Agonía

Capítulo 1

Desde siempre he sido bastante curiosa y distraída con lo que respecta a los demás, mamá es una gran mujer llena de historias, llena de vivencias, llena de amor, a sus 55 años aún parece una mujer bastante joven,aún no se presencian arrugas y mucho menos aquellos cabellos blancos que demuestran que los años están pasando, es una mujer sabia. Estamos en pleno 2192 muchas cosas han cambiado según lo que leído en los libros. Libros los cuales muchos quieren que desaparezcan completamente. Hace 95 años nos obligan a escribir sobre lo que pasa todos los días, muchos lo hacen sin ningún ánimo fastidiados de tener que escribir sobre su vida y la de la raza humana, pero para mi fortuna aquellas personas que son parte de mis raíces lo hicieron con gran ánimo y emoción.

El mundo ya no es como el de antes desde el más pequeño detalle ha cambiado nos encontramos a 30 grados centígrados una temperatura bastante fría para nosotros pues nuestra máxima temperatura ha llegado a los 60 grados algo que para la sociedad pasada era completamente exagerado pero para nosotros es una realidad y una situación completamente normal. 

Varios lugares no pueden ser habitados ya sea por la desaparición de Antártida o por la guerra nuclear que tuvieron Estados Unidos y Corea del Norte, devastaron a muchos estados involucrándolos en la pelea haciendo que entraran en un destino del cual nunca saldría y que no tenía otra solución más que la muerte. Aún recuerdo el día que me enteré sobre la situación centenares de videos, millones de personas suplicando al cielo que no les llegar la hora, que los ayudarán, centenares de vidas que acabaron por la maldita ambición y por dos personas que nunca supieron arreglar sus discrepancias como gente adulta utilizando sus «juguetes» preferidos para acabar con su propia patria, para acabar con su propia existencia.

Al ver la gran desesperación y miedo de todas esas personas, una lágrima broto de mis ojos aún no sé bien el motivo: por ver a millones de seres humanos morir o de ira en contra de aquellos seres despreciables que ni siquiera merecen ser nombrados. Sin embargo no era lo peor,  Antártida se derritió. El continente que nunca para los hombres no desaparecería, se esfumó. No fue capaz de soportar tan altas temperaturas, provocadas por el calentamiento global.

Nuestros errores causaron esto pero cuando nos dimos cuenta era demasiado tarde, tuvimos que perder a millones de especies y a un gran territorio por nuestras equivocaciones, por nuestra existencia......            

Millones de especies han desaparecido dejando sólo recuerdos de que algún día estuvieron aquí pero que jamás volverán, nuestros desaciertos nos harán pagar muy caro durante un largo tiempo.


Existen grandes organizaciones en contra del nacimiento de más seres humanos, según muchos nuestra condición es demasiado grave y creen que la muerte es la mejor solución, han captado la atención de muchos y han convencido a otros cuantos. Sus palabras lo admito son convincentes muchas veces yo misma he dudado sobre lo que debemos hacer con una sociedad de casi 500 billones de habitantes; la situación se torna bastante grave, intolerable y desesperante para todos, tenemos que tomar las decisiones correctas, esta vez no podemos darnos el lujo de experimentar con nuestro futuro como los hicieron nuestros antepasados.


Yo sufrí, perdí y me decepcioné al igual que muchos otros. Viví a lo que le llamaron «Zona 1» una zona  en la cual el panorama podría ser descrito con una palabra: "infierno", tal vez sería la palabra más apropiada para describirlo.

Tendré grabado ese día por siempre en mi mente. Varios hombres armados llenos de balas decididos a acabar con todo aparecieron. Llegaba a mi casa después de un fastidioso día de escuela, había visto un movimiento totalmente inusual en la gente estaba alborotada por todos lados y el tráfico era insoportable llegué a casa y mamá estaba llorando un abrazo la tranquilizó pero no entendía nada «¡Somos la Zona 1!» dijo demasiado alterada. ¿Zona 1? alcancé a preguntar, esto no me parecía nada bueno empecé a temblar sin ningún motivo y sin ninguna razón, mi mamá en busca de que entendiera lo que sucedía prendió la radio, de inmediato una voz muy alterada lleno la casa, gritos, disparos, sonidos que parecían de otro mundo.

«DEAD» había actuado aquella organización que creía que la muerte era la esperanza, aquella organización que en un principio era útil de muchas maneras, pero al morir su líder y tomar el mando otra persona sus principios e ideas cambiaron totalmente. Había escuchado varios rumores sobre las zonas que iban a atacar pero nadie los tomo  enserio «locuras» decían muchos, «palabras que se las lleva el viento» , decían otros. Escuché comentarios en la calle, colegio y casa pero yo también fui torpe y no investigue sobre el tema pensé que nadie tendría el alma o el corazón para matar a naciones enteras sin tentarse el corazón, pero me equivoqué.

- Malditasea - susurré




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