Después de tanto tiempo mi dia llegó, una sensación escalofriante se apoderó de mí; me quedaba poco tiempo. Sin embargo mi corazón estaba feliz, ansioso porque antes de partir mi dia sería diferente, como siempre habría querido que fuera, con una sonrisa, sin resentimientos, olvidando todo el pasado y disfrutando el momento. No me importa el hoy ni el mañana, solo el recuerdo, porque es lo único que me llevo, porque es lo único que me quedará.
—¿Por qué esperó el último momento para que su dia cambiara?
—Usted le puede decir Diana doctor.
—Bien, ¿Por qué Diana esperó el último momento para cambiar de opinión? Arriesgándose a que ustedes nunca se vieran.
—Porque mi dia es muy positiva, ella nunca pensó que lo peor iba a pasar. Siempre confió en que la casa por cárcel terminaría y yo podría salir del país para estar con ella.
—Entonces ella ya lo había perdonado.
—Sí, desde el momento en que se presentó la enfermedad, si hubiera sabido que defender a una anciana y matar accidentalmente a ese adolecente me quitaría pasar los últimos días a lado del amor de mi vida no lo hubiera hecho.
—Vaya, es una mujer valiente, viajar hasta donde está usted solo para verlo una vez más.
—Ni se imagina lo grandiosa que es mi dia, no sabe cuánto daría por ser yo el que está por morir.