Capítulo 1: Flechas

Mas de seis meses pasaron desde que los chicos pudieron rescatar a Mike, se estaban acostumbrando a su nuevo estilo de vida en la mansión sin Zeth y Nicole. Al principio se sintió terrible la perdida de Nicole, la mansión siempre en silencio al momento de entrar a su hogar después de un largo día en misiones, cosa que en más de una ocasión hicieron que Alonso se derrumbara en su habitación.

Las cosas entre Marla y Mike regresaron a ser tranquilas nuevamente, sin rastros de lo que a Marla de vez en cuando la hacía sentir triste, pero que después recordaba para volverse más fuerte y aprender a usar sus habilidades de mejor manera. Entrenó casi diario a partir de entonces, había pensado junto a los chicos en más de una manera de sacarles el máximo provecho a sus campos de fuerza y parecía tener grandes avances, pues estos eran másresistentes y los empleaba en más cosas que defenderse.

Mike por su parte seguía entrenándose para hacerse más fuerte y no volver a perder a ninguno de sus amigos. Agradecía constantemente a Nicole por la segunda oportunidad que le dio con su sacrificio, aunque seguía pensando de vez en cuando que él debió ser quien perdiera la vida en aquella ocasión, pero no podía cambiar el pasado y pensando en aprovechar al máximo el regalo de la vida se enlisto en la Rama militar de la ASC, enfocado en búsqueda y rescate, no quería dejar que nadie másmuriera.

Ambos entrenaban en la parte trasera de la mansión, aunque Marla se hubiera unido a la rama administrativa quería mantenerse en forma. Aun recordaba la desagradable sensación que Ary le dejo en el cuello. Los primeros cuatro meses no pudo pegar el ojo, cada que dormía el vacío mental la hacia despertar agitada. Pero desde hacia unas semanas tras podía descansar un poco más. No quería tener de nuevo una sensación así, quería ser fuerte para que el día que le tocara enfrentar algo similar, pudiera defenderse.

Marla resistía los constantes disparos de las armas de Mike. Empujó su campo de fuerza hacia adelante, Mike rodó sobre el suelo hacia un lado esquivando por los pelos el choque con la pared de energía y corrió en contra de la chica. Se acercó rápidamente y blandió sus espadas con fuerza, el trato fue no contenerse por nada y así estaba haciendo. Marla rápido creó dos campos de fuerza en sus manos y los alternaba para defenderse de los ataques de Mike, aunque era difícil hacerle frente a la velocidad del chico que siempre parecía acelerarse.

El choque de espadas y campos de fuerza causo algunas chispas y la fricción se hacía notar en agudos y molestos ruidos. Marla observó a su amigo y no pudo evitar reírse. Mike detuvo el ataque y la observóconfundido.

—Tu cabello —volvió a reír la chica de cabellos ondulados, haciendo que sus mejillas se enrojecieran aúnmás de lo que el esfuerzo de la pelea le causo—. Se volvió a erizar.

—¿Qué? ¿Otra vez? —Mike se llevó las manos al cabello. Su oscuro cabello estaba de puntas, se sentía la estática en él y tras tocarlo causo un doloroso chispeo—.¿Por qué pasa esto? ¿Qué hacen tus campos de fuerza?

—No lo sé Mike, pero hay que solucionarlo o no podremos volver a entrenar —rio Marla con fuerza, tanta que le causó dolor en el vientre.

—Bueno, creo que por hoy será todo —dijo el chico aplacando sus cabellos—. ¿Quieres beber algo?

—Si, me gustaría —respondió la otra calmándose un poco

Entraron a la mansión por la puerta trasera que daba a la cocina. Marla se acomodó sobre la barra mientras Mike sacaba una jarra de té helado del refrigerador, sirvió dos vasos, uno para Marla y otro para él, entonces fue que se sentó a descansar un poco.

—¿Crees que nos hayamos vuelto más fuertes? —preguntó Mike después del primer sorbo.

—Yo diría que sí —respondió Marla dejando su baso frente al de Mike—. Hemos entrenado mucho y ahora mis campos de fuerza son mejores, tu creas cosas más rápido.

—Si, aunque aún me cuesta pensar rápido que hacer—Mike se rascó la cabeza.

—No te preocupes —Marla le puso una mano sobre su brazo—. Lo estás haciendo bien, tú puedes mejorar aúnmás.

—Gracias —sonrió el chico—. Yo estaba pensando en algo que tú puedes hacer —interrumpió emocionado—.Tal vez puedas hacer que tus campos de fuerza se muevan sin que tú lo hagas.

—¿Qué? —inquirió la otra sorprendida.

—Si, déjame explicarte.

En otro lugar de la mansión se encontraban reunidos Adrian, Kevin y Santiago. Los tres jugaban apasionadamente en sus computadoras. Gastaban sus tardes libres de esa manera, escapando de la realidad y manteniéndose dentro de un mundo de fantasía.

Aunque a Santiago le pareciera divertido, no podíaevitar pensar de vez en cuando en Aya. Llevaba meses sin tener una verdadera conversación con ella, pero ¿Cómo podía hablar con ella después de lo que sucedió? él la había rechazado, lo hizo por su propio bien, para que no sufriera lo que otros ya habían sufrido por su culpa. Debía ser fuerte y seguir convencido de que así era, que no quería que nadie más terminara de la misma forma de Leah. Por eso debía encontrar a Dunkel en algún lado, por eso buscaba información sobre él a escondidas, pasando horas sin resultados de ningún tipo en internet.

​—¡Boom nena! —grito Adrian levantándose de la silla emocionado—. Les dije que le ganaría ¿Les dije o no les dije?

—Si, pero después de haber muerto diez veces contra él no sirve de nada —respondió Santiago sin apartar la mirada de la pantalla.