Capítulo 15: hasta el último aliento

Alonso y Mike no le daban descanso a Edgardo. Cuando el chico lobo lanzaba una zarpada en seguida Mike actuaba desde otro lado con sus espadas, sin embargo, el guardia mostraba una superioridad abrumante. Los esquivaba sin esfuerzos, moviendo su cuerpo de un lado al otro con pasos de baile. Mike atacó con sus espadase intentó cortar el cuerpo de Edgardo.

—De verdad no entiendo para que los quiere, Bloodmon. Son tan débiles. Podría deshacerme de ustedes tan fácilmente —decía Edgardo para provocar a Mike, el cual cayó en la trampa y arremetió con aun más coraje—,pero eso no sería divertido ¿sabes?

—Deja de hablar —Alonso regresó a su forma humana exhausto. Necesitaba descansar un poco y reponer sus energías. Mike también retrocedió frustrado buscando algo de aire—. No nos puedes derrotar a los dos juntos.

—Claro que puedo derrotarlos, ni siquiera están usando todo su poder. ¡Los puedo acabar con un solo dedo! —Edgardo arrancó su camisa de un tirón—. Soy mucho más fuerte que ustedes, solo mírenme —El guardia puso ambas manos detrás de su cabeza y apretó sus músculos marcándolos aún más de lo que ya estaban.

—¿Crees que me intimidas? —dijo el morenolevantándose una vez más. Le dolía todo el cuerpo por mantener tanto tiempo su transformación—. Ustedes se metieron con mi fa… mi equipo, eso jamás se los perdonare.

—Aún me interesa saber porque estas peleando ¿Qué te trae realmente a mí? —respondió Edgardo—. Espero no sea solo el deseo de morir.

—Ya te lo dije, vine por mis amigos.

—Alonso —Mike interrumpió a su compañero—.Vete ahora que puedes. Ve por los demás mientras yo lo entretengo, es momento de saldar mi deuda contigo… Y con Nicole.

—¿Qué diablos estas diciendo? —Alonso jaló a Mike del hombro para quedar de frente—. ¿Acaso no recuerdas lo que te hizo en la torre? Mike, me derrotó en un instante ¿y me estás diciendo que tú le harás frente?

—S-Si —respondió el otro con dudas. Tenía que intentarlo, por el bien de los demás, para pagar su deuda—. No puedo permitir que siempre me rescates, yo también soy fuerte y te lo demostraré.

—No necesito que me lo demuestres —Alonso cambio su mirada, ya no sonreía, ya no era amable con Mike lo que lo hizo sentir un agujero en su estómago, pero estaba decidido a pelear solo—. Necesito que vivas.

—Solo vete ¿Quieres? Yo me haré cargo.

Alonso no dudó en darle un puñetazo en la cara a su amigo. Mike cayó al suelo, soltando sus espadas y causando algunas grietas en el suelo de cristal. Edgardo rio como un niño frente a un chiste nuevo.

—¿Por qué hiciste eso? —rezongó Mike sin tartamudear.

—¿Quieres pensar por un momento? —Le reclamó el moreno apretando la mandíbula—. Hemos venido todos hasta aquí a ayudarte. No te voy a dejar por ningún motivo ¿Entendiste? No voy a dejar que desperdicies el sacrificio de Nicole.

Mike estaba pasmado en el piso, era la primera vez que observaba esa cara de Alonso. Un muchacho que siempre mantuvo la calma, pero que ahora dejaba ver toda la furia que había guardado. Su expresión cambio, tomando facciones más fuertes, casi lobunas. A Mike le dolía eso, que él también lo terminara tratando como un tonto.

—¿Y si solo quiero que sobrevivan todos ustedes,aunque me cueste la vida? —Mike se puso de pie, volteó un momento a ver a Edgardo quien ya tenía puesta una camiseta nueva. Se volteó con Alonso, quería de verdad hacerle entender lo que quería, pero su amigo estabacegado.

—Entonces eres un estúpido desagradecido —bramóel moreno.

Mike bajó la cabeza, adolorido, con las lágrimas al borde de sus ojos, lo que dolió no fueron las palabras, estaba acostumbrado a ellas, pero esa mirada tan fría y sincera fue lo que le causó un dolor verdadero en su corazón. ¿Por qué todos debían tener esa misma mirada? ¿Por qué todos lo veían como un estúpido? Él… él solo quería darlo todo por sus amigos y ellos no lo valoraban.

—¿Qué pasa cachorro? —Se burlaba Edgardo desde el otro lado del pasillo—. ¿Problemas en el paraíso?

—Cierra la boca —gritó Alonso verdaderamente molesto. El intento de heroísmo de Mike lo hizo enojar—.Te acabaré en un…

Algo golpeó a Alonso con fuerza, haciéndolo caer al suelo y retorcerse en él. Su pecho le ardía hasta los huesos. Se quedó impresionado, y a la vez aún más molesto que antes, al ver como el humo ascendía lentamente por el cañón de la pistola de Mike, que mantenía una mirada seria, llena de desesperación y frustración. Se llevó la mano al pecho, cerca de su hombro derecho, la herida no cerraba y la sangre no dejaba de salir, enseguida Alonso supo que su amigo le había disparado con plata. Eso había sido una advertencia, pues sus ojos expresaban todo lo que Mike sentía.

Edgardo reía fascinado por la escena, sentir la desesperación de ambos. Peleaban entre ellos para no tener que enfrentarlo a él, aunque eso era algo decepcionante de su parte, tampoco era desagradable verlos. Se cruzó de brazos y sonrió.

—¡Te dije que te largaras! —gritó Mike molesto. No iba a permitir que se burlaran más de él, tampoco que lo despreciaran—. Yo me encargaré de esto, tú y los demásverán que no soy un idiota.

—Claro que lo eres —Alonso se levantó del suelo, insertó su índice en forma de garra cerca del orificio de la bala y de un doloroso tirón que le sacó un grito, hizo salir el proyectil—. ¡Si no lo fueras te darías cuenta de la tontería que estas cometiendo! Valora tu vida… Valora la vida de Nicole…