Dos años pasaron.
Y aun la prensa no se había olvidado de lo que paso en la fallida boda de Agatha lux, y mucho menos ahora que la hija mayor y heredera del patrimonio Lux, había desaparecido por dos largos años. Y al parecer no aparecería ya que alguien más tomaría el lugar de presidentes de la empresa Lux. Alguien que nadie conocía y que amenazaba con quedarse con el imperio que con sacrificio y esfuerzo los abuelos y padres de la joven levantaron desde cero.
“¿Dónde se encuentra Agatha Lux?, desde el día de su boda no se sabe nada de ella.”—Se podía leer en una de la revista.
“¿Agatha Lux dejará que todo lo que su abuelo y padre crearon caiga en manos desconocidas?”— La televisión no se quedaba atrás, la farándula y noticieros quería saber que pasaría con el enorme imperio Lux.
“¿Quién es el hombre que quiere adueñarse de la empresa? ¿Agatha lo permitirá?”—y era titulares de los diarios.
Muchas fueron las preguntase que se hacía en la prensa, enterase de que alguien más tomaría la presidencia de las empresas Lux, fue realmente una sorpresa. Sin embargo, Agatha no salió decir ninguna palabra de lo que estaba sucediendo, durante estos dos años Aquiles mejor amigo de Agatha se encargó de las empresas.
La prensa también buscaba entrevistar o buscar respuesta de la otra parte, pero no obtuvieron nada, ni lo iban a tener hasta el siguiente día.
En la mansión que pertenecía a la familia Lux, se encontraba un hombre en el estudio con una copa de whisky en su mano, mirando la televisión y escuchando todas las especulaciones que hacían sobre las empresas Lux. Una sonrisa apareció en el rostro del hombre.
—Bruno, ¿Has hecho lo que te encargue? —Hace dos años, él no era "nadie" para las personas importantes de Londres y mucho menos para la prensa que ahora intentaba averiguar de su vida.
Dos años atrás él era el esposo, de la amante de Eros, el prometido Agatha Lux, quien es la mujer con mayor riqueza en todo Londres.
Desde el momento que comenzó la relación con su exesposa sabía que era amiga de Eros, lo que nunca se imaginó fue la tracción que cometieron ambos.
—Sí, jefe. —Bruno no solo era el asistente del nuevo presidente del imperio Lux, sino también que su mejor amigo. —¿Aún sigue odiando a Agatha? —Stephen odiaba la forma que aquella mujer mostró la infidelidad de su prometido, ya que él fue uno de los daños colaterales de la venganza llevada a cabo frente a la prensa de Londres, fue expuesto como un cornudo delante de las personas que lo conocían y le decían que esa mujer no le convenía.
—No, ya no. —suspiro. — No puedo seguir odiando a la mujer que me ayudó a subir donde estoy hoy en día. —Agatha sabía del matrimonio de la amante de su ex prometido, también conocía que el marido de esta estaba terminado su carrera. Lo que ella hizo por venganza y sin ponerse a pensar mucho los daños que causaría, porque si, no solo estaba dañada ella misma, si no al pobre hombre que de la peor forma y por medio de la prensa se enteró que su mujer le había metido los cuernos.
El recuerdo de ese día llegó al cabeza de Stephen de repente
Recuerdo Inicio:
Un hombre alto de aproximadamente 1,90 de altura, cabello corto, marrón oscuro y un cuerpo musculoso que volvería loca a cualquier mujer. Se encontraba sentado en un banco de un parque, estaba lloviendo, provocando que este se mojara, pero al hombre no le importaba, era bueno que lloviera, así no se veían las lágrimas que estaba derramando.
Lo que no se percató es que una joven con un paraguas en su mano se acercaba hacia él, se veía tan lamentable, la mujer se paró frente a este cubriendo al hombre con el paragua provocado que reacción y levante la vista para encontrase con unos hermosos ojos verdes esmeralda.
Se miraron fijamente por una fracción de segundo, hasta que ella habló.
—Te estarás preguntando ¿Quién soy?, y ¿Qué hago aquí? —El hombre no respondió, el simplemente estaba con su vista clava en ella- Bueno, no vine a molestarte, si es lo que piensas—Suspiro—quiero presentarme soy Agatha Lux, supongo que eso ya lo sabes por la tele, por la expresión de tu rostro yo me equivoque, tú me reconociste seguro a pena me viste— Extendió su mano, como lo haría si se presentara con un socio. Pero este ni siquiera se movió para tomar la manar su mano, así simplemente bajo la mano— Esto es un poco vergonzoso, pero estoy aquí para darte mi apoyo—eso no era lo que Agatha quería decir, pero le estaba costando decir lo siento.
—Ah, ¿Destruyes las vidas de las personas y luego vienes a darle tu apoyo? —rio sin ganas—¿Qué más quieres? —dijo furioso— No te conozco, no sé por qué estás aquí, vete y déjame en paz- se levantó del banco y comenzó a caminar para alejarse de aquella mujer.
— Espera no te vallas, sé que eres el ex marido de la amante de mi ex prometido, lo siento—suspiro. — siento, he cometido un error al dejarme cegar por la venganza y reproducir ese video para la prensa, te hice deño, sin querer. No pensé las consecuencias de mis actos. Pero no puedo cambiar nada, lo hecho, hecho esta. No puedo cambiarlo, pero puedo ayudarte en convertirte en el arquitecto que tanto deseas— el hombre no dejo de caminar hasta ese momento, ella estuvo hablando detrás del mientras lo perseguía— Puedo ayudarte a demostrarle a esa mujer, del hombre que se perdió al engañarlo. Se que puede llegar muy alto si te lo propones— Stephen se dio media vuelta para ver la mujer.
—¿Cómo puedes hacer eso?—La universidad lo había echado, ya que no quería verse envuelta en escándalos después del video que la prensa mostraba de su exmujer y ese hombre, no tenia dinero para ir a otra universidad.