Agente Harris

Agente Harris [13]

Nicholas

 

 


 

—¿Blue? —pregunto dudoso al verla en el patio.

Dentro de poco nos iremos y desde hace dos días Blue ha estado actuando extraño. Habla poco, no se integra y no menos importante; me ignora.

Ella claramente me está evitando pero no tengo idea de por qué.

Esta vez ella giró su rostro, se estaba meciendo en un columpio puesto de forma improvisada sobre un gran árbol. Éste no parecía seguro pero no dije nada.

Los ojos azules de Blue dieron conmigo, se veían opacos y melancólicos; tristes.

De verdad quería saber qué sucedía, pero ni siquiera Pauline pudo sacarle algo.

—¿Pasa algo? —esa fue la voz de ella. Sonaba apagada y sin ganas de hablar, esto en serio me preocupaba. Regresa su vista al frente y yo hago lo mismo para ver que es lo que tiene su atención.

Delante de ella hay varias botellas vacías y algunas están rotas, supongo que estuvo practicando su puntería ya que a sus pies hay un arma.

—Eso debería preguntártelo a ti —digo, acercándome—. ¿Estás enojada conmigo?

Por alguna razón no me gusta que me ignore, prefiero a la Blue sarcástica y burlona que a veces me saca de mis casillas y también me hace enloquecer.

Ella niega sin voltear a verme.

Frunzo el ceño entendiendo cada vez menos su actitud.

»¿Estás enojada con Pauline o alguien?

El silencio invade nuestro espacio, por un momento siento que ella no me escuchó hasta que la veo levantarse del columpio.

Blue camina hacia mí sin dejar de verme con seriedad.

—No estoy enojada con nadie, pero de verdad quisiera estar sola.

—Nunca me has contado sobre ti, sobre lo que hacías antes de entrar a la agencia o mientras estabas en ella —ignoro lo que me pidió antes y en cambio trato de indagar en su pasado.

Ella hace una mueca al escucharme y después sus ojos se oscurecen.

—No creo que te importe, ya te había dicho que aunque ahora no sea su enemiga tampoco soy parte de su equipo, así que espero que entiendas que no somos ni amigos ni compañeros para compartir nuestras vidas.

Auch.

Supongo que di en un punto débil.

Podría decir que sus palabras me dolieron pero sólo está diciendo la verdad. 

Ella y yo no somos nada.

—Pero podrías tratarme como a un extraño con el que deseas desahogarte —sonrío un poco tratando de aligerar el ambiente, sin embargo Blue conserva su seria expresión.

—¿Por qué no me dejas sola? —alcé mis cejas con sorpresa, su voz esta vez sonó más fuerte e irritada.

Sonreí divertido y me acerqué a su cuerpo invadiendo su espacio personal.

Blue no se intimidó ni intentó alejarse, sólo se quedó en su misma posición mientras yo la rodeaba y finalmente la encerraba entre mis brazos.

—¿Por qué quieres que te deje sola? —insistí, para este momento hasta yo mismo estaría irritado de mi actitud, pero la verdad es que llevamos viviendo juntos un considerable tiempo y prácticamente no sé nada de ella.

Quería saber más.

—Porque sí, así que te pido que me sueltes —ni siquiera intentó pelear, únicamente habló con firmeza manteniendo su expresión indiferente.

Para ser sincero esta parte de ella como que no me estaba gustando. Verla así..., parecía un robot que sólo hablaba conforme a la ocasión.

—No.

La provocaría.

Blue suspiró como si ya hubiera esperado esa respuesta, reprimí mi sonrisa al pensar que ella por fin haría algún movimiento así sea para salirse de mis brazos sin embargo ella me sorprendió totalmente al chocar sus labios contra los míos.

¿Qué...?

A pesar de la situación, claramente no desaprovecharía esto.

Cerré mis ojos y mis manos se afianzaron en su cintura pegándola más a mí.

Mis labios se movieron por instinto junto a los suyos y rápidamente nuestras lenguas se encontraron de una forma realmente erótica.

Mierda.

Blue comenzó a lamer mi labio inferior, gemí al sentir sus dientes agarrando mi suave carne y jalándola con la suficiente fuerza como para sacar sangre, seguidamente de eso volvió a envolver mis labios mezclando nuestra saliva con mi sangre.

Lejos de asquearme provocó que me excitara de sobremanera.

Gruñí sediento y mis manos actuaron naturalmente adentrándose a su blusa delgada y delineando su suave piel.

Cuando mis manos estuvieron a pocos centímetros cerca de sus senos ella sintió la anticipación y me regaló el gemido más delicado y bonito que he escuchado en mi vida.

Ese fue el detonante.

La impulsé hacia arriba y Blue muy cooperativa enredó sus piernas en torno a mi cintura. Mientras nuestras bocas seguían en contacto y mis manos continuaban tocándola me moví con ella a la habitación vacía más cerca del patio.

No tardé mucho en encontrar una y agradecí que fuera lo suficientemente amplia y con una cama.

En ese momento todo quedó en el olvido, hasta el claro hecho de que estábamos en una casa ajena como invitados.

Fue lo que menos importó.

Me aseguré de cerrar con candado y después la llevé hasta la cama, acosté su espalda con cuidado, sin soltarla. Mientras, yo me iba recostando con ella sin subirle todo mi peso y sin dejar de besarnos como si no existiera un mañana.

Cuando por fin quedé encima de ella Blue decidió que mi cuello era más apetecible y comenzó a besarlo y morderlo, mis pantalones estaban matándome por lo que empujé mi cadera contra su centro provocando que los dos gimiéramos con necesidad.

Joder.

¿Hace cuánto no me acostaba con alguien?

O mejor dicho.

¿Hace cuánto no me sentía así de excitado por un simple beso?

Blue sabía perfectamente cómo encenderme sin hacer extravagancias, y quizás antes habría pensado que eso sería un problema, ahora sólo tengo cabeza para anhelar más y más de ella.

Poco a poco ambos fuimos despojándonos de nuestras prendas, una por una caía en el suelo mientras seguíamos ensimismados en nuestros labios y el calor que transmitían nuestros cuerpos.



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En el texto hay: mafia, amorycelos, agentesscretos

Editado: 25.03.2021

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