Agridulce

Prólogo

¿Qué es el amor?

Puedes buscarlo en internet, o en un diccionario, e incluso, puedes averiguar preguntado a personas... Pero ¿te queda claro qué es el amor? Porque a mi no.

En muchas respuestas, puedes encontrar que es lo mejor que pueda existir, y a decir verdad, tienen razón. Es hermoso pero también, algo que te puede destruir, sin siquiera saber eso. O tal vez si sepas, aún así, te arriesgas, creando una tormenta dentro de ti, pero sabés, es de lo más valiente que puedas hacer, ¿por qué? No hay una respuesta que pueda acertar sin omitir alguna cosa.

En cierto punto, las personas lo evaden, temiendo a salir lastimados, a que entreguen todo de ellos sin recibir nada, y otras, que lo dan todo, pero aquí, ¿qué persona seria yo? ¿la qué entrega todo, o la qué reprime sus sentimientos?

***

–¿Me quieres?– Espere, silenciosamente su respuesta, sentada a un lado de él, sin mirarnos.

En ese momento, quería verlo, que me mirara, y anhelaba mucho escuchar aquellas palabras, aunque yo sabía que no eran ciertas. Pero no lo hice, no gire mi cabeza y no lo enfrente, por que sabía qué el podía ver dentro de mí. No quería que me viera débil, que demostrará como me rompe, no quería que supiera que el tenía mucho poder sobre mi, de lo contrario, ya estaría acabada.

–Claro que te quiero, somos el uno para el otro ¿no?– Y pum, mi pequeño corazón se desplomó, se hizo añicos. Sabía que me estaba observando, él sabía que me causaba algo por más que intentaba ocultarlo.

Pero aquí las triste realidad, es que, sus palabras eran vacías, tal vez, sólo, tal vez, si sentía afecto por mí, simplemente por que era su amiga, y la hermana de la chica que el verdaderamente quiere. Por que aquí, el pretendía ser lindo, amable, pero yo sabía que no era así, sabía que el nunca me querría como la quiere a ella, ¿y saben qué fue lo que yo hice para evadir un sentimiento de rechazo? Nada, no hice nada. Sólo me cree un sentimiento que no era correspondido de la manera que yo quería.

–¿Por qué lo preguntas?– Continuó. Pero esta vez, si lo encare.

–Por que se que no es así– Estaba a punto de colapsar, intente que mi voz no sonará débil, pero falle, se quebró cuando creí lograrlo.

–No es cierto, sabes que no es así– Al mismo tiempo, tomó mi rostro para depositar un pequeño beso en mis labios.

–Okay– Sólo me limité a responder, porque sabía que si añadía más, lloraría.

Con el a mi lado, abrazándome por la cintura , volví a creer lo que me dijo. Me volví a destruir, que hasta me creí la mujer maravilla por ser fuerte estando con él.

Pero también me prometí no volver a mostrarme débil. Tendría mi cariño, mi atención, pero no me volvería a perder. 
 



#39412 en Novela romántica

En el texto hay: hermanas, romance, confianza

Editado: 31.05.2020

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