Agua y Aceite

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     Un día Bastián me dijo que mi vida era tan intensa e inverosímil que debía escribirla para una película, o por lo menos para un libro, Según sus palabras: se vendería como pan caliente. A pesar de que yo era de una generación moderna, donde las computadoras ya eran parte de la vida cotidiana, le dije a él que únicamente lo haría si tuviera una máquina de escribir, porque me parecía una forma más romántica de contar una historia. Me parecía maravillosa la forma y dedicación de los escritores de antes que se tomaban el tiempo de hacer el ritual de poner tinta en el carrete a su máquina, teclear y mover el rodillo al compás que su inspiración marcaba. No creí cuando un día lo vi entrar con la cara roja como tomate cargando entre sus manos una máquina de escribir amarilla chirriante, y lo más sorprendente de todo es que servía. Lo había hecho, y si él se esforzó en buscar algo tan antiquísimo, lo menos que podía hacer es usarla, y es aquí donde estoy escribiendo cosas del artefacto en el artefacto mismo.

Todo inició cuandoYa tenía más de diez mil suscriptores en mi canal donde subía videoblogs, no era lo suficientemente popular para que la gente en la calle me reconociera, pero si lo bastante para tener por lo menos unas 25 mil vistas en mis videos y miles de comentarios. El contenido que subía no era particularmente peculiar, hacía una “sesión” donde mis seguidores y gente que en el momento que coincidía con la transmisión se quedaba para saber el desenlace. Básicamente yo jugaba a ser psicóloga o una especie de doctora corazón. Las personas hacía una donación de diez dólares y con este donativo pagaba la “cuota” para que su pregunta fuera tomada en cuenta, y tanto yo, como la gente que estaba en la transmisión le aconsejara de cómo solucionar el problema o situación que estuviera pasando. Evidentemente nadie en la sesión tenía estudios ni bases para aconsejar a nadie, pero todos decíamos que teníamos la universidad de la vida y esa era la más importante, y con eso bastaba.

Buscando en mi computadora, este es uno de los chats de una de las tantas transmisiones que hice.

Chat En Vivo:

Maquina53: (DONÓ DIEZ DOLARES)
Quiero pedirle matrimonio a mi novia, pero no quiero que sea de la manera tradicional y aburrida ¡AYÚDENME A PLANEAR ALGO ESPECTACULAR!

Esperpento1: Yo alguna vez vi que un tipo contrató a otros tipos xD para que hicieran una especie de secuestro y ya que le quitaron las vendas a la prometida, le pidió matrimonio.

litabonita: Que idioteces dices, lo único que va a lograr con eso, es que lo dejen porque la novia pensará que es un psicópata.

banabanana: Mejor hazle como en el video de Maroon 5, llévala a un restaurante, y cuando vayas a hacer la petición ¡PUM! Cae la manta que cubre a la banda y le das el anillo.

Maquina53: Aja, y yo de dónde demonios voy a sacar dinero para pagar a Maroon 5  sólo que empeñe el anillo que tengo planeado darle a mi novia, y ni así pagaría ni la plumilla que usa el guitarrista de la banda.

rapidoyfurioso: ¿Por qué no le pides que se lancen de un paracaídas y en el aire se lo pides?

Maquina53: ¿Será porque mi novia sufre de vértigo? y a lo que tendría que pedirle matrimonio sería a su cadáver. Ustedes sólo me están dando pésimas ideas, fueron los diez dólares peor gastados de la historia.

Gatitomiau: A ver, mira, vas a la torre más alta de la ciudad, esa que está en el centro y tiene un telescopio, pides que haya gente abajo con una manta que diga “Quieres ser mi esposa” y después le pides a ella que enfoque hacia esa dirección y >cha chan<, le das el anillo...

maquina53: HA CANCELADO SU DONATIVO

La gente a veces era difícil, muchas veces no buscan un consejo, lo que buscan es que les resuelvas la existencia. Creo que lo que querían escuchar de mí era: “Ven, cambiemos de vida, yo paso tus exámenes y cuido a tu novia todo el día para que no te sea infiel con tu mejor amigo”, y pues no.

Salí de mi casa a caminar al centro de la ciudad a despejar mi cabeza. A veces pasaba por mi mente dejar de hacer videos porque llegaba el momento que se volvía estresante escuchar los problemas de los demás. Era satisfactorio poder ayudarlos, pero la mayoría de los casos, como ya expresé, era gente necia que no quería escuchar nada más allá que: “tienes razón”, cuando en muchas de las ocasiones no la tenían. Pero, quien en su sano juicio le va a dar la razón a un idiota que justifica sus celos maltratando a su novia porque piensa que le es infiel con todo mundo, y menos por diez míseros dólares; que se los meta a ver por dónde, porque jamás usaría mi videoblog para mal aconsejar a la gente por dinero. Si bien era verdad que aceptaba las donaciones, lo hacía porque lo tomaba como una especie de trabajo, pero no pensaba contribuir con la violencia de gente desquiciada.

Sin darme cuenta, había llegado a una tienda de tecnología. Eché un vistazo a varias cámaras pues me hacía falta una, puesto que las transmisiones de mi blog eran con la cámara de la computadora que tenía una calidad pésima, incluso varios me han preguntado que si está lloviendo dentro de mi habitación por lo mal que se ve, y no sé qué me da más tristeza: La mala imagen de mi cámara, o que haya gente que pueda pensar que está lloviendo en mi habitación.



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En el texto hay: romance, drama

Editado: 06.10.2023

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