Agridulce

Capítulo Uno

»Nunca me considere una persona sociable o amable, pero sabía que cuando necesitarán de mi yo estaría ahí«

Esta mañana desperté con todas las ganas del mundo; hoy sería mi primer día en mi nueva escuela.

–Vas a estar bien, tu puedes An– habló Sara desde la pantalla. Ella era mi mejor amiga, hasta ahora, la que conservaba.

–Lo se, lo se...– Respondí en un tono algo desanimado– Sólo que... No sé, sabes cómo soy, de seguro me rechazarán, aunque claro, no es como si de verdad me importará éso.

–Oye niña, al principio estarás sola, lo se por que se que tu no iniciarás ningúna conversación, pero vamos, no es tan malo.

–Ok, me tengo que ir, se hace tarde– Añadí, por que sabía que tenía la razón, y no quería entrar en una pequeña discusión sólo por mis puntos de vista absurdos, que ahora rondaba consecutivamente en mi cabeza.

–Okay, adiós, y suerte– Se despidió con un leve movimiento de su mano mientras yo cortaba la llamada.

Tome mis cosas y bajé, Emily ya estaba esperando por mi.

Yo estaba en segundo, a dos años para ingresar a la universidad; mientras mi hermana, se preparaba en su última año.

A decir verdad, me ponía triste el pensar que ya no podría hablar muy seguido con ella, o tener la peleas que siempre teníamos por cosas sin sentido, pero después de todo, tenía que quedarme callada para no afectarla a ella.

Ya en mi salón, la profesora no tardó en llegar, y hasta ese momento, no había hablado con nadie.

Llegó el descanso, fui la última en salir, o eso crei.

–Hola– saludo a unos pasos detrás de mí un chico.

No era tan alto, cabello castaño un poco oscuro, ojos color miel, muy claros, piel un poco pálida.

–Hola– Hablé lo más amable que pude.

–Soy Harry, ¿y tu eres?– me señaló con ambas manos tratando de indicarme a que le mencionara mi nombre.

–¡Oh¡ soy Diana, pero puedes decirme An– Dije con el mismo tono.

–Un gusto An, te preguntaría si querrías ir a comer conmigo, pero creí que dirías no, así qué, sonaré un poco atrevido, pero...– Tomo una leve pausa, creo que pensando en sí soltarlo o no–... Creo que literalmente te llevaré arrastrando del brazo.

No me dejó analizar lo que dijo, por que enseguida, me tomo del brazo izquierdo, llevándome al lo que sería el comedor.

Traté de poner fuerza, pero obviamente, no conseguiría nada. Así que no me quedó de otra más que seguirlo.

Tome mi comida, y el volvio a llevar me con el hasta una mesa de las orillas.

–Okay, eso fue raro– Hablé cuando ya estábamos sentados.

–Lo sé, me han dicho lo mismo– Sonrió mientras metía algo de comida en si boca.

–¿Y tus amigos?– Añadí, mientras veía que nadie llegaba a nosotros para sentarse.

–Ya los conocerás– Me guiñó el ojo mientras miraba detrás de mí.

La compañía de Harry, es agradaría, comenzó a platicar de cosas al azar, y eso me agradó, claro, no era como si yo iniciará la plática, y eso era bastante bueno.

–¡Oh! La nueva– Dijo un chico que acababa de llegar.

Era de piel morena, cabello largo color negro al igual que sus ojos, no pude ver que tan alto era, pero asumí que era de la misma que Harry.

–Cállate Ethan– Dijo Harry mirándolo de mala manera.

Aunque de ser así, yo lo hubiese visto igual, eso ya era normal en mí: mirar a todos de mal manera y poner los ojos en blanco cuando algo me molestaba, pero en este caso, no lo haría.

–¿Y los demás?– Siguió hablando el niño llamado: Ethan.

–Yo que se– Se limito a decir Harry.

Hubo un silencio un poco incómodo, pero podía lidiar con eso. Eso era lo que siempre hacia: lidiar con situaciones qué no me favorecían, pero seamos realistas, ¿a quién si le favorecen siempre las cosas que hace?

–¿Y la bonita como se llama?– ¡Oh vamos! ¿enserio me llamó bonita?

–Soy Diana– Lo dije en un tono un poco grosero. No me agrada que me llamaran así, y a mi parecer, no me consideraba bonita.

Cabello largo, muy castaño claro, ojos color miel, sin tanto trasero ni pechos.

Tranquilízate An, no hagas tu loca. Dije por mis adentros.

–Oye Harr...– Está vez, otro niño habló, pero no terminó lo que dijo.

Él, en cambio, tenía la piel más clara que Ethan, ojos y pelo del mismo color: negro, y era mucho más alto que los otros dos, y también, más flaco que ambos.

–Josué, te presento a Diana, Diana, te presento a Josué– Dijo Harry apuntando a cada uno para presentarnos.

–Un gusto Diana– Dijo Josué con una sonrisa un poco nerviosa.

–Un gusto– Me límite a responder, sin ninguna expresión en mi rostro.

Ellos empezaron a hablar, ¿de qué? No lo se, no quería escucharlos hablar.

Por un instante creí que eran sólo ellos 3, hasta que una chica, llegó.

Era casi de la misma estatura que yo, ¿cómo lo se?  Por que cuando estaba por irme, casi choco con ella, por lo que quedamos a una distancia muy cerca, deduciendo yo que era igual estatura.

Tenía la piel morena, casi igual que la de Jos, cabello negro rizado, ojos del mismo color a su cabello.

–¡Hola nueva!– Me sonrió de una manera que en definitiva, no me agradó. Era una de esas que te transmita burla, y no veías otra cosa más que eso.

No le respondí, la rodee y salí de allí.

Si tanto su mirada como su carácter son así, en definitiva, no le habló.

–Oye, no es para que te enojes– Habló, mientras me tomaba del brazo.

–¿Qué te hace creer que me enojé?– Pero sonó más a un tono desafiante en lugar de sonar tranquilo.

–Okay, ya va, mira, olvidemos esto, e iniciemos de nuevo, ¿si?– Hizo un gesto un poco gracioso, pero no reí.

–Okay, soy Diana, un gusto– Dije un poco hipócrita, por que no me agradó, pero claro, no debía juzgar ante las apariencias, sólo la llevaba conociendo un par de minutos.

–Yo soy Emma– Está vez, sonrió de una manera más agradable– Mira, ellos no son tan egocéntricos como aparentan, y mucho menos yo.

¿Y eso a que viene?



#39401 en Novela romántica

En el texto hay: hermanas, romance, confianza

Editado: 31.05.2020

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