también es simpático. Aunque a veces se le pasa un poquito la confianza, una vez lo tuvimos que ir a buscar a la comisaria, ya que el muy listo creyó buena idea bailar "Smack That" de Akon arriba del techo de un patrullero. - Y Gerónimo ahí viene. -Dijo señalándolo
- Holas perras locas. -Dijo tambaleadose. Se quiso agarrar de mí y le saque la mano. -Bueno, andamos mal por acá. - Dijo y escuche un "Viste" de Fran, los mire mal a los dos.
- Me tengo que ir, mañana trabajo y no quiero saber más nada de gente alzada. -Dije e hice le ademan en irme, pero ambos me pusieron una mano en el pecho.
- Vamos E. -Fruncí el ceño al escuchar ese apodo. -Bueno, Eithan. Vamos, la vida es una y noche está en pañales.
- A los dos los voy a dejar en pañales si no me sueltan. -Dije amenazándolos. - Ustedes tendrían que hacer lo mismo, mañana es lunes. -Dije señalándolos, con una ceja levantada.
- Bueno, vamos a buscar a Rigoberta que se va a subir al parlante. -Dijo señalando con la cabeza a Dante, que si no lo agarrábamos antes literalmente se va a subir al parlante.
Fuimos los tres entre la multitud. ¿Por qué se juntan tanto y bailan incomodos? No los entiendo. A lo lejos pude ver a un Dante copeteado bailando al ritmo de la canción. Cuando nos vio empezó a gritar como loco.
- ¡Chicos, pensé que me habían dejado! -Dijo tirándose arriba de nosotros.
- No me tientes. -Dije sacando su mano de mi hombro.
- Siempre tan amoroso. -Dijo y soltó una risita alcoholizada. - Pobre la chica que sea tu novia.
Ignore ese cometario, entre todos los sacamos a Dante y nos dirigimos al auto. Obviamente tuve que manejar yo, si alguno de ellos lo hicieran terminaríamos arriba de alguna casa. Odio la vida, pero quiero vivir.
Llegamos al edificio donde vivía Dante y Fran. Nos bajamos todos para poder llevarlos, ya que ellos eran los que estaban en un peor estado.
- Eithan, sos el mejor del mundo. - Empezó a decir Fran. Borracho, pero romántico.
- Si no fueras un idiota y una mujer, te coquetearía. -Dijo Dante.
- Lo tomare como un cumplido. -Dije jalando de Fran para que suban al maldito ascensor de una vez por todas.
- Hoy trate de hacerle gancho, ¿Sabías? -Rodeé los ojos, ya sabia lo que se venía. Romperme los quinotos, especialización de Francesco Zous y Dante Moltelino.
- Cállensen de una vez y metansen al ascensor o los meto a patadas. -Por fin hablo Gerónimo. Es de pocas pulgas, no tanto como yo, pero hay que bancar a estos dos, a eso súmanle que están borrachos.
Nos metimos al ascensor y llegamos al respectivo departamento de ambos. Dante saco la llave y trato de abrir la puerta, claro que no pudo, así que la abrí yo y se desplomaron en el piso, mientras que lleguen a su departamento me conformo, sino llegan a sus camas eso es problema de ellos.
Ya me estaba por ir cuando me agarran el brazo, Gerónimo.
- Vos lleva a Fran, yo llevo a Dante. -Me dijo y no espero a que me negara, simplemente se fue a levantar a Dante. Rodeé los ojos y fui a levantar a la marmota de Fran.
- ¿Quién anda ahí? -Dijo la marmota. - Oh, hola E. - Lo solté de golpe y se cayo al piso soltando un quejido. - Hola Eithan. - Sonreí y lo levanté de nuevo.
Lo lleve a su cama y lo deje tirado. Pase por el cuarto de Dante y se escuchaban los ronquidos desde acá, la orquesta que tiene que escuchar Fran para dormir.
- ¿Listo? - Me dijo Gero y yo asentí. - Vamos antes que se levanten y empiecen a decir cualquier cosa. -Dijo y apure el paso hasta que salimos del edificio. Nos subimos al auto hacia la próxima parada, edificio de Gerónimo.
El camino fue en silencio, ya que prácticamente se durmió. Encendí la radio y justo estaba pasando una canción de Artic Monkeys.
Al llegar al edificio de Gerónimo, lo empecé a mover para que se levante.
-Che, ya llegamos. -Dije y no se movió. - Yo la hago fácil, abro la puerta, te empujo para afuera y me voy. - Dije y se levantó riéndose.
- Simpático como siempre. -Dijo y salió del auto. - Ah, ¡Berssuli! - Grito mi apellido y volteé. - Llévate esto. - Y me levanto el dedo del medio en ambas manos. Solté una carcajada y empecé a manejar rumbo a mi dulce, preciado, amoroso hogar.
Llegué, tire las llaves, me saque la ropa y me tire a la cama, estaba cansado, mañana limpiare todo el desorden que deje. Ni cinco minutos pasaron que me quede profundamente dormido.