Mis labios estaban en su delicado y cálido cuello. Estaba succionando hasta la última gota de sangre de ese pobre chico... Me debatía entre seguir y matarlo en ese instante... O dejarlo morir por si solo en esa noche fría... Era hermoso... Tendría como 20 años... Pero se había cruzado con la chica equivocada. También tenía la opción de convertirlo pero... Para que crear otra abominación como yo¿?... O parar ya, mirarle a los ojos y hacerle olvidar... Pero que tenía de divertido eso... Un ruido me percató de que teníamos espectadores...
-Mirad chicos que bien se lo están pasando esos dos... Buscaros un hotel-chilló uno de los hombres barbudos de lejos, alcé la vista con sangre en la boca y el chico colgando de mis brazos... No lo pensé más le cogí el cuello y acabé con su agonía haciéndolo girar y partiéndolo ante la atenta mirada de los barbudos que con miedo en el rostro salieron corriendo... cagados...
Solté a esa alma en el suelo, me limpié la boca con un pañuelo húmedo y fui hacia mi moto.
Me encantaba cada vez que cambiaba de ciudad dejar una víctima a mi paso... Digamos que era como un ritual.
Me subí en mi Harley Davidson y dejé atrás Tennessee, la noche era fría, estábamos en las últimas noches de Octubre, pero claro... Eso no me afectaba, había escogido como siguiente destino, Ohio, aun me quedaban unas cuantas horas de camino, tenía tiempo de pensar que papel quería desempeñar ese año.
Os explico, después de morir mis padres en un accidente de coche hacía 5 años, había estado recorriendo el país haciendo el último año de instituto, me encantaba tener diferentes personalidades que siempre acababan en la misma... Chica popular que arrasa con todo y todos, si era divertido manipular a todo el mundo, y obviamente sacaba muy buenas notas después de haber estudiado lo mismo siempre...
Pero había sido, la popular, la normal, la nerd que en la última semana se volvía popular, la que ayudaba a todos, animadora... En fin ya no sabía que quería ese año... La idea de estar con chichas y chicos en plena ebullición, alcohol, drogas,sexo, sangre fresca... Me hizo estremecer a la vez que deseaba ya llegar y eso que acababa de comer.
Me describiré, soy pelirroja, con la tez muy blanca, ojos marrón oscuro, que des de que me convertí lo estaban más aún, de estatura normal y cara angelical.
Me encantaba llevar los labios rojos, y ir provocativa. Menos cuando hacía el papel de nerd claro.
A las dos horas paré en una cafetería, estaba más o menos a mitad de camino de mi destino, tenía que planear a que familia iba a obligar a quererme y pagarme todos mis caprichos. Me senté al lado de un hombre gordo con barba que se comía un donut y un café.
-Me invitas a desayunar ¿? - sonrió y sin mirarme dijo.
-Vete niñata, no estoy para pagar desayunos a desconocidos.
-A perdona que lo he preguntado, estaba afirmando. Señorita me puede poner un café solo sin azúcar y un donut de chocolate¿? - me miró por primera vez.
-He dicho niñata que no voy a-al posar sus ojos sobre los míos... Ya estaba embaucado- sí, póngale todo lo que ella quiera. - le sonreí amablemente, hoy no iba a morir.
Mientras comía notaba que alguien me estaba observando,... Por cierto si podemos comer no es el fin del mundo... No podemos atracarnos porque nuestro sistema digestivo era diferente, y el cuerpo siempre reconocía los alimentos que nos hacían felices antes de morir... En mi caso el chocolate y el café eran mi droga más ansiada...
Acabé me levanté y tocándole el hombro al fornido hombre le sonreí mientras le daba las gracias. Salí de allí con la misma sensación de ser observada... Mientras me ponía el casco di una vista rápida y no observé nada fuera de lo normal. Así que no le di más importancia. Después de unas largas horas de camino ya era de día. Había llegado a Ohio, y me dirigía hacia el pueblo que había escogido, Port Clinton, pequeño, acogedor y con poca gente para no llamar mucho la atención.
Aparqué mi moto y me senté en un banco de uno de sus muchos parques. Estaba observando a la multitud buscando alguna víctima que adoptase por un año a una adolescente preciosa y consentida... Cuando mis ojos coincidieron con un chico. Tenía el pelo oscuro y la tez muy blanca, los ojos muy azules se veían des de mi posición, era atractivo, demasiado quizás para ser humano... Lo miré con recelo pero apartó la vista de mi al ver llegar supongo a su chica.
Una muchacha bajita, rubia y ojos color miel, vi como le agarraba de la cintura y le decía algo mientras el bajaba des de su altura a darle un beso. Se estaban yendo cuando el chico se giró para mirarme sin que ella se diese cuenta y puso una sonrisa perversa...
Vaya cerdo pensé... No estaría mal acabar una noche con alguien así...
Céntrate Mia, necesitamos un hogar, entonces un extraño hombre se acercó a mi, no me daba buena espina.
-Hola señorita Evans, ya esperábamos su visita, nuestro merodeador nos aviso de que la avistó hace unas horas venir hacia nuestra posición. - lo miré mal-tranquila no queremos asustarla pero a estado sola mucho tiempo y está bastante descontrolada. - sonreí maliciosamente, esa era yo... Y que pasaba era nuestra naturaleza ser así... Pero entonces caí en la cuenta de que ese hombre sabía lo que era yo... Quise salir corriendo pero me choqué de bruces con otro hombre que tenía a la espalda y no había percibido... Eso sí era raro... Siempre notaba a todo el mundo... Me cogió entre sus brazos y me apretó contra el.
-Suelta gorila-chillé haciendo que la gente de mi alrededor se girase asustada.
-Tranquilos hacía mucho que no se veían-dijo el primer hombre calmando a la muchedumbre. Entonces el hombre que me retenía empezó a apretar más y más hasta que me dejó inconsciente...
Continuará 🦇🩸🧛🏻♀️
SM