Agencia de Seguridad Civil: Los Reclutados

Capítulo 26: Alex

La cabeza le daba vueltas a Marla, los oídos le zumbaban sacándola de balance. Miró a su alrededor, todo era un caos, su campo de fuerza estaba desquebrajado casi por completo. El avión en pedazos y ni rastro de los demás por ningún lado. Escuchó el sollozo de Nicole, estaba entre sus brazos. No podía recordar en qué momento la tomó entre sus brazos. Todo fue tan rápido que la estaba confundida.

—Oigan ¿hay alguien? —preguntó Marla con voz temblorosa. Se aferró a Nicole con fuerza, casi impidiéndole respirar. La pequeña niña lloró desconsolada en sus brazos.

—Quiero a mi mamá —chilló Nicole—. Tengo mucho miedo.

—Tranquila, no pasa nada —Alonso se acercó a ellas, bastante lastimado agarrándose un brazo, pero al menos estaba completo—. ¿Cómo están?

—Creo que bien —respondió Marla sin dejarlo entrar a su fuerte.

—Maldita loca, te juro que si la encuentro... —Kevin, Santiago y Mike atravesaron literalmente una de las partes del avión. Kevin estaba molesto, escupía rayos y centellas por la boca.

—¿Alguien ha visto a Andrea? —preguntó Marla con los ojos abiertos como platos, por el miedo que le daba pensar que algo le hubiera sucedido.

—¡Aquí está! —escucharon decir a Zeth. Se apresuraron a salir de los restos del avión y llegar a un área más despejada, cercana a la pista. Andrea estaba inconsciente sobre las piernas de Zeth, con el único inconveniente que el chico estaba partido por la mitad—. ¿Alguien sabe que rayos pasó?

—Que Marey hizo que el avión se estrellara con sus explosiones como si fuéramos kamikazes—dijo Kevin simulando todo con sus manos.

—No creo que haya sido ella —respondió Santiago—. Si hubiera explotado a nuestro lado tal vez no estaríamos vivos.

—Eso no importa ahora, hay que buscarla —dijo Alonso.

—Pues vayan ustedes, yo me quedaré aquí —Kevin se sentó a un lado de Andrea—. No estoy dispuesto a que me vuelvan a explotar en la cara.

Andrea comenzó a dar señales de vida, se removió en el regazo de Zeth entre quejidos lastimeros. Se sentó tan pronto pudo, llevándose una mano a la cabeza. Todo le daba vueltas,sentía como si alguien hubiera roto un par de ladrillos en su cabeza otra vez. Con la mirada borrosa buscó a sus niños, pasóde uno en uno aliviándose de que estuvieran medianamente bien, pero hacía falta una.

—¿Dónde está Marey? —preguntó queriendo levantarse, pero Santiago sujetó una de sus manos al suelo con la tierra.

—Tranquila, Andrea —Le pidió amablemente—. No te me alteres.

—Santi, ¿Dónde está Marey? —volvió a preguntar buscando la respuesta entre sus niños.

—Aún no lo sabemos —respondió Alonso volviéndose a todos lados en busca de algún rastro de la chica. Alzó la nariz para olisquear el viento. Había demasiados aromas en el aire, plástico quemado, gasolina y el aroma de sus compañeros, pero ese olor a ceniza que desprendía Marey no apareció por ningún lado, el desastre del avión debió ocultar su aroma.

—Yo insisto en que la dejemos —dijo Kevin explicando su plan con sus manos—. Así evitamos que la gente salga herida por su culpa.

—Kevin —Andrea volteó a verlo seriamente. No iba a permitir que nadie, aun menos entre ellos mismos, hablaran mal de Marey—. Cállate.

El moreno la observó unos segundos, desafiante, pero no pudo soportarle la mirada y bufó resignado, dio la vuelta y caminó sin rumbo. Santiago la dejó libre, permitiéndole ponerse de pie. Andrea sacudió su cuerpo, descubriendo más heridas de las que sentía, pero no podía darles importancia cuando debíanrescatar a Marey.

—Busquemos a Marey por los alrededores —dijo Andrea caminando a paso lento—. Si alguien la encuentra o algo que nos diga que pasó con ella grite muy alto.

—¿Y si… no queda Marey? —preguntó Marla horrorizada.

—No se preocupen, ella está bien —Las palabras de Andrea llenaron de seguridad a los chicos quienes comenzaron a buscar a su compañera.

Andrea se quedó ahí en medio, recibiendo un apretón en la mano por parte de Nicole, quien por órdenes de Alonso se quedóa su lado. Andrea le sonrió con amabilidad a lo que la pequeña respondió con mucha energía. Alzó la mirada a su alrededor «¿Qué habría pasado con el piloto?» Desde ahí vio la cabina hecha pedazos mientras Zeth se acercaba a ella. Le vio decir algunas palabras y luego levantar la mirada al cielo. «¿Se habría encontrado con el piloto?»

La pista se asemejó a un campo de guerra y hacía muchotiempo que ella no estaba envuelta en una situación como esa, no desde su última misión en la selva con sus compañeros. Ese día estuvo envuelta en una situación que no quería recordar y mucho menos iba a permitir que se repitiera. No dejaría que le hicieran daño a ninguno de sus niños.

—Hermanita, ¿Por qué lloras?

Andrea volteó hacia Nicole, sintió como algunas lágrimas caían de sus mejillas hacia el suelo. Se enjugó la cara con el antebrazo sorprendida, no las notó asta que la niña le dijo. Se arrodilló a la altura de Nicole, quien la abrazo con fuerza.

—¿T-tienes miedo? —preguntó la pequeña a punto de romper a llorar—. N-no llores… Somos fuertes —La pequeña no pudo ocultar más su miedo y tristeza, y rompió a llorar.

—Oh, Nicole —Andrea la abrazó—, acabas de decir que somos fuertes… No llores —La acercó a su cuerpo con un abrazo, acomodó su cabeza en el pequeño cuello de la niña, captando su dulce aroma—. Todo va a estar bien ¿Sí?



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En el texto hay: accion, aventura, poderes

Editado: 23.05.2022

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